Capítulo 31: Jaden

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Me quedé observándola en silencio, aún debajo de mí, intentando recuperar el aliento después del orgasmo que había tenido. Sabía y entendía que nunca hubiese hecho nada más que dar unos tímidos besos, pero pensaba que en su intimidad al menos se habría masturbado, pero por lo que había visto, no lo parecía. Yo estaba más duro que una piedra, si hubiese dependido de mí, me habría hundido en ella hasta que los dos hubiésemos acabado llenando esa habitación de gritos. Pero eso tendría que esperar, así que intenté ignorar mi erección todo lo que pude y me limité a observarla hasta que su respiración pareció regresar a la normalidad.

Alargué la mano hasta su cabeza y le acaricié el pelo, ella pareció sobresaltarse al sentir que había movimiento a su alrededor, debía de sentirse bastante perdida. Al cabo de unos segundos abrió los ojos y vi una expresión de miedo y desconfianza que no me gustó nada. Sabía que había hecho un gran esfuerzo por abrirse hasta donde lo había hecho, pero no quería que eso implicase que diese diez pasos hacia atrás, solo quería que entendiera que lo que hacía estaba bien, solo porque simplemente le había apetecido hacerlo.

- ¿Cómo te sientes? -Creo que jamás en mi vida me había preocupado por cómo se sentía nadie.

- Rara. -Consiguió responder después de tragar saliva para lubricar un poco la garganta.- No me esperaba eso.

- ¿Eso?

- Sí, lo que he sentido. No pensaba que fuese así de...

- ¿Placentero? -Sonreí al ver su expresión vergonzosa, aunque al menos había desaparecido la desconfianza.- Esto no ha sido nada, puedo hacerlo mucho mejor.

Me incliné sobre ella de nuevo y la besé despacio, parecía que necesitaba cariño, consuelo para que los pensamientos intrusivos dejasen de colarse en su cabeza. Así que eso es lo que hice, me aparté a un lado de la cama y la estreché entre mis brazos, su pecho contra el mío y su respiración golpeando sobre mi cuello. No era una chica extremadamente pequeña ni nada por el estilo, tampoco es que fuese alta, pero lo era lo suficiente, sin embargo, contra mi cuerpo parecía un animal desvalido, mis brazos casi la cubrías por completo y si me lo proponía podría inmovilizarla sin problema. Se removió debajo de mí y bajé la vista para mirarla a los ojos. Parecía que muchos pensamientos pasaban por detrás de ellos pero lo que dijo me tranquilizó un poco.

- Me ha gustado. -Dijo con la voz cargada de vergüenza.

- Uf, menos mal. Ya empezaba a creer que los gemidos había sido fingidos.

Me reconfortó ver que se reía ante mis palabras y me dio un pequeño golpe en el vientre como castigo por la broma. Ella también sonreía y se removió entre mis brazos para acomodarse en la cama, aunque no es que hubiese demasiado espacio. Suspiró mirando al techo antes de mirarme a mí.

- Debería volver a casa. Me quedaría si pudiera, pero tengo que volver para cenar.

No le insistí, solo asentí y me levanté de la cama, ella también lo hizo y cogió la mochila que había dejado en el pasillo para después encerrarse en el baño y cambiarse de ropa. Cuando salió no pude no reírme ante lo que vi. Había sustituido los pantalones vaqueros por unos de vestir de un color beige horrible, la sudadera por una bolsa de gasa azul y las zapatillas por unos zapatos platos horribles que la hacían ver como un pato mareado.

- ¡No te rías! Esta es mi versión de los domingos ¿no te gusta? -Hizo un puchero que me hizo reír más aún.

- Si el objetivo es parecer una opositora a monja, lo has clavado.

- ¿Una novicia, quieres decir?

- Será eso, sí.

Los dos nos reímos y descendimos por las escaleras, yo me había puesto una sudadera que me refugiaba del aire frío de fuera, la temperatura había descendido drásticamente, y aunque ella no lo notase porque aún no había vivido allí demasiado tiempo, sabía que nevaría en los próximos días. El tiempo de Nueva York era una putada en ocasiones, excepto cuando nevaba, todo el mundo adoraba que nevara, y a quien no le gustaba que le diesen por culo y se mudara de ciudad, no era mi problema.

New York State of MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora