Capítulo 8

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La adaptación de Thanya a casa no fue tan fácil como esperaban los tres hombres miembros de aquella familia. Thanya era una completa extraña y ellos eran eso para ella también. Aunque Gulf la conociera y hablara con ella casi que todos los días, no era lo mismo tenerla viviendo en casa 24/7. Solo había pasado dos semana y Thanya ya había llorado más de cuatro veces. Max parecía perder la paciencia rápidamente y aunque ella no era una bebé, muchas veces la regañaba y trataba como si fuera una.

Gulf intentaba mediar entre los conflictos que se estaban generando, no quería ese tipo de ambiente ni para Thanya ni para nadie. La gente que iba a los cursos que impartía su papá de pintura o de artes marciales, se daba cuenta que la armonía en aquel lugar se estaba perdiendo.

- Por favor, papá, no hables así de Thanya – decía Gulf cariñosamente a su papá Tul que se quejaba con él de la actitud de Thanya en cuanto a ordenar su habitación. Siempre le decían que arreglara sus cosas, que mantuviera su espacio limpio y ordenado, pero ella se resistía, no hacía eso, al contrario, desordenaba más.

- No, no Gulf – soltó lo que estaba haciendo para mirar a su hijo – entiendo perfectamente que ella esté aquí porque deseamos protegerla, lo sé, pero ella debería poner de su parte, está en una nueva casa, que se empiece a adaptar. Ahora ve, habla con ella, le doy dos días para que arregle ese basurero en el que ha convertido la habitación – le dio la espalda a su hijo y continuó con lo que hacía.

- Pero papá – intentó decir Gulf, pero ahora fue Max el que lo interrumpió.

- Nada de nada hijo – Gulf lo miró – ella debe aprender a seguir lar normas, tú lo sabes – Gulf suspiró y salió de la cocina. Se sentía como el hermano mayor que defiende a la hermana mayor. No quería que Thanya se sintiera mal, que se aburriera o que lo odiara, entendía que debía pasar más tiempo para que se adaptara, pero sus padres parecían tan tercos.

Fue imposible hablar con Thanya, se había encerrado en su habitación y no quería salir. Joder, qué difícil era tener una adolescente en la casa. Ni siquiera se había dignado a bajar a cenar. Se estaba comportando muy rebelde. Esa no era la Thanya que Gulf conocía. Se empezaba a decepcionar. Terminaron de cenar, sus padres estaban molestos por lo que no hablaron mucho. Es que sumado a lo de Thanya, estaba el hecho de que el bufete de Max había sido hundido tal y como Mew lo había prometido. Eso, desde luego, tenía a Max en sus límites. Las entradas económicas a la casas se habían disminuido notoriamente, dependían plenamente de los cursos que impartía Tul. Así que el ambiente era tenso. Gulf tampoco trabajaba. Sin embargo, había asumido algunos cursos en el centro. Tul le enseñó cosas básicas cuando era niño, así que podía enseñar, una forma de ayudar a sus padres. Tenían ahorros, Gulf había alquilado su piso, tenían otras entradas de dinero, solo que no se podían permitir gustos costosos como antes.

Todos partieron a dormir, Gulf llegó a su habitación y se preparaba para meterse en la cama cuando sintió que alguien golpeaba su puerta. Abrió y estaba Thanya encorvada, con una cara de evidente dolor.

- ¿Qué tienes? ¿te duele algo? – la tomó Gulf de los brazos como intentando que se irguiera, pero ella más se encorvaba y tomaba su estómago. Gulf se asustó muchísimo y alarmó a todos en la casa – papá, ¡ayuda! – decía.

- Shhhhh – dijo con voz baja Thanya – no, no – pero fue tarde porque ya habían salido ambos padres de la habitación con cara de preocupación al ver a Thanya así, tan pálida y sin poder pararse normal. Tomó solo un instante para que Max la tomara en sus brazos y empezara a bajar las escaleras. Los otros seguían sus pasos.

- ¿Desde cuándo tienes dolor hija? – dijo Tul mientras sobaba a Thanya en su frente. Tenía un sudor frío. Ella estaba sonrojada, tenía carita de vergüenza - ¿Thanya? – volvió a preguntar.

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