7 Septiembre 2018, Sacramento, California.
Los siguientes meses no habían ido bien para la empresa en absoluto. Joule's había perdido muchas oportunidades de oro desde que habíamos hecho negocio con James. Las empresas simplemente retiraban sus ofertan o no consideraban nuestras propuestas lo suficientemente brillantes, así que me tenían preocupada. Realmente me asustaba que esta mala racha no se fuera a acabar nunca. Necesitaba el dinero para pagar los impuestos de la empresa, los míos, pagarles a mis empleados y mantener el negocio en pie, ya tenía dos recibos atrasados de préstamos bancarios. Si no conseguía un buen proyecto pronto, el negocio que tanto me esforcé por levantar estaría cayéndose a pedazos.
Esa misma tarde me encontré con James a la hora de pasar por Marie. No lo había visto en ocho semanas y estuve a nada de caer de bruces cuando lo hice. Justo el día anterior había llegado la invitación a para la cosa de la cosecha de la que me habló. Había dos boletos dentro y no pude evitar sentirme mal por la forma en que lo traté.
Justo como prometió, ya no habían aparecido más notas. Eso era lo peor de todo, realmente las extrañaba. En todo el tiempo que había pasado, no paré de añorarlo, consciente o inconscientemente, la idea de él estaba allí, rodeándome y hasta cierto punto, era molesto. ¿Cómo es que había logrado causar un impacto así en mi vida? Era un simple conocido; no obstante evitar sentirme bien a su lado como no lo había hecho con nadie más que mi familia en un largo tiempo era inconcebible. Nos entendíamos. Había algo allí, en él, que despertaba una chispa en mi cabeza y atolondraba el instinto lógico.
Me acerqué hasta donde él estaba, recargado en su auto.
—Hola —dije, a pesar de que ya tenía su atención desde que mi dirección cambió hacia él.
—Hola —contestó simplemente. Su insistencia habitual no estaba ahí.
—Así que... Yo realmente la cagué, ¿eh?
—No es tu culpa, Julia. No puedo obligarte a convivir conmigo si no quieres.
—Ya, pero no era mi intención...
—Lo sé —interrumpió—. No te preocupes.
Cuando William salió con su mochila, Marie venía detrás de él a pesar de que ni siquiera había pasado directo a la puerta a pedir por ella. La maestra venía detrás de ambos niños.
—Hola Rose. Gracias.
—No hay de qué, los veré mañana.
James metió a su hijo en el carro y yo hice lo mismo con Marie, pidiéndole que me diera unos segundos. Puse los seguros de las puertas, encendí el motor y dejé el aire acondicionado funcionando para que mi hija no se sofocara. Regresé con James justo cuando cerraba la pueta del conductor. Bajó la ventanilla y me incliné para terminar de hablarle, no sin echarle un vistazo a William y comprobar que él estaba en su propio mundo jugando con un iPad y que no nos prestaría atención.
—Escúchame, porque sólo lo voy a decir una vez. Realmente me gustaban las notas, y tú, me gustas... Pero no puede ser. No voy a pasar por lo mismo de nuevo, ahora mi prioridad es Marie. De verdad lo siento, no sabes cuánto. Te diría que desearía que las cosas fueran diferentes, pero no es así, porque no hay nada en el mundo que me importe más que esa pequeña niña guardada en mi coche y si tengo que ceder mi oportunidad de tener otra experiencia amorosa para evitar hacerle daño, entonces lo haré, estoy segura de que puedes comprenderlo.
Me di un segundo para mirarlo directamente a los ojos. Él parecía tan vulnerable como yo, pero no supe leer lo que decía su mirada del color del cielo.
—No tiene por qué ser así. ¿Podríamos hablarlo?
Negué suavemente con la cabeza, cuidando no pegarme con el marco de la ventana.
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PISTAS DE QUIÉN SOY (Saga Pistas #1)
RomanceSer una mujer de negocios y una madre soltera no puede ser sencillo. Es por eso que nadie sabe cómo es que Julia Blackburn consigue manejar su vida. La realidad es que los eventos negativos de su pasado la mantienen atada de manos en sus relaciones;...