Julian metió un par de cosas más dentro de su mochila, que reposaba sobre su cama perfectamente tendida, y cerró la cremallera esbozando la sonrisa más amplia que sus labios le pudieran permitir.
—Ya estoy listo.
Era viernes. Sería noche en un par de horas y mi hijo adolescente estaba feliz porque por fin podría ir a la casa de Dhani hacer desastres. Para la ocasión llevaba puesto un suéter de rayas negras y blancas, junto a un jean sencillo y zapatillas.
—Bueno, cuando guestes podemos irnos. —Respondí—. Recogemos a Mary, los llevo a casa de Dhani y luego me devuelvo a la casa de Paul. Quiero verlo.
Mi hijo entornó sus ojos y me miró. Deslicé saliva por mi garganta y metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón negro que, según yo, iba bien con mi suéter azul marino y zapatos deportivos blancos.
Me había dado una ducha luego de llegar al trabajo, y después había escogido algo presentable para ver a Paul. A pesar que él nunca hacía nada por verse bien cuando lo visitaba —porque, a decir verdad, no lo necesitaba—, yo quería estar lindo para mi novio.
—¿Y para qué quieres verlo?
—Porque necesito hablar con él algunas cosas.
Él rió, disponiéndose a salir de la habitación; yo me aparté del umbral y caminé hasta el pasillo.
—¿Tu novio no se pone celoso? —preguntó en tono de broma—. Hablas mucho con Paul y todo es Paul. Paul esto, Paul lo otro. Iré a ver a Paul, Paul me dijo esto, Paul me dijo aquello... ¿Tan buenos amigos se han convertido?
Me crucé de brazos y deslicé saliva por mi garganta mientras cruzaba una mirada con Julian. Era evidente nuestra cercanía, no lo podíamos ocultar; pero esperaba que no sospechara más allá.
El ladrido de Luna cortó aquel momento incómodo. Se lo agradecí sosteniéndola entre mis brazos y estampándole un sonoro beso en la frente; mi hijo rió y la acarició con ternura.
—Papá se quedará contigo, bonita. No estarás sola... Bueno —me miró con reproche—, tal vez se le antoje de ver a su novio misterioso y quedarse con él.
Chasqué mi lengua fastidiado.
—Vámonos, papá. No quiero hacer esperar a mi novia.
Y cómo yo tampoco quería hacer esperar al mío, asentí.
Julian, acto seguido, cerró la puerta de su habitación y caminó por el pasillo hasta llegar a las escaleras para bajarlas y llegar a la sala, donde apagó las luces. Seguí su recorrido con Luna en los brazos para consentirla antes de dejarla al suelo.
—Compórtate mientras regreso, ¿sí, preciosa?
Luna deslizó su lengua por mi mejilla, haciéndome reír. Al dejarla a un lado, fui a la puerta para abrirla mientras mi hijo se despedía de la reina de la casa por décima vez en la tarde.
Pocos segundos después nos encontrábamos dentro del auto listos para un corto y rápido recorrido hasta el número siete de Cavendish Avenue.
—Espero que te comportes, Jude... Te di permiso porque sé que usarás la cabeza de arriba para pensar y porque ya eres suficientemente grandecito cómo para no hacer nada inmaduro. No quiero quejas ni consecuencias luego de esto, ¿de acuerdo?
—Descuida, papá. Media docena de condones me librarán de consecuencias.
Tomé aire y lo expulsé suavemente mientras giraba el volante hacia la derecha.
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Broken Hearts ➳ McLennon
FanfictionYo seguía sin superar mi divorcio y él todavía no superaba la muerte de su esposa. Se prohíbe su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados. Fecha de inicio: 30.10.2020 Fecha de culminación: 15.09.2021