CAMBIÓ

Uno

— No voy a repetirlo más veces, Yeonho. El signo positivo con el negativo resulta a un signo negativo – Yongseung apunta una y otra vez al cuaderno, donde resuelven un problema matemático.

— Si lo cambio a positivo me entregará la respuesta correcta – Yeonho le muestra su libro, apuntando con un dedo el resultado del ejercicio.

— No funciona de esa manera. Debemos seguir las reglas.

— Las seguí y no obtengo la respuesta correcta – cruza los brazos y hace un puchero.

Yongseung suspira y revisa el ejercicio que Yeonho hizo por sí mismo. Todo parecía ir bien, todo parece estar en orden, hasta que nota un mínimo pero importante detalle. Revisa su propio trabajo. Enciende su máquina de calcular y vuelve a resolver desde el principio.

— ¿Y la coma decimal? – mira lenta y seriamente hacia Yeonho.

— ¿Coma decimal?

— Esta coma decimal – casi junta la máquina con el rostro de Yeonho – Olvidaste poner la coma decimal. Por eso los resultados son grandes y el final no resulta. No necesitabas tantas ecuaciones – comienza a borrar furiosamente el cuaderno.

— Lo siento, no me dí cuenta – dice Yeonho con pena y después abraza cariñosamente al menor – Es que no sabes lo difícil que es no pensar en un lindo chico que es mi novio y no puedo prestar atención a mis tareas. Roba gran parte de mis pensamientos, porque lo amo mucho.

— Yeonho, no digas eso – sisea asustado Yongseung – Estamos en la biblioteca, pueden escucharnos y pensar mal.

— Claro. Olvidé que tienes un bonito y cariñosos novio, pero es muy celoso cuando estás con otras personas.

— Será lindo, pero necesita un poco de dedicación para que no vuelvan a regañarlo en clases.

— Dejemos de hablar sobre tu novio y bésame – Yeonho atrapa el rostro de Yongseung con sus manos e intenta besarlo.

— ¡Yeonho!

Todos los días eran así. El uno a lado del otro, demostrando confiada o tímidamente el amor hacia el otro.

Llevan mucho tiempo de amistad, pero su relación fue a otro nivel hace más de un año y Yongseung aún no está listo para el excesivo cariño que Yeonho quiere brindarle.

A pesar de ser el menor sólo por unas semanas, Yongseung lideraba con más seriedad la relación. Sabía que no era correcto para otras personas y por esa razón, siempre recordaba a Yeonho dónde ser y no ser tan cariñosos, para evitar problemas. En Yeonho es natural mostrarse cariñoso y muchas veces era regañado al no contenerse. Aún así, podían tener tiempo sólo para ellos dos y ser como una pareja tontamente enamorada, donde Yongseung hacía un gran esfuerzo para recibir todos los besos, abrazos y piropos que Yeonho podía decirle desde lo más profundo de su corazón.

Como nadie es conocedor de aquella relación, ellos pueden estar muy tranquilos sobre los celos. No tienen un grupo de amigos, sabiendo cómo son y prefieren ser sus propios amigos. No hablan mucho sobre ellos, no intenta perjudicarlos, sólo son otro par de estudiantes. Es normal ver dos chicos o chicas caminar y estudiar juntos por el edificio, nadie sospecharía que Yeonho y Yongseung son algo más que amigos.

— ¿Por qué estamos aquí? – Yeonho se avienta aire con las manos – Dijiste que sería un paseo corto, pero llegamos de mi casa hasta el estatua de Sejong el Grande.

— No te quejes, tomamos el metro.

— Sí y habían tantas personas, como aquí que, no puedo ser un buen novio amoroso.

— Yeonho, no digas esas cosas – Yongseung pellizca el brazo de Yeonho.

— ¡Auch! ¿Lo ves? No puedo hacer nada de lo que quiero. No entiendo por qué me llevas a dar un paseo, si no me dejarás amarte.

— Sabes que no es correcto en lugares públicos.

— ¿Entonces por qué me traes? – Yeonho empieza a molestarse – Podríamos ir a un lugar más privado y no tratarme, como si no nos conociéramos.

— Estamos aquí, porque he visto un lugar donde preparan buena comida.

El estado de Yeonho, cambia de aburrido a energético, saltando emocionado al rededor de Yongseung.

— ¿En serio? ¿Dónde? – sujeta la mano de Yongseung y corre hacia la avenida.

— No hagas eso, Yeonho – logra detenerlos antes de bajar de la cera – No sabes dónde está. Podrías hacernos perder.

— Entonces calla y llévame al dichoso lugar donde tienen buena comida.

Yongseung asiente y camina a la sección de taxis.

— ¿Sabías que el rey Yeonsangun prohibió la gran escritura, cuarenta años después de la muerte del rey Sejong? Incluso mandó quemar cualquier libro escrito con este alfabeto. Y hasta el siglo XIX, la gran escritura, pudo ser recuperada por completo.

— Oh. No lo sabía.

— Lo olvidaste. Aprendimos eso en historia.

— Bueno, no lo recordaba.

— Es importante que lo sepas y recuerdes. Yo lo recuerdo, porque dijiste: "No es un problema para mí, agregar o eliminar lenguas, tengo mejores formas de mostrate mi amor" y me gustó, aunque te dije ridículo. Podrías ir algún día a visitar su estatua y justamente un extranjero se acerca a preguntarte sobre los antescesores.

— Tienen guías – Yeonho mira sorprendido a Yongseung y presiona sus mejillas, susurrando después – Lo sabía. Sonreías mucho.

— Tal vez no lo comprenda.

— Entonces, tú estarás a mi lado y podrás decirle todo lo que sepas acerca del rey.

Yongseung corresponde a la sonrisa de Yeonho.