Seis

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Los amigos de Kangmin evitaron que este se acerque nuevamente a Yeonho y Yongseung, en cuanto les comentó que saldría muy pronto con Yeonho.




Kangmin no entiende por qué son tan protectores, si Yeonho no parece ser alguien malo, pero no pudo tratar con la constante negatividad y dejó de ir contra la corriente por unos días.




Yeonho no lo contactó, ni lo buscó y cuando se encontraron, parecía incómodo por hablar.




Estoy molesto, hyung.




No era mi intención, Kangmin. Pensé que lo guardé muy bien, pero no lo encontré. Lo siento mucho.





Está bien. Lo perdono, pero realmente necesitamos hablar solos, ¿Tiene su móvil ahora?




Lo dejé en mi casa.




Kangmin frunce el ceño y revisa en su propia mochila.




¿Hoy debe hacer deportes?




No, ¿Por qué?




Présteme su brazo.




¿Por qué... ¡Ay! ¿Qué haces?





No se mueva Kangmin acerca más al brazo y con un boligrafo escribe números sobre la piel, sonriendo al terminar Listo. No se detendrá hasta llegar a casa. De esta forma no lo perderá, tendrá que registrarlo rápidamente en su móvil y llamarme de inmediato, ¿Entendido?





Ya no creo que sea necesario. Apuesto que esto nunca se quitará.





Kangmin sujeta un brazo de Yeonho y sacude suavemente.





Yeonho-hyung, lo digo en serio. Quiero llevarlo a conocer ese lugar. Realmente quiero hacerlo.




Está bien, no lo olvidaré.




¿Lo jura?




Lo juro.






Kangmin levanta un dedo meñique y Yeonho lo imita, entrelazando ambos dedos y formando una pequeña sonrisa en sus labios.





Yeonho contactó a Kangmin como lo juró, pero no volvieron a verse días después, más que por sus clases eran por sus cercanos.






Yongseung se volvió más exigente de atención y los amigos de Kangmin no lo dejaban acercarse a las áreas donde sus superiores suelen descansar.






El día de la reunión, Kangmin sale más temprano de casa, ya que sus amigos planearon una salida a una feria. Antes de llegar a su destino, tomaba descansos para relajar su mente sobre lo que podría pasar en su reunión con Yeonho.






Yeonho termina la llamada y apresura para llegar a su punto de encuentro con Yongseung, para acompañarlo a visitar una feria de temas científicos.






Ese tipo de cosas le resultan aburrido, pero cuando Yongseung habla sobre ello le resulta más interesante, aunque suele llegar a tomarlos con mucha seriedad. Ver a su novio animado, lo hace sentir bien.






No le molesta estar horas escuchándolo hablar como un niño asombrado por lo aprendido en el jardín.







Recuerda por qué le gustaba Yongseung.





Es único.





¡Oh! ¿Puedes esperarme unos minutos? Necesito ir al baño Yongseung le extiende su bolso y bebida.




Si bebieras con más calma, no tendrías que ir constantemente.




Estoy muy ansioso. Hay muchas cosas nuevas. Me relaja. Fresco.




De acuerdo, de acuerdo. Rápido, ve.




Yongseung asiente y camina con dificultad hacia un pasillo.





Yeonho toma asiento en una banca y escucha el distinguido tono de llamada proveniente de su móvil. Lo busca en su bolso, pero no logra responder la llamada y revisa, dándose cuenta que son varias llamadas perdidas de un sólo contacto.




Vuelven a llamar y contesta confundido.





Hola, ¿Kangmin?



Hyung... ¿Dónde está?




En una especie de feria con Yongseung...

Yeonho-hyung... ¿No está en camino?

¿A dónde?



Escucha un bajo jadeo desde la otra línea.





Yeonho-hyung... estoy esperándolo desde hace horas aquí... hoy comeríamos usted y yo en el restaurante del que hablé... me prometió llegar a tiempo, para visitar las tiendas.


Oh, no... Cuánto lo siento, Kangmin. Lo olvidé. No era mi intención, pero admito que fue mi error. Yongseung regresará pronto e...




No, hyung aumenta el volúmen en su voz, revelando sus pocas fuerzas para seguir hablando Estoy regresando a mi casa... no se moleste en ir ahora... diviértase mucho con Yongseung-sunbaenim... Adiós.




Kangmin termina la llamada y traga grueso, intentando contener sus lágrimas. Encogiéndose en el asiento del taxi, siendo atacado por el dolor en su pecho. No puede creer que duela tanto estar enamorado de alguien que parece no darse cuenta y no sepa cómo lastima una reunión cancelada.









Yeonho suspira exasperado por los rechazos de llamadas y las últimas que ni siquiera recibe, porque apagó su móvil.



Yongseung regresa con más energías para recorrer la plaza y tira del brazo de Yeonho por todos lados, notando de vez en cuando su cambio de humor, pero ignora porque podría estar aburrido de lo que están viendo y compra algunos dulces, para distraerlo.









CAMBIÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora