—¿Qué saben de Eliza MacMillan?—preguntó a sus amigos aquel desayuno.
—Que tiene un cuerazo y que esta facilísima—respondió inmediatamente Zabini—. Es un regalo, lo mejor que le pudo haber pasado a este colegio. Dicen que solo hace falta decirle algo lindo y ya la tienes a tus pies, literalmente.
—Es una puta—respondió Pansy amargada—. Seguro tiene alguna enfermedad, cualquiera se la tira, se coge a los novios de las chicas y chupa vergas como deporte.
—Estas celosa porque todos quieren tirársela y dicen que da unas mamadas increíbles—Zabini le dio un codazo de broma a Pansy.
—Alguien me dijo que se la mamo a un profe—agrego Pansy.
—No creo—respondió Theo—. Pero gracias por la imagen mental.
—Me invitó a salir—su tono no expresaba emoción ni nada en lo absoluto, totalmente neutral.
—¿Puedo ir yo por ti?—preguntó Zabini.
—Ni se te ocurra, no voy a dejarla en tus manos, nadie merece eso.
Le había contado a todas sus amigas que tenía una cita con Draco Malfoy. Dos noches después del incidente salió a buscarlo, y se aferró a su brazo cuando lo encontró. A él le pareció raro, pero Eliza ni siquiera lo noto.
—¿Te acompaño?—y como esperaba que la respuesta de Draco fuera si.
—Debería reportarte—su tono era tan serio.
Por un momento creyó que era una broma y rio fuertemente, luego noto que él no estaba riendo y su rostro se mantenía severo. Soltó su brazo repentinamente.
—Oh, lo dices en serio—su tono ya no era alegre y sus ojos lo miraban como aquellos de un perrito triste—. Perdón, no quería molestarte.
No se detuvo y no hizo amago de tomar su mano, porque realmente no quería, pero hizo un gesto con la cabeza para darle a entender que lo siguiera, y los ojos de ella se iluminaron una vez mas.
Le había contado a todas sus amigas que habían hablado y dado un paseo juntos, y mencionado una vez mas, que tenía una cita con él. Había planeado su ropa, había propuesto cinco conjuntos, recogido las opiniones de todas sus amigas para escoger el mejor, y el día llego. Y lo espero donde habían quedado en juntarse. Él iba tarde, para verse tan ordenado y limpio siempre, era extraño que estuviera atrasado. Y luego fue la hora de volver al castillo y aún no había aparecido, y Eliza se había aferrado a su pañuelo de seda que planeaba devolverle aquel día toda la tarde, pensando en porque no llegaba aún.
Esa noche salió a buscarlo, a preguntarle porque la había dejado plantada.
—Dijiste que ibas a ir. Te espere toda la tarde—él ni siquiera la miraba, sus ojos estaban fijos en algún punto del suelo, y por más que intentaba era incapaz de leer lo que pasaba por su mente—. ¿Pasó algo?
—¡Pasa que eres una puta!—exclamó, sin mirarla, su vista fija en el suelo. Su voz sonaba fuerte pero su lenguaje corporal no estaba en la misma sintonía.
—¿Pasó algo malo hoy? ¿Alguien te hizo enojar? Se que no lo dices en serio. ¿Qué te trae de mal humor?—su voz era tan suave.
—No puedo con esto.
Se fue a paso firme y la dejo sola en el pasillo, hasta que lo único que le quedaba hacer era regresarse a su dormitorio.
La noche siguiente había ido a su encuentro nuevamente. Tan pronto como la vio se pego media vuelta. Decidió darle su espacio y volvió a su dormitorio sin insistir.
Y la noche próxima volvió a salir.
—¿Estas triste?—él negó—. ¿Estas enojado? ¿Hice algo?—negó otra vez—. Puedes hablar conmigo cuando quieras—tomo su mano con ambas suyas, él no correspondió pero tampoco hizo fuerza para liberarse, solo espero para poder sacar su mano sin parecer asqueado.
—Siempre he querido tener un gato—comenzó a contarle, para distraerlo—. Mi abuela tenía uno, me lo habían regalado pero acabo quedándoselo ella porque Ernie era extremadamente alérgico. Se llamaba Blanca, porque su pelaje era blanco. Ya se, muy original. Son tan elegantes y limpios. Tu eres como un gato.
—¿Gracias?
—¿Tienes mascotas?
—No.
—¿Por qué? ¿No te gustaría tener un gato?
—No importa.
Hubo un silencio.
—¿Vas a casa para navidad?—Draco negó—. Oh que mal. ¿Quieres que me quede contigo? Podría convencer a mis papás, nadie debería pasar navidad solo—él no respondió ni hizo ningún gesto en lo absoluto así que cayeron en el silencio una vez más y así fue por el resto de la noche.
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Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]
FanfictionEra tan buena y tan inocente, y Draco no podía evitar sentir que solo podía traerle mal. Detestaba desde lo más profundo de su ser, y a la vez anhelaba con todas su ganas, ser aquel que por primera vez la corrompiera.