Capítulo 1

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- ¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad? – fue la pregunta del juez al acusado.

- Lo juro – respondió este poniendo su mano sobre el libro sagrado que el oficial que trabajaba en ese juzgado le acercaba.

Después de que el abogado defensor expusiera sus preguntas el juez dio la orden para que la parte acusadora interrogara.

-adelante abogado Kanawut – dijo el juez. Gulf tomó un sorbo de agua, arregló su chaqueta azul petróleo y acomodó su corbata con visos dorados. Era la corbata de la suerte, se la había comprado con su primer sueldo, se la ponía cuando consideraba que el caso era complejo. Se puso en pie tratando de sacudirse el pantalón, le quedaba un poco ajustado, le encantaba verse bien y si fuera posible sexy. Eso le daba seguridad. Caminó haciendo alarde de su maravillosa figura, después se paró frente al acusado moviendo juguetonamente su cabello.

- Gracias su señoría- respondió dando una sonrisa al juez – bien señor Adams- ahora se dirigía al acusado, un norteamericano alto, fornido, con ojos azules y cabello muy rubio, el prototipo anglosajón – quisiera hacerle un par de preguntas. Empezó su interrogatorio con varias preguntas curiosas, como siempre lo hacía. Su modo de proceder en estos casos era bastante particular. El señor Adams era el típico homofóbico que acosaba a su vecino Joong, un surcoreano asentado en un barrio pudiente de New York, dejando paquetes inquietantes en su casa, amenazándole de que se marchara con su pareja del barrio porque no querían un ejemplo "anormal" para sus hijos, si no se marchaban les prometía hacerle varias cosas, ninguna buena. Vamos, que era un imbécil. Pero Gulf se había especializado en ese tipo de casos.

Después de varias preguntas y muchas protestas por parte de su colega, el que debía defender al Señor Adams, finalizó su interrogatorio.

- Solo tengo dos últimas preguntas – dijo Gulf cuando el juez le señaló que se acababa el tiempo – la primera, ¿Usted ha intentado hablar con mi cliente sobre esos temores que tiene de que pervierta a sus hijos? – el hombre torció los ojos y negó con la cabeza – la segunda es ¿usted considera que es un buen ejemplo para sus hijos, las amenazas que ha estado dejando en la puerta de mi cliente? ¿le gustaría que algún día, alguno de sus hijos estuviera sentado aquí en el banquillo por cumplir una de esas amenazas? – dijo Gulf encarándolo.

- ¡USTED NO SABE NADA IMBÉCIL! – gritó el hombre furibundo. El oficial a cargo lo tomó del brazo intentando retenerlo, de otra manera golpearía a Gulf.

Después de que se interrogara a otras personas finalmente llegó el momento culmen para que cada uno de los abogados se dirigiera al jurado popular, con el fin de hablar a favor de sus defendidos. Primero tuvo que hablar Gulf por parte de la parte demandante.

- Señores, señoras, señoritas y personas que no se sienten identificados con alguna de las denominaciones que acabo de mencionar. Quisiera exponer la importancia de dejar un precedente en la justicia con este caso – empezó a decir con seguridad – mi cliente, el señor Joong, un ciudadano ejemplar que está en Estados Unidos desde hace más de 10 años, decidió cambiar su lugar de residencia hace algunos meses debido al trabajo que tiene su pareja, un militar de alto rango de la marina- todos lo miraron, el asintió y miró hacia su defendido quien sonrió. Después miró al acusado y siguió hablando- si, la pareja de mi cliente es un hombre que sirve a esta nación, y es un hombre porque efectivamente es homosexual. Y aunque no debería dar explicaciones sobre eso porque estamos en el siglo XXI, le daré razones para que analicen si la persona que está allí sentada – dijo señalando al acusado – debería tener una orden de alejamiento y por qué no decirlo unos cuantos años en la cárcel – se acomodó el cabello y ahora miraba hacia el público – para este persona – señaló con la mano al acusado- es preocupante tener un vecino homosexual, así que ha tratado por todos los medios hacer que se marche, menos hablando con él. Al contrario, han empleado estrategias muy violentas. Su argumento es el mal ejemplo, dice que puede corromper a sus hijos convirtiéndolos en homosexuales, pero la realidad es que no hay nada más alejado de la realidad-.

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