CAMBIÓ

Veintitrés

Cuando Yeonho despertó al día siguiente, Yongseung no estaba a su lado.

Buscó por la casa y esperó por horas, pero Yongseung no volvió a mostrarse frente a sus ojos, haciendo que Yeonho tenga el ligero pensamiento de haber soñado con Yongseung en su habitación, escuchando una melancólica canción y pidiéndole entre lágrimas que no lo abandone.

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El tiempo había pasado.

Las clases regulares han regresado.

Yeonho y Kangmin intentaban encontrar el tiempo para estar solos, pero la presencia de Yongseung alejaba al uno del otro.

Pero Yongseung no ha asistido a clases durante casi una semana. No lo habían visto en ningún momento, pero de todas formas, Yeonho quería mantener una prudente distancia con Kangmin.

La ausencia de Yongseung toma por sorpresa a todo aquel que lo conoce en la escuela.

Yongseung no era el tipo de estudiante que faltaba a clases sin un motivo realmente importante. De hecho, se presentaba en clases aunque se encuentre un poco resfriado, aunque llueva o nieve, perjudicando el tráfico y provocando que llegue tarde, pero siempre notificaba con anticipación a la dirección. No era el tipo de estudiante que se permitiría romper con las normas básicas de la escuela.

Así no era Yongseung.

Yeonho lo sabía muy bien y por ello estaba preocupado por la extraña ausencia de Yongseung en la escuela.

Sin embargo, Kangmin no sabía lo que pasaba en la cabeza de Yeonho.

No entendía por qué Yeonho no lo buscaba después de clases como habían acordado, no entendía por qué parecía más ausente cuando el mismo Kangmin encuentra la forma de estar juntos al menos por unos minutos en la cafetería. Incluso una vez fue a buscarlo en su salón lo antes posible, pero Yeonho le había pedido que se vaya.

Kangmin se estaba cansando y preocupando por la actitud de Yeonho.

– Yeonho – Kangmin dice aumentando el volumen de su voz después de intentar varias veces llamar su atención.

Incluso deja de utilizar la formalidad en plena cafetería sólo para llamar la atención de Yeonho.

– ¿Eh? ¿Qué? – Yeonho parpadea varias veces mirando a su alrededor, casi nadie les presta atención, y después mira a Kangmin – ¿Qué sucede?

– No me estás escuchando – Kangmin hace un mohín involuntario con los labios, reflejando un poco de su tristeza – Estoy hablando contigo y no me respondes, siento que estoy hablando solo.

Kangmin inclina levemente la cabeza a un lado, creyendo que Yeonho iba a darse cuenta de que no estaba siendo formal, pero Yeonho no luce impresionado.

– Oh. Lo siento, Kangmin. No estaba prestando atención…

– No. No lo estabas haciendo y... No me gusta. Siento que me ignoras... Si iba a saber que harías esto, no te habría buscado. Me hubiera quedado en mi salón y comer ahí, porque parece que no quieres pasar el tiempo conmigo.

– Kangmin, no digas eso. No te estoy ignorando, no lo haría sabiendo que… que te esforzaste para que pasemos el tiempo juntos a pesar del poco tiempo que tenemos. Y realmente quiero estar contigo justo ahora – Yeonho contrae los labios al ver que Kangmin no parece convencido por sus palabras – Perdón si estoy haciendo que pienses lo contrario, es sólo que… Estoy preocupado por Yongseung. No viene a clases. No le he visto desde… desde hace tiempo y… sé que no es momento para hablar de ello, pero realmente me preocupa y sé que ahora mismo debo estar concentrado en tí – Yeonho entrelaza los dedos y apoya los codos sobre la mesa – Olvidaré a Yongseung y me concentraré en tí. Así que, dime, ¿Sobre qué estabas hablando?