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Caminabas en la calle con tu paraguas y tus compras, te paraste para poder meter mejor las cosas en la bolsa. Hasta que alzaste la vista y viste a John en el suelo.
—¡John! — gritaste asustada mientras corrías hacia él
Él volteó a verte, se veía fatal.
—¿Q-qué haces? — cuestionó
—Ven, vamos — dijiste mientras tratabas de ayudarlo, tomabas su brazo
Él se safó
—No necesito tu...— tosió —...ayuda
Bufaste
—Sí, si la necesitas, idiota — refutaste
John te miró sorprendido, él jamás había oído hablarte así, enfadada y mucho menos a él. Tú lo abrazaste por la cintura y el pasó un brazo por tus hombros.
Así caminaron hasta llegar a tu departamento.
Tú y él se habían conocido gracias a un taxista, y desde ese entonces habían hecho una amistad rara. Él te molestaba y le divertía verte enojada. Tú sentías un amor-odio por él. Era atractivo, lo reconocías perfectamente.
Aun recordabas aquella vez que lo viste con una morena, la estaba ayudando a investigar la muerte de su hermana gemela. Sí, lo admitas, estabas celosa. John nunca te había puesto ese tipo de atención, sincera, o quizás sí pero no lo demostraba, no como con ella. Él era serio y le ponía atención a la historia que tenía que contar la rubia. Tú nunca le contabas nada porque sentías que daría el avión, y si algo le decías, quizás él lo tomaría como un juego, para después fumar y decirte un chiste. Tú reirías, levemente, solamente para no quedar mal.
A veces era un completo, un total idiota pero lo querías.
Lo sentaste en tu sillón, tú dejaste el paraguas mojado en la entrada para después llevar tu pequeño mandado a la cocina. Fuiste por una toallas, después, caminaste hasta estar al lado de él y cobijarlo con esas mismas.
—Después de lo que sucedió...veo que aún sigues mal — mencionaste mientras te sentabas en otro sillón
—Sí, bueno, no es como que esté bien después de que me hayan quitado el tumor ¿sabes? — rió — estaré bien, lo prometo
Tú solamente asentiste
—Hace semanas que no te veo — oíste
Sí, bueno, decidí desaparecer porque me sentía un poco celosa y al estar a tu lado me sentía confundida — pensaste
Después de que ayudó a aquella morena, tú no le volviste hablar.
—Sí...bueno...tuve cosas que hacer
—Vaya, ¿desde cuándo esas cosas qué hacer te ocupan todas las 24 horas de la semana?
Frunciste el ceño Acaso...¿te estaba reclamando?
—Uuuy, no pensé que así te pondrías — mencionaste
—Desapareciste, Sara. Me dejaste solo.
Lo miraste mal
—Claro que no, tú tenías la ayuda de la morena
—¿Quién? ¿Rachel? — preguntó para después sonreír de lado — era mi trabajo, sólo eso...por dios
—Da igual
—Así que desapareciste por que estabas celosa — aclaró
—C-claro que no, no seas idiota, Constantine
Él abrió los ojos sorprendido, para después pararse del sillón, se dirigió contigo
—Ya te había dicho que no me gusta que tú me llames así — dijo mientras se inclinaba hacia tí — Soy John para ti, ¿oíste?
Te cruzaste de brazos
—¿O si no qué?
—Lo verás luego...— dijo coqueto mientras se sentaba al lado de ti y se recargaba en tu panza — ahora me siento mal y quiero estar tranquilo
🌸🌸🌸
¿Qué creían? ¿Que iba a pasar algo?....pues no, el sexy caza demonios nos engañó, nos dejó bien eléctricas. 😳
Ay, perdón, es que yo a John Constantine lo veo como muy dominante jajajaja, no sé ustedes. 😏
