Capítulo 28

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6 días para el cumpleaños de la princesa.

El anuncio del invierno ya es comentado en todas partes y la granja hace su mayor esfuerzo para surtir alimentos, así como en toda Inglaterra hace lo mismo, son tres meses de mucho frío, nieve y lluvia.

Casualmente, hoy había visita en el palacio, los Jones estaban en la gran sala de estar, junto al rey Guillermo, su esposa y la princesa Angie.

Su mejor amiga está sentada a su lado en busca de algo en el suelo y a su alrededor que pueda llamar la atención y así no escuchar los comentarios de esos viejos, mientras que Angie hace lo mismo, pero Fernando no la ayuda en nada.

Desde hace rato el chico no deja de tomar su mano dándole suaves caricias y besos en la mejilla. No sabe si es actuación o en realidad lo hace porque quiere, aun así, no puede evitar sentir incomodidad ante ese contacto.

— Estoy contento de que nuestros hijos estarán al mando de todo esto. Definitivamente, mi Fernando lo hará estupendo — el chico sonríe mientras sigue acariciando la mano izquierda de la princesa — ya es todo un hombre y no te va a decepcionar majestad.

— Oh vamos, estamos en confianza llámame Guillermo — nuevas tazas de té y café es dejado por sirvientas en la pequeña mesa del centro — la fiesta será algo grande y el compromiso será mucho más.

Angie le hace señas a la sirvienta para que le entregara el té de manzanilla que le pidió y esta amablemente camina alrededor para no interrumpir la conversación y le entrega la taza con el líquido.

Apenas llega a sus manos hace él amague de que está muy caliente y acaba de quemar sus dedos e inocentemente hace que el líquido se derrame en el traje negro de Fernando logrando que las mujeres en ese lugar, menos Chloe, haga un grito ahogado y se lleven la mano a sus bocas.

— ¡Ay perdón! — el chico se levanta y una de las sirvientas corre en busca de un paño limpio para secar la parte mojada del traje negro de Fernando.

Chloe tuvo que disimular su sonrisa mientras que Angie actúa avergonzada, Guillermo los observa con el entrecejo fruncido, los Jones observan la escena sin saber qué decir y Rebeca siente mucha vergüenza y trata de tapar su rostro con su mano derecha.

— Lo siento... Es que estaba muy caliente — menciona la princesa, que prometió que haría pasar momentos incómodos a su familia y esto era un pequeño abreboca.

— Tranquila princesa, no pasa nada — la sirvienta llega con el paño limpio y trata de ayudar al chico, pero él la detiene — Espera... ¿Está limpio eso? — con voz seria le pregunta a la mujer y esta asiente mirando al suelo.

— Si joven... Es un paño nuevo — es un paño nuevo sí, pero casualmente tenía una pequeña mancha de polvo, nada de otro mundo.

— Pues no parece, no sé por qué, pero presiento que es de la cocina y no pasaré eso en mi traje. ¡Es que son unas ineptas, no sirven ni para nada! — la joven mujer comenzó a temblar ante el grito del Fernando.

Es inevitable que Chloe niegue con los ojos cerrados ante la reacción de su hermano y Angie se siente un poco culpable, ya que su pequeño berrinche le salió mal, no quería que la chica que no tiene nada que ver pague los platos rotos.

— Hijo ten... — la señora Jones siempre carga pañuelos limpios para cualquier emergencia cuando sale. Lo saca de su cartera y se lo entrega al chico que lo recibe de mala gana y comienza a limpiar la parte mojada por el té de manzanilla.

Angie observa a su padre que no dice absolutamente nada al igual que su madre.

— ¡¿Qué haces aquí todavía?! ¡Retírate! — la joven que aún miraba al suelo esperando se asustó de nuevo ante el grito y, nerviosa sale rápidamente del lugar — esas mujeres no sirven para nada, ni siquiera pueden realizar su trabajo bien.

La Dama y La Criada © [GL] (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora