Broken Hearts ➳ McLennon

Capítulo XLI

Dedicado a jswaagg por haber dado el primer comentario en el capítulo pasado y a Paul_McBeardy- por haber dado el primer voto en el capítulo pasado.

***

   Abrí mis ojos abruptamente y me levanté de forma impetuosa de la cama. Asustado, miré el reloj que reinaba en la mesita de noche y me alivié profundamente al percatarme que eran las seis y cuarto de la mañana.

   Había olvidado activar la alarma, pero había despertado por inercia y agradecí a mi reloj biológico. Me tallé los ojos, solté un bostezo y me levanté de la cama, colocando mis pies en la pantufla y colocándome los lentes.

   —Agh, Paul...

   Sentí un apretujón en el estómago cuando, a primera hora en la mañana, azotó mis pensamientos. Detesté haber recordado todo lo que había sucedido entre ambos y aquella discusión que desencadenó lo que precisamente estaba viviendo.

   —Si no me hubiera puesto así..., probáblemente las cosas serían diferentes ahora.

   Mi día a día consistía entre arrepentirme y justificar lo que había hecho. Solía pensar que si Paul no me hubiera dicho ese montón de cosas hirientes, yo no hubiera salido del baño dispuesto a golpear a Elvis; pero tampoco podía esconderme detrás de esa excusa porque no podía permitir que la violencia tuviera parte, sin importar el contexto de la situación.

   —Se me va a desgastar el cerebro de tanto pensar...

   Decidí que pondría esfuerzo de mi parte para evitar pensar en esas cosas que incrementaban mi daño. Así que, dispuesto a ir hacia la cocina, caminé por el pasillo. Pasé a un lado de la habitación de Julian y me percaté que estaba cerrada. Solía despertarse tarde luego de haber entrado en sus merecidas —no tanto— vacaciones.

   Cuando comencé a bajar las escaleras escuché los ladridos de Luna desde la sala, seguido de un leve murmurar que me causó un poco de miedo.

   "Luna, haz silencio..."

   Por un momento deliré y creí escuchar la voz de Paul. Pero no era la suya, sino la de mi hijo. Maldije. ¿Por qué tenía que involucrar a Paul en todas las cosas?

   —¿Jules? ¿Qué haces despierto tan temprano?

   Luna se abalanzó sobre mí en cuanto me vio. Sonriendo, le repartí unas caricias en la cabeza y me incliné para darle un besito.

   "¡Ah, estoy en la cocina! Te preparo el desayuno, papá..."

   En compañía de Luna me dirigí hacia allá y logré detenerme en el umbral de la puerta. En efecto, ahí estaba Jules, envuelto todavía en su pijama y preparando unas panquecas. Tenía varias apiladas en un plato, y en la barra de la cocina había un tarro de mermelada de fresa y una jarra con zumo de naranja.

   —¿Y más o menos por qué? —dejé salir una pequeña risita y caminé hasta la barra para sentarme.

   —Es que quería tener un gesto bonito con mi papá, ¿no me lo permites?

   —Uhm, claro. Ojalá no me dé indigestión.

   —¡Agh, por supuesto que no! —expresó, volteando del sartén una—. Dejé la mezcla hecha anoche y me desperté no hace mucho para hacerla.

   —Bueno, te lo agradezco... Justamente hoy no quería despertarme hacer desayuno.

   Julian apiló la última panqueca en el plato y apagó la estufa, para después ir hacia la mesa y dejarla en el centro. Buscó dos platos y dos vasos, y se sentó frente a mí sonriente.