San se marchó. Kao, que había continuado por su cuenta buscando información, recogiendo pruebas contra San encontró la manera de involucrarlo en el accidente de la hermana de Mew. Al no poder sobornar a ningún funcionario a su favor tuvo que huir. Tenía que esconderse como las cucarachas. Mew no podía protegerlo ahora porque no estaba en condiciones ni físicas, ni económicas y mucho menos psicológicas.
San es la típica persona parásito. Siempre están alimentándose de ti, hasta el punto de dejarte completamente vacío. Mew nunca imaginó que su relación con San terminaría así. No pensó que aquella sonrisa los primeros años iluminaba su vida, fuera la misma que oscureciera su juicio. Mew no tenía a nadie más que a San porque este le decía que con él bastaba. Mew creía que eso era amor, cuán alejado estaba todo eso del significado real del amor.
Fue Kao el que llegó a la mansión Suppasit a buscar a San acompañado de algunos agentes. Pero nadie abría. Las ventanas no estaban completamente limpias, se notaba que desde hacía varios meses nadie barría por los jardines. Kao golpeaba fuertemente, tocaba con desesperación el timbre, pero nadie acudía. La policía decidió entrar. La casa no olía bien, había demasiado desorden. Los agentes empezaron a buscar por toda la casa, compuesta por dos plantas unidas por una hermosa escalera que ahora estaba llena de polvo.
- ¡¿Señor?! – se escuchó la voz de uno de los agentes que inspeccionaba la planta baja -¡¡ llamen una ambulancia!! – gritó de nuevo haciendo que todos corrieran hacia el lugar. Kao llamó la ambulancia. No podía creer que Mew estuviera en ese estado. Atrás había quedado el Mew Suppasit elegante, fornido y sexy. Ahora era una calavera. Cerca de donde estaba había vómito que parecía de días. Toda la escena era espeluznante. El olor era fétido. Mew recuperaba el sentido. Sin embargo, no había señales de San. Mierda, lo habían perdido.
Trasladaron a Mew al hospital central. Su estado era crítico. El médico que había ido a verlo cuando su empleada doméstica lo encontró desmayado en el baño, ya le había advertido. Pero en su caso, esa advertencia se convirtió en una esperanza. Deseaba que algo en su sistema fallara para terminar con el sufrimiento que se había instalado en su corazón. Por eso no hizo nada más que dejarse morir, esperando por esa falla, sobre todo cuando San le anunció su deseo de divorcio. Estaba perdido. Todo lo que tenía era San, lo había dejado todo por él, pero ahora él se iba. No le quedaba nada.
Kao se sorprendió al ver a Mew en ese estado que no pudo apartarse de su lado después de llevarlo al hospital. Fue muy impactante esa escena. Todo alrededor de Mew estaba tan putrefacto. Aún se le revolvía su estómago al recordarlo. Después de varias horas un médico se acercó para hablarle sobre el caso de Mew. Comprendió que llevaba meses y meses así. Estaba en un estado de desnutrición y deshidratación muy avanzados. Uno de sus riñones podría no volver a funcionar. Su estómago había empezado a generar úlceras debido a los ácidos que constantemente subían por su esófago.
- ¿Usted es su única familia? – preguntó el doctor a Kao y este no supo qué decir. Él no era familia, Mew no lo conocía. Bueno lo había visto alguna vez, pero nunca habían establecido ninguna amistad. Pero San se había ido, Thanya no estaba a su lado, - ¿qué hago? -pensó. Pero el médico volvió a preguntar - ¿señor? –
- Yo me encargo- respondió Kao sin más alejándose del médico, tomando camino hacia la habitación en la que ahora tenían a Mew. Sabía que tenía que comentárselo a Gulf. Pero lo haría luego.
Cuando entró a la habitación Mew tenía un montón de cables a su alrededor, tenía un tubo en su boca y varias máquinas hacían sonidos inquietantes. Mew permanecía dormido. Pero su semblante no era de descansado, se veía como si luchara. Se notaba que tenía fuertes conflictos en su interior. Se quedó un momento observándolo, pensando y reflexionando en la vida de un hombre tan exitoso que terminó convertido en aquello. Una mansión tan aparentemente hermosa por fuera, pero por dentro guardar tantas cosas podridas. – también muchos corazones son así- se decía así mismo – personas que aparentan ser buenas, ser increíbles, pero que por dentro están tan llenas de mierda- hizo un puño con su mano al recordar a San.
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Lo Juro
FanfictionGulf es un abogado apasionado por su profesión. Está comprometido con defender a personas miembros de la comunidad LGBTIQ+. También es abiertamente homosexual y disfruta al máximo su vida sexual. Cuando conoce a Mew, un nuevo cliente de su bufete no...