No quiero cerrar los ojos

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Ese había sido un golpe bajo. Tal vez el peor de todos.

Hawk Moth estiró los brazos, y con una sonrisa macabra tomó con cuidado la caja de los miraculous. Ya no habría tregua, ni apretón de manos, ni ningún acuerdo.

Pero Ladybug estaba lejos de darse por vencida.

Alzó el yoyo en su mano, dispuesta a arrancar las joyas desde la conexión mágica que ataba su arma y la caja. Un movimiento que no se esperaba nadie, pero que Rêve Maudit supo interrumpir magistralmente. Sin que la guardiana lo advirtiera, un sinfín de proyectiles hechos de la propia esencia del akuma apuntaron a su dirección, moviéndose en el aire como metralla de granada.

La heroína tuvo que soltar el arma, girándola en el aire con la cuerda para bloquear el ataque. Uno, dos, tres impactos lograron llegar hasta ella, lastimándola en el brazo derecho, el muslo izquierdo y rozando su sien. Los proyectiles no lograron atravesar el traje, pero si provocaron que ella cayera de espaldas por la fuerza que llevaban.

Mientras tanto, Chat Noir evadía los ataques de Hawk Moth. Había tratado de aprovechar la confusión del momento para llegar a la caja, pero el villano fue más rápido en ocultarla en su espalda con la mano izquierda, y recibir al héroe con una estocada del bastón en su mano derecha, dando inicio a un duelo entre ambos.

Ambas armas eran blandidas con presteza, haciendo un silbido al cortar el aire, y retumbando con fuerza cada vez que uno de los golpeaba el suelo al tratar de asestar un golpe al rival. Hawk Moth era ágil, pero no tanto como Chat Noir; y ambos se dieron cuenta de ello de inmediato cuando el felino utilizó una pirueta de barril en el aire para evadirlo y lograrle darle el primer golpe de lleno en el pecho, sacándole el aire y haciéndolo retroceder.

Hawk Moth se dobló sobre su estómago, tratando de recuperar la respiración se llevó una mano al frente perdiendo la guardia. Chat Noir, aprovechando la oportunidad corrió hacia él con su arma en la mano. Alzó su bastón hacía él, raudo y certero, siendo bloqueado en el último instante por el báculo del villano.

Al mismo tiempo, Ladybug seguía siendo atacada por Rêve Maudit. Cada golpe que la heroína trataba era evitado muy simplemente cuando el akuma se volvía intangible. Era frustrante, y más porque cada vez que trataba de tomar su yoyo para pedir un amuleto o un miraculous, el akuma volvía a lanzar proyectiles que debían ser evadidos. Sin dejar de atacar y defender, Ladybug seguía pendiente de la batalla del otro lado del techo del edificio.

Hawk Moth sostenía el báculo frente a él, una punta en cada mano, y el felino presionaba con fuerza para romper su defensa. Con un último impulso lanzó al rubio hacia atrás, aprovechando el movimiento para llevar una de sus manos a la espalda, y antes de que Chat Noir atacara de nuevo lanzó un par de objetos por sobre su cabeza, que cayeron detrás del héroe.

— Te lo dije pulgoso. No puedes esperar nada bueno de nadie.

La voz, bastante conocida para el héroe se escuchó a su espalda, y no pudo evitar sentir una escalofrío cruzando su columna vertebral. Pero no se movió, estaba sobre Hawk Moth, presionando su bastón en el cuello del villano, que estaba tumbado en el suelo. Solo lo detuvo la sensación de ahogo cuando la cuerda de un arma se enredó en su propia garganta, y un fuerte golpe le fue propinado en las corvas, haciéndolo caer de rodillas y liberando al enemigo.

— Bee... no.. por favor... — Logró decir apenas Chat Noir. La cuerda seguía enredada en su cuello, impidiéndole respirar.

— Es Queen Viper, pedazo de tonto — Gruñó la chica que ahora llevaba un traje amarillo con detalles turquesas y negros. La peineta de la abeja en el cabello, y la pulsera de la serpiente en la muñeca. 

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