Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]

Pansy Parkinson

Sus amigas no parecían quererla cerca, por lo menos no por el momento, la miraban feo. Draco quería que lo odiase.

Estando tan sola y sintiéndose tan decaída se dio cuenta de que solo tenía amigos porque ella lo intentaba. El segundo en que no fue capaz de seguir esforzándose diariamente por mantener la relación aparentemente unidirecciónal, se desmoronaron a su alrededor como dominós. Y estaba tan sola, sin poder comprender que había salido mal. ¿Porque estaba todo mal si no había hecho nada malo?

Realmente lo había intentado, toda su vida, ser la mejor versión de si misma, ser una persona confiable, en la que cualquiera, amigo o no, sepa que puede contar. Lo había intentado tanto. Algunos dirían que Eliza era como era por su pureza, por su inocencia, porque simplemente era así, y había verdad en eso, pero a la vez, mantenía a todos como perfectos y merecedores de lo mejor en su cabeza, cada vez que alguien le había hecho algo malo, la había herido, se culpaba a si misma.

Por darle la impresión equivocada a su mejor amiga.

Por molestar tanto a Draco.

Él estaba harto de ella, o eso supuso. "Odiame".

Tomo su distancia. No tenía ganas de hacer nada. Su tarde la paso sentada en la biblioteca, leyendo las mismas dos páginas de un libro sin entender nada. Había pasado todo su tiempo libre de las últimas dos semanas ahí.

Ese día una chica se acerco a ella y se sentó en frente. Tenía cara de molestia, pero era una chica realmente linda, cabello oscuro y ojos claros, mandíbula cuadrada y bastante definida. Eliza se sonrió suavemente, la chica le sonrió incomoda e hizo un gesto torpe con la mano. Volvió a su trabajo, mientras la alumna de Slytherin continuaba viéndola.

Eliza levantó su vista una vez más.

—Soy Pansy Parkinson—su tono llevaba un poco de desagrado.

—Eliza MacMillan, un gusto en conocerte—hizo una pausa—. Eres muy linda.

Pansy se sonrojo levemente y miró hacia un lado. Se levantó y se alejó, perdiéndose detrás de alguna estantería de libros.

—No puedo hacerlo—murmuro frustrada.

Su mensaje fue ignorado mientras la empujaban lejos de la estantería. Volvió a acercarse a Eliza y se sentó frente a ella por casi una hora.

***

Había almorzado un par de veces con Pansy, nunca se atrevió a acercarse ella, menos aún cuando la vio una mañana sentada con Draco y sus otros amigos. Era amiga de él, y él la odiaba. Pero por suerte para ella, esta vez la relación no era solo su esfuerzo, Pansy la buscaba. Los primeros días hablaba roboticamente, se sentaba incomoda junto a Eliza, pero todo cambio repentinamente un día en que Eliza se volcó jugo de calabaza encima por accidente. Estaba a punto de llorar de la vergüenza, todas las emociones negativas de los días pasados acumuladas ahí y ahora. Sentía que estaba por explotar cuando Pansy se volcó su jugo encima a propósito. Eliza se quedo mirando fijamente la camisa manchada de la chica frente a ella, algo atónita, luego la miro a los ojos.

—¡¿Por qué hiciste eso?!

—Yo- eh—Pansy no supo como responder. Cerro y abrió su boca un par de veces—. No-no quería que te sintieras sola-supongo.

Pansy estaba roja y había desviado su mirada, Eliza comenzó a reír suavemente, y fue intensificando hasta que Pansy se unió a ella. Varios las miraban, principalmente por lo extraño de ver a Pansy Parkinson en una mesa que no fuera la de Slytherin, además, riéndose.

Entre los observadores Ariana la miraba con superioridad, Amalia con algo de molestia, Rose algo desagradada por la presencia de Pansy, y Draco la miró cansado, triste y feliz al mismo tiempo, desde muy lejos, en la mesa de Slyhterin, solo por unos pocos segundos, antes de volver la vista a sus amigos. La atención de Eliza estaba en Pansy de todas formas, así que no lo notó.