época victoriana

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No lo había visto mucho esa semana. Casi nada, en lo absoluto, si era honesta, solo en las clases comunes, desde lejos, y llegó el viernes por la noche. Ese día tampoco lo vio, pero en los dormitorios de Hufflepuff se había armado un escándalo considerable. El fin de semana siguiente a ese había una fiesta. Pero no era cualquier fiesta.

Ravenclaw no era anfitrión de fiesta frecuentemente, pero cuando lo era, era una fiesta como ninguna otra. Siempre había un tema. En esta ocacion era la época victoriana, y todas estaban angustiadas y ansiosas por encontrar un vestido.

—Quizás debería pedirle a mamá su vestido... o el de la abuela—propuso Ariana McLeroy.

—No si yo lo hago primero—rió Amalia McLeroy.

—No lo harías—la miro espantada su melliza.

—Ambas tienen que esperar hasta mañana de todas formas—las calló Rose.

—¿Dónde venden vestidos así, de todas formas?

Ariana y Amalia estaban demasiado ocupadas peleando para formar parte de la conversación.

—Tal vez habría que comprar las telas y hacerlo—propuso Rose—, pero seguro que encontramos algún local, tal vez solo no vamos a encontrar nada muy de nuestro gusto.

—¡Esta va a ser la peor fiesta! ¿Porque no podían elegir los locos años veinte?—se quejo Ariana—, pero no, en vez de eso vamos a estar vestidas con capas y capas de vestidos voluptuosos y espumosos.

—Es como un sueño de princesa vuelto realidad—murmuró soñadora Eliza.

—Pues las princesas son unas mojigatas y no se lían con nadie—refunfuñó Ariana.

—De hecho, esperan hasta el matrimonio que arreglaron sus padres—aportó Rose.

—Bueno, yo oficialmente voy a ser la versión puta de la época victoriana, incluso si eso implica hacer mi propio vestido.

—Ariana, ¿no estabas con Joshua?—pregunto su hermana.

—Si, y que.

—Entonces no tienes que impresionar a nadie, ni conquistar a nadie, cual es el problema con usar un vestido normal.

—¿Realmente crees que a Joshua le gusto aunque sea un poquito por como soy? Vamos Amalia, no le gustó ni Eliza—la señaló y Eliza se sonrojó—. Además, no me siento atractiva a menos que me sienta empoderada sexualmente.

—Va a ser como un sueño de princesas, ¿saben si es con pareja?

—¿A quien llevarías tu si fuera con pareja, Rose?

—No se, me gustaría haber invitado a Fred, pero ya no esta en el colegio, y creo que tiene novia de todas formas. ¿Y tu, Eliza?

—Draco.

—¡¿Malfoy?!—grito Ariana.

—Oh, Eliza, cuando dijiste que te gustaba no creí que lo dijeras tan en serio.

—Él me gusta. Creo que yo también le gusto.

—¿A Malfoy? Eliza, no quiero hacerte sentir mal, eres preciosa, cualquier chico se enamoraría de ti, pero Malfoy...—Rose se cortó sin saber como terminar la frase.

—No es un chico, es un monstruo, de los peores. Discriminan a todos los que no tienen sangre pura y son mortifagos, los Malfoy. Dicen que Draco fue el heredero de Lord Voldemort hace años, el que abrió la cámara de los secretos—terminó Amalia.

—También escuche que mató a su mamá—agrego Ariana.

—No es verdad. Tu no sabes eso. Es bueno, se que lo es—se defendió, pero como usualmente, todo lo que salía de su boca parecían peticiones o ruegos y no una defensa legitima.

—O sea, es guapo—Ariana levanto sus cejas en un gesto afirmativo—, fuera de si es buena persona o no, es el puto príncipe de Slytherin y es jodidamente atractivo, no puedes decirme que no, Amalia, siento tus pensamientos telepaticamente.

—Oh Eliza, podrías encontrarte con el peor monstruo de todos y amarlo de todas formas—no era un cumplido, Rose lo suspiraba con el mismo tono de preocupación que su madre había utilizado incontables veces.

—Bueno, Grindlewald no era del todo malo—apuntó Amalia—... digo que no era feo, cuando mas joven puede incluso haber estado bueno.

Se hizo el silencio unos segundos, luego las cuatro estallaron en carcajadas.

***

La mañana siguiente llegó, sábado, irían a Hogsmade en busca de vestidos.

Antes de dejar la sala común Zacharias Smith, un chico de su grado y casa, rubio ceniza, se acerco a ella para invitarla a ir al baile con él, y Eliza simplemente no supo decir que no, fue incapaz de hacerlo.

Mientras desayunaba junto a sus amigas sus ojos no tardaron en encontrar a Draco, quien ya la miraba. Una figura de origami, una especie de ave, reposaba en la palma de su mano. La sopló suavemente y esta se elevó, dando un par de vueltas por el aire y planeando hasta aterrizar en la palma de ella. Antes de abrirla lo miro una vez más, él le guiño un ojo y luego se giro hacia sus amigos.

Ella era el absurdo en todo lo malo que estaba pasandole, y como temía desde el principio, no podía evitar aferrarse a Eliza, era demasiado buena con él, era una luz que parecía infinita e inagotable, y justo concidía que esa luz estaba obsesionada con él, ¿cómo podía no aferrarse a ella?

"Hey,
¿Me harías el honor de ir conmigo al baile? No respondas, lo sabre cuando te vea.
Draco Malfoy"

Su letra era tan linda, era tan formal, ¿el honor? Lo único que quería era ir con él, no era un honor para él, era un favor para ella. Miró hacia donde estaba, pero él no le prestaba atención en aquel momento solo conversaba de algo con sus amigos.

Solo Draco sabía para sus adentros que estaba aterrado de que ella dijera que no. Necesitaba su luz con desesperación, y tal vez si era suficientemente egoísta como para pedirle que lo acompañara y que se quedara con él. Pronto salió del comedor, algo angustiado.

Una lechuza dejó una enorme caja frente a ella. Sus amigas la miraron confundidas y emocionadas y ella las miró del mismo modo. Desató el lazo que mantenía la caja cerrada y liberada la fuerza, la tapa se elevo un par de centímetros.

Dentro de la caja había un vestido.

Flores para ti [Draco Malfoy's fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora