Ágata

Capítulo once

Holii, escucha la playlist de Ágata en Spotify<3 Link en mi perfil. También puedes buscar "Ágata" y debería salir. Ahora sí, los dejo con el capítulo, espero que lo disfruten tanto como yo.

—Esto es más fácil de lo que parece.

—No lo entiendo —contradice Gina.

—Ni yo —la apoya Junior.

Los tres esperamos la respuesta del niño, este se limita a encogerse de hombros.

—Más que claro, Harriet.

—¡Genial! Un niño de ocho años es más listo que todos ustedes —murmuro. Les he explicado el plan de escape, es casi perfecto, pero no lo captan del todo.

—No tengo ocho años y técnicamente soy mayor que todos ustedes.

Ninguno se atreve a darle la contra. Es el niño más intimidante que jamás he conocido, la soledad tras las barras lo debe haber convertido en alguien autosuficiente e introvertido. Además de astuto. Él no lo sabe, pero es el líder de todo esto.

—Lo repetiré una vez más. Si no les queda claro les prometo que me iré sola —declaro—. Junior, tú debes aceptar ayudar con el gas. No importa si va en contra de tus principios. Finge tu compromiso por el bien mayor. En realidad, intentarás de nuevo hacer tu somnífero, en el laboratorio debes tener los componentes necesarios. La idea es que haya un reinicio pronto y todos los observadores se vuelvan locos, así cuando las ventilas se llenen del somnífero todos los de salas principales caerán dormidos.

—¿Cómo estás tan segura de que no tendrá efecto en nosotros? —rebate la rubia—. Sé que Junior es listo, pero cómo va a hacer eso, tendríamos que salir evitando el área de observadores y las oficinas.

Parpadeo y muerdo mi labio inferior. Aquí voy.

—Oh, no. No, no, no. Ya vi por donde va esto. —Junior saca su brazo entre las rejas y me señala de modo acusatorio—. Vas a confiar en William. Nos vas a condenar.

—No confiaré en él —me defiendo—. Haré que él confíe en mí. Escuché que antes fue prisionero, como nosotros, quizá pueda convencerlo de unírsenos y nos ayudará a encontrar una salida.

Gina y Junior me miran como si hubiese perdido la cabeza, lo cual hoy por hoy no descarto. Estoy a punto de añadir algo más cuando Gina me interrumpe.

—¿Robarás mi técnica de seducción para que sea de nuestro bando? Vaya, Harriet, no eres tan débil como creí. Veremos cómo termina eso, cuenta conmigo.

—No diría seducción, pero puedo ganármelo. —Me encojo de hombros a pesar de que ella no pueda verme. En el paseo Will me demostró tener a una persona real bajo toda esa faceta de guardia apegado a la ley, aquella lágrima me lo había confesado todo. Solo hace falta un empujón y desactivar el gas para que él vea por sus propios ojos a que se somete en Wynt y los actos atroces que hacen.

—Si el guardia no nos ayuda, yo conseguiré las llaves —agrega el niño—. Sé dónde están y como obtenerlas. Lo de salir del edificio sería tan fácil como ir por un conducto de basura con la boca y nariz cubiertas.

Me uno al grupo de los desentendidos y ladeo la cabeza. Eso fastidia al niño, quien se cruza de brazos.

—A lo que voy es que tú tendrás al guardia como plan A mientras yo aseguro el plan B. Así tendremos dos formas de salir. El A es menos riesgoso y las probabilidades de ser atrapados son escasas, pero en el B no dependemos de terceros. ¿Bien?

—Mierda, necesito saber cuál fue tu delito y por qué eres tan brillante, persona mini —expresa Gina con los ojos abiertos.

Junior a estas alturas bosteza con pesadez. Me apresuro en terminar de explicar lo más importante.