La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)

Epílogo

— ¡¡Nooooo!!

— ¡Anastasia...! ¡Despierta idiota!

— ¡¿Qué?!

La de cabello color cobre; despierta desorientada, observando a su alrededor y más a las personas que están frente a ella. Angie la observa como si estuviera loca y Oliver hace lo mismo, pero de manera graciosa. Está a punto de reír a carcajadas.

— Estás viva... ¿No estás muerta? — Angie la sigue observando igual, pero, ahora, su entrecejo se frunce al mirar como su esposa la toca como si fuese un bicho raro.

Anastasia se está asegurando de que su mujer, no sea un fantasma.

— Yo creo que el golpe que te diste te afecto la cabeza, cielo... Ya levántate que este lugar huele feo gracias a aquel zorro muerto — señala los huesos y parte de la piel de aquel animal en estado de descomposición.

— ¿Todo fue un sueño? O sea... ¿Eso no son huesos de humanos? ¿No hay criaturas raras y lobos?

— ¿De qué estás hablando?

Anastasia Sofía Miller, una chica de bajos recursos, de 28 años, que vive en un humilde hogar de clase baja en la ciudad de Londres y trabaja en su propio negocio de verduras y hortalizas, en conjunto con su esposa Angie Caroline de Miller, una futura escritora de novelas románticas con 30 años, también de bajos recursos y esposa de Anastasia desde hace unos 5 años.

La pareja había estado reuniendo una buena cantidad de dinero para una excursión y así conocer al rey Guillermo Brown, su esposa Beatriz y a su hija y futura reina de Inglaterra; Luz.

En aquella visita; Anastasia estaba sedienta y había discutido con Angie porque se le olvidó el agua fría para acicalarse debido al calor enorme que hace. Junto con su mejor amigo y casi hermano decidió ir al río que, según el mapa que le habían dado, estaba cerca para al menos mojar su rostro y cuello.

Al llegar cerca del río, ella se tropieza con una piedra y antes de cerrar los ojos observo aquellos huesos de zorro muerto, que un animal pudo haberlo matado o tal vez un cazador.

— ¿Qué hace Anastasia en el suelo? — aquella voz se integra a la reunión y la chica se levanta del suelo de manera rápida y abraza a su madre. Jenifer Miller.

— ¡Perdóname mamá...! ¡No quise asesinarte! — Jenifer observa de manera confusa Angie buscando algo que le diga que es lo que sucede, pero ni ella sabe.

— Creo que el golpe le afectó un poco... Está delirando — indica Oliver que se acerca a su amiga para darle la botella de agua que Angie había encontrado para su esposa.

— ¡Todo fue real! ¡Tú y yo estábamos peleando, mamá y el abuelo asesinó a Angie...! ¡Tú y yo éramos lobos...! ¡Si, enormes lobos! ¡Y estábamos peleando!

— Mejor vámonos... Que Joa, está esperando por nosotras.

Angie observa a su esposa con su entrecejo arrugado y decide intervenir para llevársela a dónde está el grupo seleccionado para la excursión.

Ambas, tomadas de la mano, suben al autobús, encontrándose con su madre y su esposa Libia en la parte de atrás, muy sonrientes y cariñosas.

— ¿En dónde estabas? — menciona Emily que está sentada en la fila izquierda de autobús — te perdiste el discurso de Guillermo y sus planes para la clase media baja.

Emily arruga su entrecejo al sentir la mirada de alguien puesta sobre ella y se gira a la derecha, encontrándose con aquellos ojos raros como le dice.

El color miel y azul de Romina.