— Deberías de ver lo genial que está quedando el aula de arte, Alix casi termina el mural, está increíble, y con las acuarelas y las estatuas que hicieron los de primer año..
Marinette trataba de poner atención a la plática de Alya, pero también trataba sin éxito de encontrar su libro de historia, que por centésima vez estaba jugando a las escondidas en algún rincón de su habitación. No quería que fuera la razón del día para llegar tarde a clases.
— Ya ni para que te digo la cara que puso Iván cuando Mylene entró corriendo y se cayó en pleno laboratorio... — Continuaba Alya su plática unidireccional, cada vez más distante a los oídos de su compañera, entretenida rebuscando debajo de la cama el escondite de su libro. En algún punto la castaña supo que estaba siendo ignorada.
— Y si, como te decía... ADRIEN faltó de nuevo a esgrima, según Nino.
— ¡Adrien! — Reaccionó la azabache a la palabra clave de su amiga, aunque sin quererlo lograra que con pronunciar ese nombre Marinette chocara su cabeza contra la base de la cama, resonando el golpe por toda la habitación. — ¿Volvió a faltar?
— ¡Ay amiga! Aún espero que llegue el día en el que mencionar a Adrien no haga que sufras un accidente. — Bromeó Alya entre risas. — Creí que lo habías dejado como tema terminado, según dices cada que te es posible.
— Es lo mejor Alya, por el bien de nuestra amistad. Gracias a "dejar el tema" es que hemos logrado ser tan buenos amigos. Además, estoy segura de que tarde o temprano terminará por regresar con Kagami. Esos dos son el uno para el otro.
— Si tu amistad fuera solo eso, no balbucearías tonterías cada que intentas hablarle de tus verdaderos sentimientos.
— ¡Ya se! — Suspiró Marinette antes de dejarse caer en el diván de su cuarto — Siempre nos hablamos sin problema... cuando lo trato como mi amigo. Pero si intento dar un solo paso a otra cosa, me porto como si lo acabara de conocer; diciendo sandeces sin sentido y tropezando con el aire. Y por eso es mejor no insistir. — Añadió alzando el dedo índice para mostrar que tenía un punto.
Eso parecía una exageración, pero en realidad no lo era. Marinette llevaba casi dos años irremediablemente enamorada de Adrien Agreste. Y era una asunto de dominio público para todos en el instituto Françoise Dupont. Para todos; menos para Adrien, que en su extrañamente exagerada inocencia, jamás había logrado captar los inútiles intentos de su compañera para atraer su atención de modo romántico. Con el tiempo y los intentos Marinette se decidió por no insistir. Además de que tenía temas mas importantes por los que ocupar su mente y su tiempo.
Habían pasado casi un año desde que Ladybug fue elegida como guardiana de la caja de los miraculous, y eso de algún modo fue sembrando semillas de autoconfianza en Marinette, pero también le fue dando cada vez mas responsabilidades y problemas. Ya no solo Shadow Moth era un problema, también lo eran los cientos de reglas y entrenamientos con Su-Han, el guardián celestial que la guiaba para formar parte de la orden de los guardianes.
Y con eso vinieron un montón de dudas. ¿En realidad valía la pena arriesgar la amistad con Adrien para intentar algo mas? Con Luka lo había intentado, y ya le había quedado claro que no podía mantener una relación mientras fuera Ladybug y tuviera que esconder su secreto, por fortuna Luka había sido lo suficientemente comprensible como para no terminar su amistad. Pero ¿Qué pasaría cuando tuviera que hacer lo mismo con Adrien? ¿La entendería o acabaría akumatizado exigiendo respuestas al verla perderse en cada ataque de algún villano? Y lo más importante ¿Por qué seguía viendo a Adrien como una posibilidad cuando nada le decía que podía lograr algo con él? Parecía mas un auto sabotaje que una posibilidad real.
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Te encontraré #MLB
Fanfiction¿Alguna vez has iniciado una historia desde el final? Enlazando recuerdos de cosas que aún no suceden, una a una hasta que la escalera del tiempo termine de armarse, y entonces puedas caer por ella como Alicia por la madriguera. Buscando lo que aún...