"𝔸𝕡𝕦𝕖𝕤𝕥𝕒" 𝔹𝕦𝕟𝕘𝕠𝕦 𝕊𝕥𝕣𝕒𝕪 𝔻𝕠𝕘𝕤 (𝕊𝕔𝕙𝕠𝕠𝕝 𝔸𝕌)

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(P.O.V. OMNISCIENTE)

Atsushi no le dirigió ni la mirada a Akutagawa durante la presentación del proyecto, cuando a su compañero le tocaba hablar, se ponía muy serio y pretendía que no había nadie allí con él.

La profesora les puso un 10, el trabajo estaba muy bien hecho y todo lo demás, algo bueno tenía que haber salido de esa relación.

Atsushi no quería perdonarlo, pero a la vez sentía un sentimiento de culpa en su pecho, pensó que todos cometían errores y que ya le había pedido disculpas, incluso fue hasta su casa y para eso se necesitaba mucha valentía. Pero ese pensamiento desaparecía cuando recordaba los besos y el cariño que recibió, que hasta ese momento lo sintió falso.

—  ¿Vas a ir a la fiesta de Tachihara el Viernes? — Preguntó Dazai, en un recreo.

— Sí, iré, tú también ¿Cierto?— Dazai asintió. Ninguno de los dos se atrevía a tocar el tema por no saber cuánto le había o le estaba afectando al otro.

Chuya llamó a Dazai muchas veces por teléfono, incluso llamó a Atsushi, quién sin querer contestó por no revisar quién lo llamaba.

— No lo sé. Y tampoco creo que quiera verte la cara, honestamente, tú y Akutagawa son unas personas muy crueles, adiós—  eso había respondido cuando el pelirrojo le preguntó por Dazai, con las disculpas y todo lo demás de introducción.

Se sintió algo cruel y culpable después de eso, pero no lo llamó de nuevo.

El Viernes se acercaba y Akutagawa parecía estar rindiéndose, se había cansado de buscarlo para pedirle perdón, también lo entendía, ni él quería estar consigo mismo. Él y Chuya ya no se hablaban, casi no se veían, Aku estaba enojado con él y viceversa, no sabían por qué, pero culpaban al otro de sus situaciones.

Chuya de todos modos se rodeaba de gente para escapar de la soledad, Aku en cambio se sentaba sólo bajo el árbol a contemplar la nada, lo prefería así, prefería estar solo.

—Yo te paso a buscar — dijo Dazai por el teléfono a Atsushi.

— Vale — dijo Atsushi, cortaron, y Atsushi se miró una vez más al espejo. Ya era Viernes. Sus jeans rotos combinaban muy bien con su polerón sin cierre blanco, que sabía que se mancharía, pero aún así quería usarlo.

El castaño llegó a su puerta quince minutos después, también con su ropa casual, saludó a los padres de Atsushi y le dijo que lo llevaría a pesar el rato a su casa, ellos se lo agradecieron pues creían que Atsushi necesitaba salir y distraerse un rato.

Salieron en silencio y caminaron en silencio. No fue hasta que llegaron a la casa de Tachihara que se dirigieron la palabra.

— Cuánta gente — dijo Atsushi.

— ¿Te quieres ir? —

— No, está bien — dijo, encogiéndose de hombros.

Entraron sin decir nada más, fueron bienvenidos por el dueño de la casa, muy feliz, y dándoles unos tragos en vasos pequeños. Atsushi se lo tomó, algo asqueado, pero no le importó.
Dazai hizo lo mismo, solo que él estaba más acostumbrado a tomar que Atsushi y estaba acostumbrado al sabor.

Llegaron a la sala donde habían sillones al fondo de esta, un espacio grande para bailar, y al otro lado una larga mesa con comida, cerveza, y más cosas. Los dos se quedaron cerca de la mesa, hablando pero sin hablar al mismo tiempo.

Tachihara recibía a sus invitados gritando, para que lo oyeran sobre la ruidosa música que salían de los parlantes. Llegaba mucha gente, parecía que había invitado a todo el instituto a su casa.