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—¡Ayuda! — gritaste horrorizada
Tú, antes, ibas caminando por la calle cuando de repente unos hombres se habían acercado hacia ti, al inicio ya te daban mala espina así que lo que tú hiciste fue caminar de nuevo hacia otro lado pero fueron listos y te alcanzaron.
Gritaste mientras esos 3 te acorralaban.
—¡No, por favor!
🌹🌹🌹
Aún seguías sin confiar pero él era el único que te había ayudado y golpeado a ellos hombres. Mirabas por la ventana, tenías una cobija encima.
Suspiraste.
—Al parecer la lluvia no va a parar — susurraste triste
John seguía en la cocina, te hacía un té; Él fue el ángel guardián que te había salvado. Tomó la taza y caminó hasta la sala, tú aún seguías mirando por la ventana.
No dijo nada, solamente dejó la taza en la pequeña mesa de vidrio.
Volteaste, sonreíste levemente mientras te estirabas para poder alcanzarla. Le soplaste, ya que estaba caliente, después le tomaste.
—Salía del trabajo — comentaste de repente — pero esta vez salí un poco más tarde y el bus ya no pasa después de cierta hora...ví muy fácil regresar a casa por mí misma
John se sentó en el otro sillón mientras te escuchaba, echó levemente su saco negro atrás para poder sentarse.
—Muchas gracias — agradeciste sincera — de verdad
—No hay de qué
Tú seguías tomando hasta que lo oíste decir
—¿Quieres que te lleve? O...
Negaste para después recargarte en el sillón
John no dijo nada, él ya sabía la respuesta. Tú necesitabas descansar y estar tranquila.
Te cobijaste y cerraste los ojos.
—¿Quieres ir a mi habitación...? — oíste
Abriste los ojos y lo miraste mal
John negó varias veces
—Quiero decir...q-que tú puedes quedarte en mi habitación y yo me quedo en el sillón — alzó los brazos levemente
Reíste
—En verdad me gusta tu sillón, si no te molesta...
—Claro que no — pausó — si me necesitas o algo... estás en tu casa
—Te lo agradezco, John, de verdad
Él sonrió levemente para después irse a su habitación.
