Capítulo 26

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Al escuchar las frías palabras de Yoon Sung, informando sobre la muerte de mi esposo, sentí que todo me daba vueltas y lentamente perdí el conocimiento, lo último que vi antes de caer en la inconsciencia, fue a Yoon Sung levantándose del trono y llendo apresuradamente hacia mí.

Cuando desperté, me di cuenta de que estaba en la enfermería real y Yoon Sung estaba a mi lado.

—Qué me pasó? Por qué estoy aquí?

—Te desmayaste y te traje con el médico real. El médico dijo que has estado muy estrasada por los eventos sucedidos y que la noticia de la muerte del anterior rey fue demasiado sorpresiva para ti y que eso a causado tu desmayo.

—Dónde está el cuerpo de Hyeonyong? Quiero verlo, necesito verlo.

—No hemos podido hacerle un velatorio apropiado de un rey, pero ya ha sido enterrado.

—Qué?! Porqué no me has dicho nada sobre su muerte? Por qué no me dejaste estar presente durante su velatorio?

—No quería que te deprimieras y...

—Qué le pasará al resto de la familia real?

—Sé que esto será muy devastador para ti, pero tienes que ser fuerte..... La Gran Reina Madre.... Ella.. Lamentablemente ella ha fallecido —sentí mi mundo destruirse por completo, mi esposo y mi gran abuela real habían partido de este mundo. Qué se supone que deba hacer? Cómo podría vivir con este inmenso dolor dentro de mí?

—Y las demás? Qué les pasó o que les pasará?

—Aún no lo he decidido, por ahora cada una de ellas está en su residencia. No quiero matarlas, pero tampoco las dejaré libres, así que es probable que sean exiliadas.

—Y mi hijo? Es solo un bebé, no puede vivir sin mí —dejé de lado mi dignidad como reina y me puse de rodillas —te ruego que me envíes con mi hijo o también me lo puedo llevar lejos y jamas volverás a saber de nosotros, por favor.

—No puedo hacer eso —él volteó su vista hacia otro lado e ignoró mis súplicas.

—Por qué? Es solo un niño, no es una amenaza para ti, por favor —él me tomó por los brazos y me levantó del frío suelo.

—Tu no saldrás del palacio, jamás vas a dejar este palacio —quedé atónita al escuchar aquellas palabras. Acaso él pretendía tenerme cautiva aquí?

—No necesitas a una reina viuda, estoy segura de que encontrarás una buena reina y ella te ayudará. No me necesitas aquí, solo seré un estorbo para tu futura reina. Por favor, déjame ir con mi hijo —intenté volver a rogarle de rodillas, pero él me volvió a tomar por los hombros.

—Ya te he dicho que no, te quedarás en este palacio hasta el día en que mueras y ni siquiera tus restos dejaran este palacio —después de decirme eso, él se fue y me dejó sola. Justo después de unos momentos llegó el médico real.

—Su alteza, tengo que decirle algo.....No quise decirle al rey porque temía por usted —el médico real se veía asustado y nervioso, sus manos temblaban y su mirada estaba inquieta.

—De qué se trata?

—Usted.... Está embarazada, alteza.

—No, debes estar equivocado.... Yo No estoy embarazada.

—No se trata de ningún error, usted está esperando un bebé —sé que cualquier mujer estaría encantada de escuchar estas palabras, pero yo no podía tener un bebé en este momento. Si la situación fuera distinta, entonces me alegraría mucho por esta noticia, pero ahora no.

Soy La Princesa HerederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora