CAMBIÓ

Trece

Yongseung camina furiosamente de un pasillo a otro.

Lo que sus ojos habían visto y sus oídos habían escuchado, activaron sus sentidos de alerta contra la persona que buscaba en esos momentos.

— Kangmin.

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Kangmin camina apresuradamente hacia el área de los superiores, mirando atento hacia todos lados, buscando a alguien en especial.

— Debe estar por... ¡Yongseung-hyung! –  corre hacia el nombrado, quien se detiene abruptamente y mira al chico acercarse con una tímida sonrisa.

— ¿Qué sucede?

— Estaba buscando a Yongseung-hyung – baja la cabeza, para ver sus propios dedos jugando nervioso – Yo... Sé por las dificultades que están pasando usted y Yeonho-hyung, y no es malo. De vez en cuando, los amigos se enojan por las diferencias que llegar a tener, pero también deben solucionar de forma correcta.

— ¿Qué quieres decir?

— He visto que estar separados les afecta. Yeonho-hyung parece estar bien cuando está conmigo, habla bastante, jugamos juntos y siempre está conmigo, pero siento que realmente no está. No tuve el tiempo de conocer a usted, pero parece que evita estar cerca de Yeonho-hyung y pasa mayor parte del tiempo solo, de hecho, casi nunca he visto como cuando las cosas estaban bien entre ustedes. Lo siento, pero incluso parece un poco triste. Ambos.

Yongseung da un paso atrás, impresionado por la observación y preocupación de Kangmin sobre ellos.

— ¿A dónde quieres llegar?

— Lo único que quiero, es que hablen de verdad. No escondan lo que sienten, ni lo que piensan. Sólo se lastiman. Sean sinceros y no lastimen a sí mismos, con esa rutina de enfadarse y reconciliarse, sin solucionarlo de verdad. Por favor.

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Yongseung mira de reojo a Kangmin despedirse ansioso de la mesa en un café y dejandolo solo frente a Yeonho, quien fue citado por Kangmin, con el mismo propósito.

— Ese niño es muy interesado – Yongseung mueve la cuchara en círculos dentro la taza de capuccino – Se preocupa por nuestra "amistad" y nos reúne para que solucionemos nuestros problemas.

— Yo siempre estoy dispuesto a hablar, no sé lo que tú piensas.

Yongseung detiene la cuchara y levanta la mirada.

— Entonces, ¿Por qué no me buscas para hablar?

— Porque terminamos discutiendo más. Primero me reclamas, me acusas de muchas cosas, te molestas porque no estoy de acuerdo y te marchas, ¿Debería buscarte, cuando huyes de mí?

— ¿No me buscas, porque te molesta hablar conmigo?

— Yo no he dicho eso. No estoy diciendo que me molestas. Estoy diciendo que huyes de mí cada vez que te enojas pero, si no puedes entenderlo, tendré que dejarte...

— No – Yongseung detiene las manos de Yeonho, para evitar que baje del asiento – No huyo de tí – suspira y mira sus propias manos soltando las manos de Yeonho y regresando hasta casi tocar su pecho – Yo... Yo sólo quería darte espacio. No quería molestarte. Tampoco quiero discutir o pelear contigo... No me gusta cuando estamos así – empieza a jugar con sus propios dedos – Sé que a veces soy fastidioso con mis cosas... Y que mi forma de ser podría desagradar...

Yongseung deja de hablar al escuchar un suspiro desde Yeonho.

— Eso no es cierto – la mano de Yeonho se apoya sobre la mano de Yongseung y presiona los labios para formar una sonrisa – Me agradas mucho, Yongseung. De hecho, soy yo quien no quería molestarte con mis tonterías y me alejé para que tú te sientas mejor en tu entorno.

— Yo no puedo sentirme mejor en mi entorno si no estás conmigo. Tú haces... Contigo todo es mejor.

— ¿En serio?

— No necesito que cumplas con todo lo que exijo, sólo quiero que te quedes a mi lado y sólo eso bastará para estar felíz... Sólo te quiero a tí – la indolente sonrisa de Yeonho, significó la única respuesta para Yongseung después de aclarar sus sentimientos y pensar que Yeonho entendió lo que quiso decir y todo estaba bien entre ellos que, no demora en invitarle a comer en un restaurante cercano – sólo por esta vez, te permitiré escoger el menú.

Yeonho no objetó y sólo se encogió de hombros, para salir de la cafetería con Yongseung.

Sin embargo, ambos ignoran que Kangmin estuvo observando a la distancia por precaución y que se sintió ligeramente herido al verlos marcharse, sin voltear a buscarlo.

— ¿Podría ser... que sienten algo el uno por el otro?

Con esa pequeña duda que le llena de inseguridad, tras haber observado la forma en que se miraban y se sostenían las manos, retrocede y toma el camino para ir a su casa.