Cuatro

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El interés domina a Kangmin y el día siguiente busca a Yeonho por todos los pasillos de la escuela.

Tenía que estar por algún lado y lo encontrará.

Ese chico no fue parte de su imaginación y sus compañeros no evitarán que lo encuentre.

Sólo fue en raspón en el codo, nada grave para que lo vigilen todo el tiempo y le prohiban verlo de nuevo. KangMin no lo entiende. Ese superior no intentó intimidarlo. No luce como una mala imfluencia, a sus ojos, es la persona más interesante que vió en su vida y ese día debe encontrarlo a toda costa. No puede estar una día más sin saber de Yeonho.

Pero pasaron dos días, mas el fin de semana, que no lo encuentra y se desanima.

¿Dónde podría estar?

¡Oh! Mis ojos.

Kangmin levanta la mirada y con la vista, busca el origen de la distinguida voz.

Mira por todos lados hasta verlo salir de la biblioteca subterránea, con un paquete de galletas con chispas de chocolate y la genuina leche de banana en manos.

Yeonho no planea dejarlo ir tan fácil, tras días sin saber de él.

El corazón de Kangmin se detiene por segundos, cuando el mayor sonríe al verlo y también acercarse.

Tú... pequeño. No te veo hace mucho tiempo, ¿Los maestros están siendo exigientes?

No busco libros... estaba buscando a usted.

¿Sí? ¿En qué puedo ayudarte?

Kangmin sonríe más.

Yeono, ¿Tienes mi resaltador azúl? se acerca Yongseung, buscando en los bolsillos de su mochila y regresando en sus pasos Tal vez lo olvidé en la mesa.

Yeonho suspira de alivio y con mirada lastimera mira los productos en sus manos, para ofrecerlos a Kangmin.

Los necesitas más que yo.

¿Eh? ¿Para mí?

Rápido. Tómalos o me arrepentiré.

De acuerdo.

Rápido, niño, no hay tiempo.

Asintiendo varias veces, Kangmin los toma.

Gracias...

Yeonho recupera las galletas y con desesperación busca un buen bolsillo en la mochila de Kangmin, para esconderlas.

Esconde eso. Esconde eso.

Kangmin lo mira más confundido por los susurros y Yeonho vuelve a encargarse de esconder la bebida debajo el uniforme superior de Kangmin, justamente cuando Yongseung regresa.

Lo encontré, aún estaba en nuestra mesa aún sonriendo, mira a la persona desconocida, la cual YeonHo abraza ¿Puedes explicarme lo que haces, Yeonho?

Yeonho da media vuelta lentamente, con una sonrisa nerviosa y encubriendo al más jóven.

Sólo saludo a un junior, Seungie. Nos conocimos casualmente en los pasillos y estaba muy felíz por verlo después de mucho tiempo. Te lo presento sujeta los hombros de Kangmin Este niño se llama... es...

Yoo Kangmin, un gusto extiende una mano hacia Yongseung y este corresponde el saludo con una reverencia.

Es mi amigo Yeonho habla a Kangmin.

Kim Yongseung, ¿Primer año?

Sí. Aunque el mes no está completado, puedo decir que esta escuela me agrada demasiado. Me siento cómodo en...

Ahorra tus palabras para las ceremonias. Sólo preguntaba, porque Yeonho no suele recordar la cara de los nuevos. Debió pasar algo grande, para que te recuerde y hasta sea felíz al verte de nuevo.

Claro que no abraza con más efusividad a Kangmin, quien no logra controlar el creciente sonrojo en sus mejillas ¿Por qué dices eso de mí? Recuerdo a todos, es sólo que no nos volvemos a ver, como este caso, ¿Habías visto alguien tan lindo?

Si ya lo viste y tocaste, aléjate o escapará de tí. Eres muy pesado y tú, Kangmin, regresa a tu camino. Los nuevos aún están a prueba. No descuides los estudios.

Kangmin asiente un poco asustado, por la repentina seriedad .

Puedes buscarme cada vez que necesites ayuda o simplemente pasar el rato. Me gustaría volver a verte vuelve a sonreír.cuando Yeonho despide despeinando sus cabellos.


suspira Kangmin, viendolos alejarse Me gusta empieza a caminar hacia su próxima clase, con una grande sonrisa.

Con el dedo índice, Yeonho toca el brazo de Yongseung.


¿Cuál es tu estado de ánimo, ahora? Parece concentración, pero el ceño fruncido es contradictorio, ¿Quieres ir al baño?


¿Te parece lindo?


¿Qué cosa?


Ese junior. Nunca los tratas así.


  Te dije que no vuelvo a verlos. Aún estaba asustado y quería darle mi apoyo. Si veo a otro, haré lo mismo, no es fácil iniciar un nuevo ciclo.



Pero no lo mencionaste antes, ¿Cuándo se conocieron?



No lo pensé como algo relevante. Lo olvidé muy rápido. No parecía interesante, como comer algo dulce en estos momentos.

Ah, sí. Ví que compraste leche y galletas, no puedes comer eso todos los días.


No lo tengo hace dos veranos, siempre lo comisas y hoy tampoco podré comer.



Así es, entrégamelos.


No los tengo.


No volverás a engañarme, Yeonho. Entrégalos por las buenas.

Digo la verdad, si no crees, revisa.

Yongseung revisa todo lo que puede y regresar, para mirar seriamente a Yeonho, sin poder creer no encontrar algún dulce.




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