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Te gustaba, no podías ocultarlo. Te daba igual que te ganase con muchos años, no te importaba. Keanu era vecino tuyo, hace meses te habías enterado que él ya tenía a alguien, obviamente tenías algo de celos pero también pensaste que él ya era un hombre grande, tarde o temprano tendría a alguien. Aunque, a cierta mujer ya no la habías visto hace algunas semanas.
Suspiraste.
Estabas en tu habitación, lo mirabas por la ventana, veías como él lavaba su motocicleta.
Él te hablaba debés en cuando, a decir verdad, era muy cortés contigo. Él siempre respetaba a la gente y eso es una de las cosas por la cuál te habías enamorado de él.
Varias horas después, él ya no estaba.
—Mamá, saldré un rato a correr — avisaste mientras llenabas un bote con agua
—Está bien pero no te alejes mucho, ¿oíste?
—Sí — respondiste para después salirte.
Te pusiste tus audífonos, pusiste una canción de Katy Perry para después correr por el vecindario.
—Na na na, nanana — musitaste
(el ritmo de la canción es Tucked c: )
Estabas a varias cuadras de tu casa, había un pequeño parque así que decidiste dar algunas vueltas mientras oías música. No había sol, ya que estaba nublado, para ti fue excelente.
🌻🌻🌻
—Auch — te quejaste mientras te sobabas el pie
Ya habías terminado tus vueltas, pero algo pasó, quizás pisaste mal, e hizo que tu pie se lastimara.
Volteaste a la calle, no se veía nadie, así que trataste de pararte pero igual no funcionó. Te dolía.
—Demonios, y yo de idiota que nunca tengo saldo — reprochaste mientras sacabas tu celular y parabas la música
Eso eran malas noticias.
Suspiraste.
—Venga, si puedo, si puedo — te paraste y con tu pie sano trataste de caminar
—Será mejor que no hagas esfuerzo — oíste
Volteaste rápidamente, sorprendida. Claro que conocías esa tremenda voz. Keanu estaba a dos metros de ti, él sostenía una bolsa de mandado.
—De alguna manera tengo que llegar a casa — dijiste nerviosa mientras te sostenías de un auto
Él estiró la mano, indicando que te sentaras de nuevo. Y lo hiciste.
