Evan Webber

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Sabías que era divorciado, en cierta parte no estaba mal

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Sabías que era divorciado, en cierta parte no estaba mal.

Aunque al inicio te había valido un tremendo pepino, al fin ibas a tener algo con ese hombre que te había gustado por 1 año entero. Tu vecino.

Resulta que nadie estaba en tu casa, y había empezado una gran tormenta

—Tiene que ser una maldita broma — habías susurrado

Hasta que él te había visto. Debés en cuando cruzaban alguna palabra pero nada fuera de lo normal.

Hasta que él te ofreció refugio en lo que tus padres llegaban.

Genial...ahora pensará que es extraño que ya un 1 viviendo ahí y yo sin una llave — pensaste avergonzada

Él se había comportado como un caballero, te había ofrecido alguna manta y algo caliente.

Te sentías segura junto a él.

—Y dime...¿no sabías que tus padres saldrían? — preguntó sereno mientras se sentaba en el otro sillón.

Te ponía atención

Tú tomaste de tu chocolate para después hablar

—No, bueno, no me avisaron nada — reíste nerviosa — yo no estaba en casa y según yo ellos estarían en casa...y bueno, mamá dijo que no tardaba así que...disculpa la molestia

—Bueno, bueno — pausó — no te preocupes, somos vecinos, tenemos que ayudarnos, además, no iba a dejar que te mojaras, la lluvia está violenta hoy

Tú asentiste

Y tenía razón, la lluvia había llegado muy fuerte.

—Y ¿estudias María?

—Sí, diseño gráfico

—Wow

—Te enseñaría unos de mis trabajos pero los tengo en mi tableta de dibujo y...

—Descuida, seguramente serán muy buenos

Habían platicado por un rato.

Ya era noche y tus padres aún no llegaban.

Dios...¿nunca piensan llegar? — pensaste desesperada

Hasta que una cosa había llegado a la otra. Quizás había un poco de tensión sexual entre ambos.

Sólo recordabas él cómo él te había hecho suya y el como acariciaba tu piel.
Pero sabías que estaba mal. Pero al menos lo habías hecho.

No sabías qué sentías.

Él había despertado, y, por alguna extraña razón, esperaba que estuviese ahí, pero no.

Lo siento

María


Le habías dejado una nota pequeña. Él estaba confundido.

—Pero...¿por qué demonios se disculpa?

☁️☁️☁️


Le habías dado el pretexto a tus padres que te habías quedado con tu amiga, lo que habías hecho fue que saliste por la puerta de atrás de Evan y tan sólo habías dado vuelta la manzana. Y sí, te habías ido muy temprano.

Dejaste tu tableta en tu cama, no tenías nada de inspiración.

—¡Hija! ¡Te buscan! — oíste a tu mamá

Frunciste el ceño, pensabas que era una de tus amigas pero era extraño ya que siempre te avisaban.

Bajaste y caminaste hasta al puerta.

—Hola María — saludó Evan — verás...¿recuerdas que me habías comentado que necesitabas algunas pinturas para guiarte? Justo ésta mañana me llegaron  y mira, eres gustosa de verlas — comentó con una leve sonrisa mientras te enseñas un cuadro que tenía consigo

—¿Tambíen te dedicas a lo mismo? — preguntó tu madre asombrada

—Estudié arquitectura y bueno...supongo que tengo cosas que le podrán servir a María, las tengo arrumbadas pero serán de gran utilidad para ella

—¿Ves? Deberías echar un vistazo

—Mis hijos están en casa así que para que usted no desconfíe

—No te preocupes Ethan


☁️☁️☁️


—¿Por qué la necesidad de mentir? — susurraste mientras él cerraba la puerta detrás de ti

—De hecho mis hijos sí están pero juegan en el patio

Abriste los ojos

—Tengo que irme — trataste de irte

Él negó

—¿Podemos hablar?

—¿De qué? No hay nada de que hablar...lo de ayer fue un error...yo no debí y...

—¿Por qué te echas solamente la culpa a ti? No entiendo...es decir...los dos quisimos ésto ¿sabes?

—No sé qué me pasó... tú tienes hijos y...

—¿Eso te molesta? — preguntó sereno

Tú negaste

—¿Entonces?

Negaste levemente, de nuevo

—Tenía planeado hacerte un desayuno delicioso

Tú reíste

Keanu Reeves |One Shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora