Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]

transfiguración

Acaba de salir de Transfiguraciones, su compañero de puesto de aquella clase siguiéndola mientras le propone la idea que tiene para el ensayo que les han dado como tarea, se detienen junto a la ventana unos segundos.

—¿Cuando puedes juntarte?

—¿Un solo día sera suficien-?

Su frase se corta a la mitad, pero Eliza espera pacientemente a que termine, antes de darse cuenta de que el chico frente a ella tiene la vista fija en algún punto tras ella.

Ese punto siendo Draco, viniendo a buscarla. Mira al chico de arriba a abajo con desdén y luego le hace un gesto con las cejas, amenaza implícita, todo sin que Eliza se percatarse.

—U-n día es suficiente—anuncia antes de alejarse rápidamente.

Sin tiempo a cuestionarse la actitud extraña de su compañero, siente una mano grande posarse firmemente en la parte inferior de su espalda, recorriendo el camino hasta su cintura mientras Draco la rodea para pararse frente a ella. Su mano queda fija en su cintura.

Eliza, tan confiada que no lo duda, se acerca para darle un beso como saludo. Un micro segundo antes de hacer contacto piensa en lo que esta haciendo, la cantidad de veces que no lo pensó y fue rechazada. Los otros chicos no eran sus novios en el momento, Draco si- pero tal vez no le gustaban las demostraciones publicas de cariño, o tal vez se había arrepentido. ¿Qué sería de ella si él se había arrepentido?

La besa suave y corto, antes de alejarse un poco.

—Hey—le sonríe medio de lado, discriminadamente, y Eliza siente su corazón acelerarse.

—Hola—su voz sale algo entrecortada y aún mas suave que usualmente— ¿tienes Trasfiguraciones ahora?—los ojos de Eliza lanzan una mirada a la puerta del aula del que acaba de salir, como señalando.

—Tenemos pociones, juntos, vine a buscarte—responde, ofreciéndole su mano.

***

—¡Hey, Hermione!—llama al verla en el pasillo, trotando para alcanzarla.

—Eliza—saluda, algo sorprendida por lo inesperado de su presencia.

—Me pidió que fuera su novia, me dijo que me quería—le anuncia emocionada.

Hermione se le queda mirando unos segundos, en silencio y con una mueca bastante neutral, sin entender porque Eliza, con quien no tiene mucha relación, vendría a contarle que Draco, con quien directamente se lleva mal, le pidió que fuera su novia y le dijo que la quería. Le causo una gracia irónica escuchar que Draco le dijo a alguien, tan dulce como Eliza, que la quería. También le causo algo de repulsión pensar en que alguien tan dulce como Eliza estuviera feliz de recibir cariño de alguien tan desagradable como Malfoy.

Luego dedujo, rápidamente, que Eliza se lo estaba contando a ella porque no tenía nadie mas a quien contárselo. Todos se habían enterado del drama con Joshua y Ariana, Hermione no era excepción, y también sabía que no estaba en buenos términos con su otra susodicha amiga, Pansy, así que no tenía amigos con quien compartir su emoción ni felicidad. Su deducción era correcta.

—Me alegro mucho por ti Eliza, esto es lo que querías, ¿no?

Eliza asintió rápidamente, abrazándola de repente. La tomo por sorpresa, vagamente alcanzó a responder.

***

Estaba sentada en una mesa, con cuatro sillas, de la biblioteca, esperando a que su compañero de transfiguraciones llegara. Junto a ella estaba sentado relajadamente Draco, inclinado sobre el respaldo, sus piernas estiradas, una cruzada sobre la otra. Con una mano sostenía el libro que leía, y con la otra, por bajo la mesa, la mano de Eliza.

Su mano soltaba la de ella para escabullirse bajo la falda de su uniforme, ella temblaba un momento, su respiración entrecortada por la sorpresa. Su mano seguía subiendo, deseando tocarla, hasta que llegaba a su ropa interior. Comenzaba a acariciar su centro por sobre la tela, una de las manos de ellas aferrada a su propia falda, la otra yendo a agarrarse al brazo de Draco, que se relamía al sentir como ella se mojaba mas y más.

Para bien o para mal, la llegada del compañero de trabajo de su novia interrumpió su fantasía. Draco lo miro, serio, por encima de su libro, solo por unos segundos, volviendo la vista a su libro, y sin dejar de leer, soltó la mano de Eliza unicamente una vez que estaba sobre la mesa, como para que el espectador pudiera ver que ella era suya.

Ahí se quedo, largo rato, hasta que empezó a hacerse tarde, entonces decidió intervenir, ayudándolos con el ensayo únicamente con el propósito de que acabaran pronto y poder irse.

N/A; comenten que si no no se que piensan :(