Capítulo 12 🔥

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Al ver que ante su pregunta Mew había bajado la cabeza y no había respondido nada, la alarma en la cabeza de Gulf sonó ¡bidu, bidu, bidu! Sintió cómo un bombillo rojo se encendía en su cabeza, Mew no lo amaba. Él había malinterpretado todas las señales. Se separó de Mew y empezó a caminar hacia la entrada. Mew caminaba detrás de él tratando de detenerlo, pero Gulf no paraba, quería llegar pronto a su habitación. Se sentía tan estúpido. -Si, sé que fui yo el que dijo que no presionáramos los sentimientos, pero yo pensé que ambos sentíamos lo mismo, soy un tonto, Mew todavía ama a San, no puedo hacer nada en contra de eso- pensaba mientras luchaba por soltarse de Mew. No quería mirarlo a los ojos, el jardín de su corazón de repente de marchitó, las lágrimas querían salir, él quería a Mew, pero no era correspondido.

- Gulf, por favor, detente, hablemos- decía Mew repetidamente al ver que Gulf no respondía nada – por favor...-

- No Mew, creo que todo está claro... yo malinterpreté las señales, no te preocupes, solo necesito tiempo- dijo Gulf sin mirarlo a la cara.

- ¿Señales? ¿Qué señales? – preguntó confundido y Gulf aquellas palabras dolieron mucho más.

- ¿Qué? ... digo, si, no hubo señales, todo...- inhaló profundamente para no dejar salir sus lágrimas – es mejor que no continuemos hablando- Gulf empezó a subir las escaleras.

- ¡Gulf, no, espera! – comenzó a subir la voz Mew - ¡primero dices que nos amamos y luego dices que lo olvidemos! ¿ME QUIERES EXPLICAR QUÉ ES LO QUE PASA POR TU CABEZA? -lanzó un grito. Estaba frustrado, necesitaba aclarar esa situación.

- Mew, por favor no grites – dijo una voz desde arriba, era Max.

- ¡Pero es que no entiendo, joder! – empezó a pasarse las manos por el cabello bruscamente – Nosotros nunca hemos hablado de sentimientos Gulf, no hemos tenido citas, ni siquiera hemos salido solos. No hemos decidido ser novios, y nunca nos hemos besado, bueno, hasta ahora. ¿Cómo puedes decir que nos amamos? Yo... Bueno y de qué señales hablas- decía ahora moviéndose de un lado al otro.

- Mew, cálmate – decía Max bajando para hablar con Mew. Gulf no quiso seguir escuchando y subió a su habitación. Dio un portazo y se tiró en la cama. ¡Mierda! ya casi cumplía 30 y aún seguía comportándose como un chiquillo. Por qué tenía que ser tan infantil e inmaduro. Se hizo ilusiones, joder, malinterpretó durante todo ese tiempo lo vivido con Mew. Se dibujó estrellitas en su firmamento pensando que podrían llegar a estar juntos. Gulf, había desarrollado hacia Mew un cariño desinteresado. Además, no era algo superficial como antes. Si, el cuerpo de Mew aún lo encendía, pero además despertaba en él otras cosas más profundas. Pero parecía que solo se habían despertado en él y no en Mew. ¿A dónde iba con un amor no correspondido? Tenía que hacer algo. No podía seguir detrás de Mew. Ya había pasado casi un año. No podía desperdiciar su vida así.

- Max, necesito hablar con Gulf – decía Mew intentando subir las escaleras.

- Mew, vamos a hablar. Creo que necesitamos hacerlo. No quiero que hables con mi hijo en este estado. Además, él está muy enojado, deberías dejar que se le pase un poco- dijo Max pasando el brazo por encima de Mew, intentando alejarlo de la escalera y llevarlo a la sala.

- Max, lo lamento, no debí haber gritado, es que... - suspiró. Tenía el corazón confundido. Las palabras de Gulf no las comprendía del todo.

- Mew ¿tú qué sientes por Gulf? – preguntó inmediatamente Max. Tenía sueño, la cena había sido larga. Después arreglar los trastos y finalmente hacer el amor con su marido lo había dejado agotado. Pero cuando escuchó los gritos se alarmó y supo que tenía de intervenir cuando vio a su hijo con el rostro sumido en una profunda tristeza.

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