Por la forma en que Yeonho miraba a Gyehyeon, Yongseung supo que realmente estaba enamorándose y la ira en su interior no dejaba de crecer cada vez más hacia ese superior.
Viendo cómo se miraban al hablar, al hacer un gesto con la cara o manos, al tararear o cantar algunas letras. Permanecían en silencio por unos segundos, donde las emociones hacían total alboroto en el interior de cada uno y el sonrojo en las mejillas delataban sus pensamientos.
— Creo que es suficiente. Tus mejillas se han enrojecido demasiado.
— ¿En serio? – Yeonho masajea sus propias mejillas con preocupación, pero la suave risa de Gyehyeon le desconcierta.
— Aunque son muy lindas así – se acercó a Yeonho para alejar las manos de las mejillas, viendo cómo estás se enrojecen más – Traeré algo para refrescarnos. Has trabajado muy duro, Yeonho.
Yeonho volvió a tocarse las mejillas, mientras Yongseung siguió a Gyehyeon desde una prudente distancia hasta la cafetería, y al regresar Yeonho vió más cosas en la mochila del mayor.
— ¿Qué es eso?
— ¡Oh! Son para tí – deja ver muchos aperitivos dentro de la mochila – pensé que también tendrías hambre y compré bastante – toma un pan con relleno que hace babear a Yeonho – Puedes comer ahora o en casa. Son tuyos.
— ¿Míos? – Gyehyeon asintió un poco confundido por el cambio de ánimo en Yeonho – Gracias, seonbaenim, pero no puedo aceptarlo. Yo... – miró tristemente las botella de agua en sus manos – No puedo comer eso. Ya estoy muy... Subido de peso... y si como todo eso... Esos dulces, esos panes, esas galletas ó esas barras de chocolate, todos se van a burlar de mí. Mi familia me va a regañar y...
— ¿Y eso qué?
Yeonho levantó la cabeza impresionado.
— Seonbaenim.
Gyehyeon mantuvo el rostro serio y un poco despreocupado al mirar a Yeonho.
— No tienes que complacer a los demás de esta forma, tú puedes comer lo que quieres. Tampoco tienes sobrepeso. Tu familia no te puede prohibir comer de vez en cuando un dulce – con timidez, sostiene una mano de Yeonho que se siente suave al tacto con los dedos ligeramente rellenos – A tu edad y en la mía es normal que algunos engorden un poco, porque están llenando de nutrientes su cuerpo que en pocos años crecerán, serán más fuertes e inteligentes. Todavía estás creciendo, Yeonho. Así que, puedes comer lo que mejor aporte a tu crecimiento.
— Pero... Usted no parece como yo... – Yeonho era consciente de su físico, Yongseung no tenía conocimiento sobre aquello, pero aquel superior le inspiraba confianza para hablar de lo que realmente siente – A usted no le afecta esto. Nadie le dice que debe dejar de comer o acabará con todo. Nadie le mira como a un monstruo y después se ríe. Nadie hace caras cuando le ven comprando dulces o lo ven cerca...
Gyehyeon detiene los labios de Yeonho con un dedo y suaviza su mirada.
— Eso te hace sentir mal, ¿No? – Yeonho asiente con tristeza – Entonces, no los escuches, no los mires, no prestes atención a lo que hagan.
— Es fácil decirlo.
— Sí, no es tan fácil hacerlo como decirlo, y tampoco puedo comparar mi problema con el tuyo – Gyehyeon sostiene las manos de Yeonho – pero puedes intentarlo, sólo debes...
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CAMBIÓ
Misterio / SuspensoDonde el amor y la obsesión nublan la vista de tres jóvenes estudiantes. Yeonho, Yongseung y Kangmin de VERIVERY son los protagonistas en este historia, ubicada en un universo alterno y para nada relacionado al mundo real. Y estará catalogado tempor...