— ¡Adrien! ¡Chico! ¿Qué no piensas transformarte?
Adrien apenas podía escuchar la voz de Plagg, aún oculto en su camisa. ¿Qué acababa de pasar? Marinette lo había salvado de un ataque, Marinette lo había abrazado con todo su cuerpo para mantenerlo a salvo. Marinette había corrido un riesgo por él. Marinette le dijo que lo amaba, y luego salió corriendo hacia el akuma.
— ¿Escuchaste eso? — Preguntó el rubio con la mirada perdida, sin poder levantarse aún del piso.
— Si te refieres a la pelea de afuera... si, la escucho. Y por lo que parece creo que te necesitan allá. Así que mejor déjate de tonterías y transfórmate de una vez.
— No Plagg... lo que dijo... Marinette — Balbuceó el rubio tocando la mejilla donde hace unos momentos recibió una delicada caricia de la mano de su mejor amiga, con la mirada perdida en algún punto frente a él.
— Niño ¿No es Ladybug la que se escucha afuera? — Preguntó el Kwami con sorna, y la intención de devolver a Adrien a plena conciencia.
— ¿Ladybug? ¡Ladybug! — Reaccionó dando un salto para quedar de pie en su lugar — Tengo que ir a la pelea. Plagg ¡Las garras!
Para cuando Chat Noir apareció en la escena afuera de la escuela, la batalla estaba prácticamente ganada. Carapace se encargaba de bloquear los ataques del enemigo con su escudo, al que parecía no afectarle los poderes de las pinturas; Rena Rouge había creado una ilusión de una enorme pared de concreto frente a le Mauvais Artiste para hacerlo cambiar de dirección en pleno vuelo y Ladybug aprovechó la oportunidad para cegarlo con el reflejo del sol en el cristal de un extraño reloj de maquinista de que le dio el amuleto encantado, y someterlo con la cuerda del yoyo. Pero para su sorpresa, justo antes de caer lanzó pintura gris sobre Rena Rouge, convirtiéndola en instante en una estatua de piedra caliza y deshaciendo sus espejismos.
La acción no hizo más que enfurecer a Ladybug, que en un ataque de ira y poca estrategia atrajo hacia ella a el villano, sin importarle que él aún tuviera su arma en las manos. Dispuesta a recibirlo de frente sin pensar en consecuencias hizo posición de defensa mientras la cuerda de su yoyo terminaba de retraerse. El avance de el akumatizado hacía la heroína se vio interrumpido por Chat Noir, que a espaldas de Ladybug la rodeó con sus brazos para usar su poder especial, tocar el pincel y volverlo polvo con su mano derecha, mientras con la izquierda la hacía girar hasta quedar detrás de él, liberando la mariposa corrupta por el poder de Shadow Moth.
— A tiempo como siempre gatito — Le dijo Ladybug con una sonrisa, dando un par de pasos lejos del felino y haciendo el ritual para purificar el akuma, lanzando el objeto que había recibido del amuleto encantado y regresando el campo de acción y a su compañera a la normalidad.
— Que te digo Mi Lady, soy el tipo de gato negro con suerte que siempre querrás a tu lado. — Respondió Chat Noir con una sonrisa ladina recargando la barbilla en su bastón, sin embargo al voltear el rostro a su compañera su sonrisa se borró, la notó preocupada, tal vez triste.
— ¿Todo bien Bogaboo? No pareces la de siempre. — Preguntó Chat Noir ladeando la cabeza.
— S... si, todo bien. Tengo que regresar y ver que todos estén a salvo en esa escuela. — Contestó la heroína tratando de sonar confiada, pero el "incidente" con Adrien mantenía su mente alterada.
— Ah yo también, dejé a alguien sola y tengo que ver que esté a salvo.
— ¿Tu novia, Chat? - Interrumpió Rena Rouge, girando su flauta con un aire de burla en su comentario.
— Ahhh... no... claro que no. — Contestó frotando su nuca, despeinando aún mas sus dorados mechones sin apartar su vista de la catarina. Ni bien dijo esto, el felino extendió su bastón para subir al techo de la escuela, dejando al resto la tarea de confortar al profesor Jean Pierre.
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Te encontraré #MLB
Fanfiction¿Alguna vez has iniciado una historia desde el final? Enlazando recuerdos de cosas que aún no suceden, una a una hasta que la escalera del tiempo termine de armarse, y entonces puedas caer por ella como Alicia por la madriguera. Buscando lo que aún...