Diéz

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Yongseung camina furiosamente hasta la mesa de Yeonho, aprovechando que el maestro de materia aún no llega, y aterriza su mano pesadamente en la mesa a un lado de la cabeza de Yeonho, quien levanta la cabeza con lentitud.

¿Me dejaste esperando como idiota, sólo para ir a comer carbohidratos con ese niño?

No quiero discutir ahora, Yongseung, déjame en paz.

Creo que tuviste suficiente paz ignorando mis llamadas y mensajes por días. Ahora vas a escucharme sacude un hombro de Yeonho, cuando este vuelve a descansar la cabeza sobre los brazos cruzados.

No estoy de humor, Yongseung.

Yo tampoco estoy de humor, Yeonho sacude con más insistencia el hombro de Yeonho Así que, escúchame.

Hablo en serio. Detente.

Yo también hablo en serio. Así que, mírame a los ojos y escúchame bien.

No me hagas enfadar, Yongseung.

¿Tú? Quien debe estar molesto,  soy yo. Me hiciste esperarte como un idiota ese día esta vez golpea la cabeza de Yeonho Ni siquiera me llamaste, ni enviaste un mensaje o me buscaste. Yo tuve que ir a tu casa, para...

Sus compañeros exclaman asombrados, cuando Yeonho sujeta la molestosa mano de Yongseung y se pone de pie, mirándolo seriamente.

¿Quién te dijo que me busques ahí en primer lugar? la mano de Yeonho tiembla sobre la muñeca de Yongseung  ¿Olvidaste nuestro acuerdo? ¿Realmente me tomas enserio?

Yongseung mira impresionado a Yeonho, mientras intenta liberarse del agarre.

Sólo quería saber dónde estabas, ¿Te parece ridículo cumplir con mis condiciones, pero te molestas cuando voy a tu casa?

Es lo único que te pedí, sólo uno de las cientos de cosas que yo debo hacer para estar a la altura de tus espectativas, ¿Era tan difícil quedarte en tu casa, en lugar de hacer eso?

Teníamos que salir juntos.

Eso no es cierto y no es razón para que hayas ido a mi casa.

¿Por qué te molesta que haya ido a tu casa y no dejarlo pasar, como yo dejo pasar varias de tus faltas? Tú puedes ir a mi casa y yo podria presentarte a mis padres, así como tú...

No quiero que conozcas a mis padres.

Yongseung frunce las cejas al escuchar a Yeonho hablar sin gracia, sus manos se debilitan y nuevamente sus compañeros exclaman asombrados, procediendo a murmurar sobre algo que no estaban enterados.

¿Qué es todo este alboroto? el maestro llega para regresar el orden Todos tomen asiento, la clase está por empezar.

Yongseung aparta sus manos, para regresar a su mesa frente al maestro, conteniendo las lágrimas que luchaban por salir debido a la negativa de Yeonho, por presentarlo a sus padres.

Yeonho se siente un poco culpable al ver que deprimió el rostro de Yongseung al rechazar su propuesta, pero decidió darle su espacio.

Yongseung sale del salón, después de esperar a que Yeonho se acerque a su mesa, para hablarle, pedirle perdón, convencerlo para dejar de estar molesto o regalarle algún dulce, pero Yeonho no se mueve por ningún motivo de su silla.

Camina lentamente hacia la puerta, con pasos vacilantes y pesadas, esperando que lo llame, que lo detenga y le pida hablar a solas, para solucionar el problema, pero no sucede y Yongseung siente un nudo en la garganta al ver por la ventana a Yeonho jugando con su móvil aún en su mesa.

Yongseung-hyung la cantarina voz de Kangmin lo detiene en su solitario camino hacia la cafetería.

Hola, Kangmin, ¿Cómo estás?

Muy bien, gracias Kangmin sonríe caminando a su lado Yongseung-hyung, ¿No es una molestia si me uno en su hora de comer?

En absoluto. Me haría bien un poco de compañía.

Kangmin sonríe, sin entender lo que Yongseung quizo decir y lo sigue hasta llegar a una mesa libre, dándose cuenta minutos después que faltaba alguien.

¿Yeonho-hyung no se siente bien? ¿Por qué no está con nosotros? ¿Dónde está?

Había sido su razón principal para unirse a la merienda.

Yeonho está bien. Supongo que aún está en el salón, haciendo algo importante.

Wow, Yeonho-hyung es muy estudioso.

Sí, claro remueve su ensalada con brusquedad ante la inmediata suposición de Kangmin sobre Yeonho Soy yo quien debe recordarle estudiar... Yeonho no lo haría por sí mismo, y ni siquiera me lo agradece.

¿En serio? ¿No le agradece cuando obtiene buenas calificaciones? Yongseung se encoge de hombros aunque tener su amistad debería ser suficiente agradecimiento Yongseung le mira de reojo.

¿Dices que mis esfuerzos no valen para ayudarle a estudiar?

Yeono-hyung no parece del tipo cariñoso o juguetón Kangmin hace una mueca De hecho, a penas jugamos juntos en el parque, pero no parecía aburrido, sólo miraba... creo que es del tipo sentimental, porque me cuidaba cuando yo intentaba subir a algún juego. Tal vez usted no se dió cuenta, pero Yeono-hyung pudo habérselo agradecido de alguna otra forma. Debería prestar más atención a su comportamiento, es lindo cuando...

¿Estás diciendo que no conozco a Yeonho, como para saber cómo agradece mi ayuda? Yongseung se siente levemente ofendido y deja sus palillos sobre la mesa, mirando seriamente al menor ¿Quién te crees tú? ¿Sólo por pasar unas horas con mi... amigo, ya crees que lo conoces por completo?

No... yo no quice decir eso...

No intentes decir algo más sobre lo que no conoces. No te creas especial. Yo conozco a Yeonho más que nadie.




Asustado por las palabras de Yongseung, Kangmin asiente, se disculpa por ser imprudente y tomando su bandeja, se despide rápidamente del mayor, para ir a buscar otra mesa dónde comer.

Yongseung se siente mal por haber asustado a Kangmin con la frustración que no piensa abandonar su cuerpo y apartando su plato de comida, sale del comedor hacia un lugar donde podría tranquilizar sus impulsos.

La biblioteca.

Yeonho sólo la visita por obligaciones y Kangmin ni siquiera la conoce.

Kangmin vió algo extraño en el rostro de Yongseung, pensó en seguirlo, pero justamente Yeonho llega desde otra dirección, provocando que Kangmin esconda el rostro con las manos, para que lo ignore y evitar crear problemas que en realidad no debieron empezar. Decirle a Yeonho lo que sucedió, podría empeorar la situación.


Pero Yeonho vió a Yongseung caminar apresuradamente fuera del comedor y no lo siguió, vió a Kangmin cubrirse los ojos con las manos y sólo sonrió, acercándose al cajero de aperitivos y marcharse con una barra de cereales, de regreso al salón para relajarse a sí mismo.










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