No soy una admiradora de las personas en general.
Me refiero a las personas en una fiesta, donde hay demasiadas y no escuchas nada de lo que dicen, solo ves sus sonrisas falsas.
Pero, me gustan las personas en sí.
Cuando ves su esencia.
La de cada uno.
Porque, es difícil entender a una multitud de personas que solo hablan de temas que no comprenden con gente que no les agrada.
Más es agradable estar con una sola persona y entender todo sobre ellos.
Como los chicos de mi clase.
Existen chicos que pueden resolver problemas de matemáticas complejos en menos de dos segundos. Y te ayudarán a entender.
Existen chicos que escriben ensayos de 5 hojas en menos de una hora.
Existen chicos que no saben mucho acerca de lo que significa química o historia, pero tienen la voz de un ángel y pueden alegrarte el día con solo escucharlos cantar cuando no tienen idea de que hacer en una prueba.
Existen chicos que se sientan en la parte de atrás y leen libros más grandes que El Quijote, muchísimo más grandes. Y a pesar de que no hablen mucho, si pides la recomendación de un libro, probablemente te darán una lista interminable de títulos extraños e incomprensibles.Existen chicos que se ven apagados la mayoría del tiempo, y no sabes muy bien si preguntar, pero si te sientas con ellos y les cuentas una anécdota chistosa, se reirán así sea menos de un segundo contigo.
Existen chicos que hacen bromas todo el día, y no se pueden quedar en un solo sitio, estos nunca fallan a la hora de sacarte sonrisas.
Existen toda clase de personas.
Todas únicas e irreemplazables.
Todas con algo en lo que son mejores.
Y muchas cosas en las que no tienen idea de que hacer.Siempre he pensado que todos somos obras de arte, algunos rotos, indescifrables, con un toque de misterio.
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Esto no es un libro.
AcakExisten libros de todo tipo, pero este no es un libro ni una historia. Esta soy yo, en palabras.