Broken Hearts ➳ McLennon

Capítulo XXXIII

   Dedicado a fredqie_ que dio el primer comentario en el capítulo pasado, y a amourbonn que dio el primer voto en el capítulo pasado.

***

   Solté un bostezo, estiré mis brazos y di un sorbo de café mientras me deslizaba en la silla del escritorio. Stuart, que yacía sentado frente a mí escribiendo algo en su portátil, apartó su vista de la pantalla y me miró.

   —Luces cansado, John.

   —No dormí bien anoche —le contesté. Estaba agradecido de tener unos minutitos libres antes que mi próxima cita llegara. Todo indicaba que se había retrasado—. Estaba pensando en muchas cosas...

   Stuart saboreó sus labios y cerró el portátil, para después quitarse los lentes que usaba únicamente cuando leía o al usar la computadora.

   —¿Y en qué pensabas? —cuestionó levantándose y yendo a guardarla en la mochila que, como de costumbre, estaba dentro del locker—. Digo, para que se te quite el sueño... debe ser algo importante o que te inquieta. Puedes decirme lo que sea.

   Llevé mis dedos a mi rostro y tallé mis ojos por debajo de los lentes.

   —Me preocupa que lo de Paul y yo vaya tan en serio y que nosotros no le hayamos dicho nada a nuestros hijos.

   —Agh, carajo... —resopló—. Entiendo que sea difícil, pero sólo díganselo y ya. Ellos deben entender sí o sí. Mary y Julian ya saben que sus papás son gays, así que supongo que no será tan difícil...

   Quité mis lentes y los coloqué en el escritorio, para luego deslizar mis manos por mi rostro. En serio necesitaba sólo un poco de tranquilidad y por lo menos veinte minutos de sueño profundo para reponerme.

   —Mañana asistiré a mi segunda sesión con la doctora Shevell... Estuvimos hablando durante horas..., y realmente fue reconfortante. Me dio unos consejos, indicaciones en cuanto a mis celos y a mi relación con Paul que se irán reforzando a medida que vaya a las citas. Creo que es lo más grande que he hecho por alguien.

   Stuart me miró atentamente mientras volvía a tomar asiento frente a mí. Apoyó sus codos del escritorio, cruzó sus brazos sobre ellos y me miró con atención.

   —¿Lo más grande que has hecho por alguien?

   —Y lo más grande que he hecho por intentar mantener una relación feliz. En serio quiero ser feliz con Paul, pero siento que todo en mi entorno se opone.

   —Debes decírselo a la psicóloga.

   —Sí, mañana hablaré sobre eso. ¿Sabes qué? Me da miedo que haga tanto esfuerzo y que no podamos estar juntos.

   —John, no sabía que eras tan inseguro en las relaciones...

   —Ni yo —le confesé—. Es la primera relación que tengo luego de que Cynthia me hubiera mandado a la mierda. Las evité durante años porque no quería saber nada de compromisos ni de formalidades, pero cuando conocí a Paul... Él me hizo cambiar de parecer. Con él quiero intentarlo todo, pero me da miedo volver a salir lastimado y me aterra la idea de que todo sea en vano.

   —Desahógate con Nancy. Ella sabrá qué decirte, yo sólo puedo darte un golpe en la nuca y decirte que dejes de ser tan tonto. —Emitió una risita que logró contagiarme—. Oye...

   Alcé mi rostro y lo miré.

   —No soy el mejor en las relaciones, ni he tenido éxito en ninguna de ellas... pero en serio no miento cuando te digo que Paul te quiere. Se nota, se nota demasiado cuando él esta contigo... La forma en la que te mira cuando hablas, cuando sonríe cada vez que te ve... Es único, encantador. La idea de la desilusión y de que todo sea en vano está en tu mente. Contrólala, no dejes que ella te controle a ti.