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Bostezaste.
Ya querías dormir pero no podías, aún seguías cuidando al niño pequeño, tan sólo tenía 2 años.
Tú estabas en la sala sentada pero con la cabeza recargada hacia atrás.
El bebé dormía al lado de tí en el sillón.
—Ya es media noche — susurraste enojada mientras veías tú teléfono — puede que el Sr.Reeves esté guapísimo pero esta vez tendré que decir algo — comentaste decidida.
Miraste al bebé y seguía dormido, tú, en cambio, cruzaste los brazos y poco a poco te habías quedado dormida.
—Por dios Sandra — refutó Keanu mientras entraban al coche — ya es media noche y Paulina aún sigue en la casa y con el niño, ¿puedes apurarte?
—Para eso la contratamos
Keanu rodó los ojos para después manejar a una velocidad moderada.
Era claro que la pareja ya no se llevaba bien, Keanu quería un divorcio pero sabía que si lo hacía, Sandra no dejaría ver a su hijo, y él lo era todo para Keanu.
Su hijo y tú pueden que le alegraran un poco el día.
Keanu siempre había sido fiel a su esposa pero cuando te había visto, aquella primera vez, se había quedado plasmado, le habías atraído de inmediato.
—¿Quieres que te lleva a tu casa Paulina?
Negaste nerviosa
—N-no, gracias, alguien vendrá por mí
—¡¿El novio?! — preguntó Sandra
Keanu la miró de mala manera
Volviste a negar
—Es sólo un amigo
Y desde ese día Keanu había sentido algo que hace mucho dejó de sentir con Sandra.
Abriste los ojos rápidamente. Keanu había llegado, ya que habías oído la puerta y no querías que te vieran dormida.
—Hola Paulina, perdona la demora — viste a Keanu frente a ti
Tú se sentaste bien para después tallarte los ojos
—Buenas noches — respondiste
—Wow — comentó sereno mientras veía a su hijo — ¿Erkan no dió muchos problemas?
Negaste
—Solamente con sus pañales sucios pero todo bien
Rieron levemente.
Mirabas a Keanu y él a ti, hasta que apareció Sandra
—Llevaré a Erkan a su cama — comentó como si nada mientras lo cargaba y se subía
Frunciste el ceño
Loca — pensaste
—Oh...cierto — comentó él mientras llevaba su mano a su bolsillo, sacó su cartera y sacó los billetes que siempre te pagaba
Tú los tomaste
—Gracias
—¿Vendrán por ti? — preguntó mientras guardaba su cartera
—No, mamá está de turno en el hospital, llamaré un taxi o...
—No, para nada — te interrumpió — déjame llevarte, después de todo, por nuestra culpa se hizo tarde para ti
Tú asentiste
Igual no querías hacer mucho lío, confiabas más en él que en un desconocido.
—¡Llevaré a Paulina! — dió un leve grito Keanu
Tú saliste y empezaste a caminar al coche.
Keanu se adelantó y te abrió la puerta.
—Que amable, gracias — sonreíste levemente
Te sentías especial, los hombres que te abrían la puerta así sólo salían en las películas.
Aún tenías bastante sueño pero trataste de estar despierta, no siempre Keanu te llevaba a casa.
—¿Y qué pasó con tu cita? Paulina — preguntó de repente Keanu
Te removiste incómoda en el asiento
—No funcionó — comentaste sin más para después reírte levemente.
—Vaya...es una buena noticia — dijo
Tú frunciste el ceño para después voltear a verlo.
Keanu iba manejando hasta que te miró rápidamente, él sonrió.
—Sí...supongo...— trataste de seguirle la corriente
—Me refiero a que ahora estás libre...¿no?
—¿Libre?
—Sí...sin pareja o algún compromiso...o ¿me equivoco?
Tú estabas confundida. ¿Por qué le interesaría a él tú estatus amoroso?
—Decidí enfocarme en la universidad y en mi trabajo de niñera — suspiraste
—Habla muy bien de ti — respondió
Keanu paró el coche, ya que el semáforo estaba en rojo
Se recargó en el asiento y te miró
—Paulina
—¿Si?
—Tal vez ésto suene loco pero he querido hacerlo — pausó mientras se acercaba más hacia tí
Tú mirabas a los lados, no a él, quizás te preocupaba más que viniese un auto o algo.
—Hey, mírame — susurró, con su mano tomó tu barbilla he hizo que lo miraras
Él no paraba de mirar tus labios
—¿Si? — preguntaste como si nada
Keanu ladeó una sonrisa
—Me arrepentiré luego — susurró para después acercar sus labios hacia ti
