Capítulo XII

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   ... que tenía un resultado negativo. Mary y Julian se rieron a carcajadas, y en serio yo les deseé lo peor.

   —¡Tú cara, papá! ¡Tú cara!

   Del susto me sentí mareado y comencé a sudar, razón por la cual tomé el cuello de camisa de uniforme y lo agité, intentando que me diera un poco de aire mientras me sentaba en el sofá a procesar todo lo que había pasado.

  Tremendo susto que me había dado ese ser que hacía llamarse mi hijo.

   —¡Te pusiste blanco! ¿¡Te asustaste, papá!? ¿¡Te asustaste!?

   —¿¡Y tú qué crees, estúpido!? ¡No vuelvas hacer algo así nunca!

   Julian volvió a reírse a carcajadas al compás de Mary, que por lo visto estaba divirtiéndose mucho al recordar mi reacción. La miré con una pizca de odiosidad, y creí que mi mejor venganza para con ella —y para con Julian también— sería delatarla ante su padre.

   —¿Pero te asustaste?

   —¡Sí! —espeté—. ¡Me asusté!

   —¿Y qué sentiste?

   —¡Qué el mundo se me vino abajo!

   —¿Y sabes cómo vas a evitar que algo cómo lo que acabas de vivir pase en la vida real?

   —¿Abortándote? ¿Pero se puede abortar un feto de diecisiete años?

   Mary soltó una audible carcajada y Julian bufó.

   —¡No, papá! ¡Ayudándonos para que a Mary le pongan un DIU!

   Aquello había sido igual o peor que la noticia del embarazo. Tardé segundos en procesar lo que Julian quería decir, y cuando tuve el contexto de lo que quería, me apresuré en sacudir mi cabeza en rotunda negación.

   —¡No! ¡Ni lo pienses! ¿Cómo crees que voy hacer algo así?

   —¡Agh, papá! ¡Es más seguro! Y así no usamos condón y la cuestión se siente mejor... —susurró.

   —¡No, Julian! ¡No lo haré!

   —¡Pero, papá...!

   —¡No! —me levanté del sofá y lo apunté con el dedo índice—. ¡No puedo autorizar porque no soy su padre y tampoco está bajo mi cargo! ¡Si Mary quiere colocárselo, debe decirle a su padre para que escriba una autorización o simplemente esperar a que cumpla la mayoría de edad!

   —Pero puedes hacer que él firme una hoja en blanco y nosotros redactamos la autorización...

   —¿¡Qué carajos, Julian!? ¿¡Acaso piensas con el pene o qué!? ¿¡No entiendes que puedo meterme en líos legales!? Falsificar firmas es un delito.

   —¡Pero, papá!

   —No. Si quieren coger, háganlo con condón. Además, Mary es muy pequeña para eso, Dios... —la miré—. ¿En serio es lo que quieres? ¿Tener la libertad de coger sin riesgo de embarazarte teniendo solo diecisiete años? Agh..., estos adolescentes de hoy en día que sólo piensan en sexo...

   Como Julian me dedicó una de sus miradas de reproche, supe que seguramente Mimi le había dicho algo como "tú papá pensaba en sexo cuando tenía tu edad"; y como no tenía la moral, intenté retractarme.

   —Vivan sus etapas, ¿sí? No digo que el sexo esté mal porque es algo normal, pero no quieran ser o actuar como adultos cuando no lo son. Son adolescentes y se supone que deberían recrearse, divertirse sanamente y aprender nuevas cosas para ser una mejor persona todos los días... Está bien que estén pensando responsablemente y quieran cuidarse, pero no de la forma en la que quieren y mucho menos a escondidas de Paul.

Broken Hearts ➳ McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora