(P.O.V OMNISCIENTE)
Atsushi faltó al colegio los siguientes dos días, su ánimo estaba por los suelos, y de solo pensar en tener que ver a Akutagawa, a Chuya o incluso a Dazai lo hacía llorar. No había salido de su cuarto y para no tener que pensar mucho había dormido, solo salió para ir al baño, o tomar agua o por algo de comida. Luego llegó el fin de semana, donde sus padres decidieron entrar a su habitación a pesar de sus reproches. Atsushi estaba acostado, mirando el techo, aún en pijama siendo ya las tres de la tarde. Cuando sus padres entraron, se cubrió toda la cara con las mantas y no dijo nada.
— Atsushi, debemos hablar, los tres — dijo Fukuzawa. Atsushi no respondió, y frunció el seño — Por favor necesitamos verte — Atsushi suspiró, se dió una vuelta y dijo:
— No tengo nada que hablar, ¿Se van ya? — Fukuzawa y Mori se miraron con preocupación, Mori se sentó a los pies de la cama y se quedó en silencio.
— No nos iremos hasta que hablemos — apuntó Fukuzawa, Atsushi gruñó, se destapó y se sentó, de brazos cruzados. — Entendemos que estás enojado y triste por lo que sucedió, pero no puedes estar así para siempre — habló el hombre.
— Sí, estamos preocupados por tí Atsushi, habla con nosotros, confía, te vamos a apoyar — dijo Mori.
Atsushi no respondió.
— No sabemos por lo que estás pasando, es cierto, pero podemos ayudarte, es nuestro deber como tus padres, y no sólo eso, te queremos y no nos gusta que estés así, nos duele — agregó Mori.
— ¿Les duele? — masculló Atsushi subiendo la mirada — ¿A ustedes les duele? — Mori y Fukuzawa se miraron.
— Eso no es lo que queríamos decir...nosotros--
— ¡No me interesa lo que tengan que decir! — saltó —¡No voy a escucharlos! ¡Sólo déjenme sólo! — gritó. Ambos se miraron sorprendidos, Atsushi nunca les había subido la voz.
— No nos subas la voz Atsushi — dijo Fukuzawa — estamos intentando conversar —.
— ¡¡Impresionante nunca le había subido la voz a mis padres y me quedan dos años para graduarme!! —rió Atsushi sarcásticamente. Saltó de la cama y con prisa se puso las zapatillas.
Agarró el primer polerón que encontró y salió corriendo de su habitación. Mori iba tras él, preguntándole a dónde iba, sin obtener respuestas. En un momento lo agarró del brazo pero este se safó bruscamente y dió un portazo en su cara.
Con los ojos cerrados y la cara ardiente, salió corriendo. Apretaba los dientes y unas pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas, corrió, sin dirección aparente.
Se detuvo cuando divisó a lo lejos el parque "Los lirios", fue entonces que notó que estaba cansado, sudoroso y rojo por el calor. Había corrido por lo menos cuarenta minutos o una hora completa. Suspiró, se agarró de las rodillas y estuvo en esa posición, recuperando el aire, por unos cinco minutos. Cuando subió la cabeza sintió mareo, y claro, había llorado por tres o cuatro días seguidos, no había comido desde el día anterior y apenas se acordaba de hidratarse.
Dió un paso y sintió que se caía, pero no se dejó. Se dijo que descansaría bajo un árbol en dichoso parque. Se puso la capucha y caminó, aún con la sangre palpitando en su cabeza. Llegó y decidió ir lo más lejos posible de la entrada, así no sería visto por la gente que entraba y salía de este. Cruzó el puente y finalmente decidió sentarse en el árbol en el que casi se besó con Akutagawa hace un tiempo atrás. Contuvo las lágrimas, no iba a llorar por eso, debía superarlo.
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"𝔸𝕡𝕦𝕖𝕤𝕥𝕒" 𝔹𝕦𝕟𝕘𝕠𝕦 𝕊𝕥𝕣𝕒𝕪 𝔻𝕠𝕘𝕤 (𝕊𝕔𝕙𝕠𝕠𝕝 𝔸𝕌)
FanfictionAkutagawa y Chuya, son amigos desde cuarto de la básica. Ambos están en un conflicto con otras dos personas que odian desde siempre, pero de las que no sabían nada. Esas dos personas se querían mucho entre sí, sus nombres eran Dazai y Atsushi. Un d...