ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝕏𝕍𝕀𝕀𝕀

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Jimin despertó al día siguiente, tapado casi hasta las orejas por una manta de algodón azul y con un fuerte dolor de cabeza

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Jimin despertó al día siguiente, tapado casi hasta las orejas por una manta de algodón azul y con un fuerte dolor de cabeza.

A abrir los ojos, lo primero que vio fue a su padre acostado de mala forma en el pequeño sofá que estaba al lado de su cama, con la boca un poco abierta y dando ronquidos suaves y lentos.

Sacó un pie de su cama intentado pararse rápido y sin que su padre se diera cuenta. No quería despertarlo, se veía profundamente dormido.

Camino lento hasta el baño y se miró unos minutos en el espejo después de cerrar.la puerta con delicadeza.

Su cara estaba horrible. A pesar de haber dormido unas doce horas, pues lo comprobó después de ver el reloj una vez se levantó, unas ojeras se mostraban debajo de sus ojos como si de un golpe se tratase. Sus labios estaban resecos y agrietados, cosa que tenía bastante sentido, no puedo ponerse su bálsamo hidratante antes de dormir. Sus ojos estaban rojos y dolían como nunca. Igual que esas noches en las lloraba por horas y quedaba dormido sin darse cuenta, al otro día despertaba con cansancio y sus ojos lucían exactamente como los veía en ese momento.

Todavía no procesaba que había tenido un ataque de pánico solo por pensar que le había hecho daño a Yoongi y que probablemente no volvería a ver a Taehyung nunca.

El simple pensamiento hizo que sus ojos se tornaran aguados y su pecho se oprimiera.

-Ok, no sé si esto vaya a funcionar.-Empezó mirando fijamente sus ojos en el espejo.-Sí, sí, perfecto y si no, voy a parecer parecer jodido loco.-Rió suave y respiró hondo.

Ni siquiera sabía bien lo que estaba haciendo y estaba un noventa por ciento seguro que no iba a funcionar, pero debía intentarlo. Las ganas de verlo se reflejaban en el pequeño dolor en su pecho, que iba en aumento cada que pensaba más y más en ello.

Salió de su baño con la misma discreción con la que había entrado, su padre seguía ahí, medio muerto y babeando, así que no se le complicó abrir varios de sus cajones en busca de esas velas aromáticas blancas que compró en uno de sus viajes a Seúl. Tomó una vela blanca más o menos del tamaño de su mano y también uno de los encendedores que tenía en su mesita de noche y así volvió al baño a hurtadillas. Cerró la puerta con seguro y encendió la vela, siendo ésta la única luz en la pequeña habitación.

-Diablo... te invoco.-Miró con cautela la habitación. Nada.-Ok. Satanás, rey de la infiernos, te invoco -Habló más alto con la esperanza de que con eso funcionase. Nada.-Oh vamos, esto no puede ser tan difícil.

Por diez minutos, el pelinegro estuvo llamando al diablo a la espera de que este apareciera pero nada. Hasta repitió cinco veces el nombre de Sara, la supuesta chica que se suicidó en el baño de su escuela y que sus compañeros de clase decían que aparecería si repetías su nombre cinco veces frente al espejo del baño con la luz pagada. Y tampoco funcionó.

The Devil's Lover| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora