Toda la hora que duró la clase no dejé de darle vueltas al tema. ¿Había cometido un error? ¿Acababa de dejar ir al amor de mi vida? Era lo más probable. Se suponía que tendría que sentirme bien por tomar la decisión correcta para Marie y su futuro; sin embargo, sólo sentía vacío. Un hondo, negro e interminable vacío.
La respuesta a mis preguntas era simple. Llevaba llamándolo idiota desde el día en que lo conocí, pero la realidad era que la única idiota aquí había sido yo. Desprecié todas sus atenciones de la peor manera posible y, no contenta con eso, llamé puta a su hermana. Simplemente había asumido que hablaba de hombres cuando mencionó que tenía dos hermanos, pero al parecer uno el ellos era una mujer, era Emily.
Había hecho un berrinche de dimensiones vergonzosas, había ofendido a una mujer por un conflicto de intereses amorosos que ni siquiera existía en realidad, alejé a James todo lo que pude y... En fin, decir que me comporté como la perra del siglo era un enorme eufemismo.
Yo tenía que pedir disculpas.
No tuve que enfrentarme a Emily porque no la vi cuando concluyó el tiempo de la clase, sólo me llevé a Marie de allí. Inicié el camino a casa con la mente llena de remordimientos y de repeticiones de la discusión que había tenido con James. Realmente metí la pata. No tenía idea de cómo podría hacer que me diera otra oportunidad... Espera ¿ahora estaba segura de que quería otra oportunidad?
Otra oportunidad significaba algo real, una relación con él, dejar mis miedos atrás y esperar a que todo esto no terminara en un desastre. Por lo menos ahora estaba segura de que en realidad James iba en serio.
Por el amor de... No hay que jurar... Por el amor del... ¿del pan tostado? No importa. Mi punto era que resultaba tan bajo de mi parte que hubiera tenido que perder al hombre para darme cuenta de que él genuinamente me quería. ¿Qué era yo? ¿La protagonista cliché de una novela romántica barata? En serio.
Quizá estaba exagerando, todavía quedaban algunas horas del día para intentar arreglar todo esto y lo primero que tenía que hacer era... algo que yo no sabía.
¿Cómo iba a hacer esto?
No podía llamarlo por teléfono ni pedirle que nos viéramos en algún lugar, ya era tarde, seguro que estaba lo suficientemente molesto como para no aceptar; además, si íbamos a tener una conversación, naturalmente debía ser en persona.
Busqué entre los mensajes de la última semana el que tenía la ubicación de su casa. Había querido que fuera a esa reunión con él el próximo miércoles y yo había declinado. En un segundo intento, me mandó su dirección y me dijo que si me decidía a ir a último momento, podría ir a su casa y nos iríamos desde allí. Obviamente le dije que no. Pero ahora agradecía muchísimo tener su dirección y puede que accediera a acompañarlo.
Puse el GPS hacia su casa y me preparé todo lo que uno podía prepararse para una cosa así, o sea nada. Conduje unos quince minutos y aparqué frente a un bonito hogar tradicional. Saqué a Marie del coche en brazos porque ya estaba dormida y puse la alarma. No me detuve a pensarlo un segundo más, si lo hacía, saldría huyendo y jamás volvería a ver a este maravilloso hombre en mi vida.
Pasé por el camino de concreto y subí las escaleras del porche. Gracias al cielo no tuve problemas para pasar por la entrada, en donde dos vigilantes esperaban, James ya me había registrado como invitada desde aquella vez del mensaje para no olvidarlo después.
Inspiré para calmar los nervios y levanté la mano para apretar el botón del timbre. No fue hasta que el sonido del mismo se dispersó que me di cuenta de que además de la voz de James, se escuchaba la voz de alguien más. Si antes salir corriendo parecía una idea magnífica, ahora lucía como la mejor que alguna vez tendría, más la puerta se abrió y cualquier oportunidad de desaparecer como incógnita ya no existía.
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PISTAS DE QUIÉN SOY (Saga Pistas #1)
RomansaSer una mujer de negocios y una madre soltera no puede ser sencillo. Es por eso que nadie sabe cómo es que Julia Blackburn consigue manejar su vida. La realidad es que los eventos negativos de su pasado la mantienen atada de manos en sus relaciones;...