PRÓLOGO

135 14 6
                                    

🅳É🅹🅰🅼🅴      🅰🅿🅰🅶🅰🆁      🆃🆄     🅵🆄🅴🅶🅾


¿Cómo empiezo?

Cada vez que lo observo es como la primera vez.

Como la maldita primera vez, Nero, realmente como la primera vez. Y entiendo que no he podido ser más que un egoísta que se ha podrido para dejarse estar solo. El haberlo hecho consiguió quebrar mi corazón, las lágrimas que solía suprimir cayeron hasta que amaneció y deseaba que esa no sea una despedida definitiva, deje de comer y dormir y empecé a odiar la noche porque cuando llegaba la oscuridad decaía más que el día anterior. Duele tanto hasta el alma decir adiós a una persona que querías. Pero eso se llega a superar tarde o temprano.

—Nero —suspiro— me ale—

—¿Quieres terminar tu misión de una vez? —me interrumpe de golpe y cierro la boca con dureza.

Me da la espalda y camina en dirección de la salida. No tengo palabras para decirle que se detenga, que me golpee si quiere desquitarse. Yo estaría encantado de que me destroce con su espada con tal de ver que reacciona ante mí.

Pero Nero no se gira a mirarme, simplemente continúa caminando y eso me resulta amargo.

Sin previo aviso doy salto hacia el techo que destrocé para matar a su eminencia y como si fuera que estuviera huyendo, corro sin rumbo fijo.

Cuanto más perdido esté, más querré que Nero me encuentre.

[Hace unas horas...]

En sus ojos puedo ver que aún queda algo ardiendo dentro de él. Entonces miro a otro lado y finjo que estoy ciego.

—Te ves tan feliz cuando no estoy contigo— fue lo último que pensé aquella vez que lo vi por última vez. Si, aquella vez que mencioné antes.

Nero puede hacer que saque lo mejor de mí, aunque yo solo sea un vestigio en el tema de abrirse a alguien.

Suspiro fingiendo que estos días han sido los mejores.

Podría haberme preguntado por qué rompí su corazón.

Podría haberme dicho que se desmoronó.

Pero no lo hizo y yo tampoco se lo pregunté.

Ha transcurrido más de un año otra vez.

Un año más en el que deje de mirar el teléfono y espere a que llamara como lo hizo aquella vez. No volví a buscarlo y Trish no hizo comentario alguno, incluso Lady no ha preguntado.

Es como si simplemente me estuvieran castigando.

Era un hecho que lo hice llorar cuando hui.

Nero, te hice pensar que siempre me quedaría. Dije algunas cosas que nunca debería haber dicho.

—Sí, tú tocaste el fuego en mí, pero yo fui quien te decepcionó.

No hay regreso.

Suspiro mirando de largo el local. Me había encargado de realizar algunas misiones lejos de aquí y de vez en cuando me mantenía sobrio. La mayor parte del tiempo no podía dejar de beber y de fingir que no lo hacía.

Solo pretendo.

Y me arrepiento.

Ahora me pierdo en las páginas de la revista que sostengo, acabado de darme una ducha con agua helada luego de haberme empapado con sangre de un demonio que mate hace unos minutos.

Siento que estoy lleno de muerte, leyendo sin comprender un poco, sin gracia alguna, siento mis manos duras y frías como una piedra.

Estoy completamente solo, ¿Estará bien?

Sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos.

Es probable que se haya olvidado de mí.

Hace mucho tiempo debió de haberlo hecho.

Habitación por habitación, pacientemente miro a través de las cortinas y sonrió como un desquiciado por la suciedad que alberga.

Realmente estoy solo.

El sonido de la rocola me trae a la realidad.

Levanto la mirada en esa dirección para encontrarme con Lady, de repente se suma Trish apareciendo por la puerta. Sus miradas me indican que tienen un trabajo para mí y no me equivoco, Lady me indica que conteste el teléfono, pero no lo hago y prefiero regalarle una mueca infantil.

Es Trish quien termina por contestar.

—Dante, ¿recuerdas cuando te rechacé en el Temin-Ni-Gru? —pregunta para sacar algo de tema que en realidad no me molesta.

—Claro, aquella vez que te olvidé después de tres pizzas.

—¡Serás!

—Vamos, Lady —Levanto las manos— Rechazaste la mejor oferta posible y eso que no estaba en descuento.

—Vaya forma de denigrarte.

—Haremos esta misión —interviene Trish.

—¿Se puede saber en dónde al menos? —pregunta Lady.

—Ciudad Fortuna.






















Nota de la autora:

Denle amor a esta historia y no olviden votar para saber que las personitas del ship DANERO también están aquí, descuiden nadie sabrá que vinieron a leer el contenido +18.

*Guiño*guiño*

Antes de irme, recordé cuando Bruno Mars dijo: —"Estoy tocando fondo, me niego a estar sin ti, te tengo que recuperar o de una vez dejarte ir" y Dante *todo ebrio en mi cerebro* se acordó de Nero y dijo —"Bro, I really felt that"

Y gracias a ese evento tenemos segunda temporada para "Let me touch your fire" o como le cambié el name en español "Déjame tocar tu fuego"


DÉJAME APAGAR TU FUEGO | DANERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora