The Devil's Lover| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ✔︎

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[TAEHYUNG]

Mi cabeza dolía a montones, ni siquiera sabía como había podido llegar a mi cama caminando.

Las lágrimas no abandonaban mis ojos en ningún momento, y no me molestaba. Necesitaba llorar, necesita echar fuera todo sentimiento que aún tuviese por Jungkook.

Jungkook.

Su nombre ya me sonaba tan extraño. La simple imagen de su rostro lleno de lágrimas, sus ojos rojos buscando compasión, o cualquier otro sentimiento que lo dejara respirar tranquilo, no abandonaba mi mente.

Ya se fue, no pienses más. Le pedí a mi subconsciente.

Pero no podía. No habían pasado ni siquiera dos minutos de que yo mismo lo acompañé a la tierra y él ni si quiera me miró, simplemente... simplemente voló. Sus hermosas y algo maltratadas alas blancas, suaves como las nubes, se extendieron y tras un último suspiro desapareció de mi vista, dejándome triste y sofocado.

Nunca me había enamorado, en mi tiempo vivo no me dio tiempo, y en mi tiempo muerto no lo tenía permitido. Pero lo hice, de nada más y nada menos que del ser más hermosos e inalcanzable que iba a conocer nunca. Y fue tan rápido, tan lindo y tan efímero, como una mirada misma. Fue lo único que tuve que obtener de su parte para caer completamente a sus pies. A eso tenía que sumarle su hermosa sonrisa, sus pequeños ojos oscuros, la belleza de su cuerpo, la majestuosidad de sus alas y ese hermosos sonido al que los humano llamaban risa, que me llevaba una y otra vez al cielo cada vez que lo escuchaba.

Pero no podía ya ni pensarlo, no pasó nada, no tuvimos la oportunidad. Ni pasará algo, no es nuestro destino.

Mucho menos el suyo, que ya estaba escrito. Su destino era vivir ayudando a las personas, sonriendo y sanando. Lo mío era ser la puta y el sirviente de alguien más fuerte que yo, además de acompañar a mi mejor amigo, lo cual no era malo, pero tenía que admitirlo, también era una obligación.

Ahora en lo único que podía pensar era en Jimin y Hoseok. A pesar de tener mucho sin ver a mi mejor amigo, sabía que él estaba feliz, no porque pudiese sentirlo ni nada de eso, pero lo pude ver en los ojos del diablo. Este llegaba feliz a diario a un lugar lúgubre y vomitivo como lo era el infierno y para ello debía de haber una razón muy importante; yo sabía que esa razón era Jimin.

Por otro lado, Hoseok me tenía loco y, afortunada, de buena manera. El hombre me consentía, me hablaba bonito y hacía lo que sea para que yo me sintiese bien a su lado. Y yo lo agradecía, no conocí a Hoseok en mis mejores momentos en el infierno, pero fue como una luz, clara y cálida en medio de ese lugar frío y asqueroso, por ello yo estaba tan agradecido con él y no lo dejaría nunca, se lo debía.

Y por último, y menos importante pues era de lo que más quería olvidarme, Jungkook. Él simplemente se había ido y no podía hacer nada. ¿Lo amaba? Sí, pero el pensamiento de que nunca podría verlo de nuevo quitaba del medio cualquier sentimiento amoroso hacia él.

Después de dos días de su ida, Jungkook para mí simplemente era un recuerdo muy bonito de la mierda de existencia que tenía.

—En qué piensas? Espero que en mí.—Bromeó el dueño de aquella voz que tan rojo me ponía.

—Pues no.—Dije y mi demonio favorito fingió estar molesto, eso hasta que lo tomé por el rostro y empecé a dejar besos por toda su cara.—Ya... solo pensaba en mi amigo.

—¿El enamorado del diablo?—Me preguntó curioso, yo no le había hablado mucho de Jimin.

—El mismo.—Me senté mejor a su lado.—Tengo mucho sin verlo, quiero ir a la tierra.

—Y yo, pero Lucifer se empeñó en que no.

—Pero... pero yo puedo ir solo.—Hoseok empezó a negar y yo tomé sus manos entre las mías.—Por favor, es solo un día, yo quiero hablar con amigo.

Traté de hacer la cara más tierna del mundo. El demonio no solía resistirse a eso.

El mayor suspiró y asintió por fin. Taehyung sonrió. Al menos con Hoseok lo que quería, lo obtenía.

—Yo quería ir contigo, pero si tanto quieres ver al humano, cuando vuelva Yoongi lo podrías ver.—Me dijo con dulzura.

—Mientras tanto... yo podrías darle las gracias a mi hyung.—Dije meloso y pegué mi rostro en su cuello, dejando vario besos allí.

—¿Si? No tienes que agradecerme nada, pero si quieres hacerlo.—Se encogió de hombros y con esa sonrisa coqueta y llena de lujuria me tumbó en la cama para caer sobre mí.

Esa era una buena estrategia. El sexo, Hoseok amaba el sexo y yo amaba como me lo hacía.

Quieren smut en la historia??? Pregunta seria xdxd.

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