Kangmin sonríe observando las tranquilas calles, por la que Yeonho lo invitó a pasear y su vista viaja hacia un lugar llamativo.
— ¿Podemos jugar en ese parque?
— Claro.
Kangmin sostiene la mano de Yeonho y juntos corren hacia los juegos.
En un principio, Kangmin era quien se divertía intentando jugar en casi todos los juegos, pero sólo corriendo a su alrededor con mucha curiosidad, con Yeonho siguiéndole el paso.
— ¿Qué es esto, Yeonho-hyung?
— Un tobogán, Kangmin-ah.
Ayudó a Kangmin a subir y bajar en el tobogán.
— ¿Para qué sirve esos... rectángulos, Yeonho-hyung?
— Sólo sostienes la barra con las manos e intentas subir todo el peso de tu cuerpo.
Aunque ninguno lo haya logrado realmente, al sólo alcanzar a sostenerse de la barra más baja.
— ¿Y cómo bajo por el tubo, Yeonho-hyung?
— ¿Deslizándote?
El juego más fácil para todos los niños que, Kangmin ni siquiera sabía cómo funcionaba y lo omitieron, porque Yeonho vió que tenía miedo a las alturas y por eso se paralizó al subir en el muro de cuerdas.
— ¿Podemos subir a esos animalitos, Yeonho-hyung?
— Es para niños pequeños, Kangmin-ah.
— Por favor, Yeonho-hyung.
A Yeonho no le pareció mala idea subir a esos juegos montables, después de ver cuán feliz era Kangmin balancéandose hacia cada lado.
— ¿Qué es eso, Yeonho-hyung?
— Un carrusel, Kangminie.
Así como mostraba temor o alegría en cada juego, también intentaba esconder sus miedos sólo por jugar en todo lo que sus brillantes ojos se posan.
— ¿Puede empujarme, Yeonho-hyung?
Yeonho, no puede evitar reír, por lo mucho que Kangmin se esforzó para subir a un columpio, pero no puede balancearse por la altura del asiento que impide sus pies toquen el piso.
Kangmin mira ansioso a Yeonho detenerse a su espalda y empujarlo suavemente al frente.
Sus mejillas se sonrojan cada vez que las manos del mayor tocan su espalda con suavidad y la relajada expresión en el rostro, no hace más que sonrojarlo y regresar la vista al frente.
— Kangmin, no voy a empujarte por mucho tiempo. Debes utilizar los pies.
Por más que le explique y mueva los pies de Kangmin, para que sepa lo que debe hacer, el menor luce muy perdido por sus acciones y miradas. Aunque Yeonho no lo entienda, esa cercanía hace sentir muy nervioso a Kangmin que, la única forma de hacerle prestar atención es alejarse y sentarse en otro columpio para que entienda lo que debe hacer.
— ¿Así, Yeonho-hyung? – Kangmin sube y baja los pies.
— Sí, pero debes inclinarte hacia atrás y adelante, para que puedas... ¡Kangmin! – baja rápidamente del columpio, para evitar que el menor caiga por inclinarse demasiado hacia atrás – ¿Por qué estás riendo? Pudiste haberte lastimado.
La sonrisa de Kangmin se borra lentamente.
— Lo siento.
— Debes tener más cuidado y prestar atención. Yo no me incliné tanto hacia atrás, no debes hacerlo mucho – camina hacia la espalda de Kangmin – Volveré a empujarte. Debes hacer lo mismo que me viste hacer en el columpio.
— Está bien.
Kangmin presiona los puños alrededor de las correas e inclina la cabeza hacia adelante, frunciendo el ceño y labios.
— ¿Qué haces? – Yeonho mira confundido, la extraña expresión en el rostro de Kangmin, quien sonríe de inmediato.
— Lo mismo que usted hizo en el columpio. Hizo esa cara.
— Yo no hice esa cara.
— Sí lo hizo – vuelve a fruncir el ceño y presionar los labios en línea recta, después sonríe – Aunque me gusta, parece muy concentrado.
— No es cierto.
— Sí es cierto.
Vuelve a empujar la espalda de Kangmin, hasta que el menor puede controlarlo por sí solo.
Como varios niños los vieron jugar como ellos, los invitaron a jugar con ellos un juego con pelota que Kangmin tampoco sabía jugar y los niños no tuvieron problema en enseñarle, incluso en otros, como el escondite, la rosa de Saron está floreciendo o la persecusión.
El tiempo transcurre tan rápido que olvidan a dónde se dirigian principalmente, pero Yeonho tenía mucha curiosidad del por qué Kangmin parecía no conocer todos los juegos que hicieron esa tarde.
— ¿En serio nunca jugaste alguno de esos juegos?
Kangmin niega, sosteniendo su helado con ambas manos cerca de su pecho.
— Visité los parques muy pocas veces con mis padres, pero nunca pude jugar con otros niños o sólo yo, porque debían concentrarse en su trabajo y cuidar de mí al mismo tiempo. Tampoco podía jugar con alguien en casa.
— ¿Qué hay de tus amigos? ¿No salen a pasear?
— Sólo caminamos, no hacen juegos de niños... pero ahora somos amigos y me he divertido mucho, porque jugamos juntos y quisiera volver a repetirlo.
Yeonho asiente, queriendo responder con modestia, pero el gruñir del estómago de Kangmin le hace recordar algo importante.
— La comida, Kangmin-ah.
— ¿Comida? ¡Oh! ¡Comida!
Yongseung deja de esconderse entre arbustos, y sin importarle que las personas le miran extrañados, camina lentamente detrás de Yeonho y Kangmin, revisando su móvil contínuamente.
Llegan a un pequeño tienda de comida y Yongseung corre hacia Yeonho, después de que este haya dejado pasar primero a Kangmin.
— ¡¿Qué es lo que..?! – Yeonho empuja antes de darse cuenta de quién había tirado de su brazo con tanta fuerza – ¿Yongseung?
— ¿Qué haces aquí? – Yongseung mira friamente a Yeonho y su vista se desvía al más joven que salió del restaurante, preocupado de no ver a Yeonho a su lado.
— El lugar es agradable, Yeonho-hyung – se percata de la presencia de Yongseung – ¡Hola, Yongseung-hyung! ¿Yeonho-hyung también lo invitó para comer aquí?
Mientras Kangmin habla muy contento sobre su primera impresión del restaurante, Yeonho y Yongseung se miran en silencio, con un sentimiento extraño para ambos.
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CAMBIÓ
Mystery / ThrillerDonde el amor y la obsesión nublan la vista de tres jóvenes estudiantes. Yeonho, Yongseung y Kangmin de VERIVERY son los protagonistas en este historia, ubicada en un universo alterno y para nada relacionado al mundo real. Y estará catalogado tempor...