Morgan despierta dos semanas después, tiene un brazo roto, dos costillas astillas y el cráneo partido, pero estaba aquí, viva y ahora despertando del coma inducido, los doctores nos advierte que sólo podíamos verla durante diez minutos durante un mes, una vez al día, obviamente fueron los padres de mi amiga quienes usaban esos momentos mientras que Derek y yo solo podíamos preguntar.-¿ quieres que te lleve a tu casa?- me quedo viéndolo y una vocecita en mi cabeza dice definitivamente que si, pero la parte consciente sabe que no es lo correcto.
- gracias pero no Derek, tengo otras cosas que hacer.
-¿puedo preguntarte algo Tara?.
- eso ya es una pregunta- digo controlando mi voz y haciéndola desagradable a propósito.
- ¿por qué te caigo mal?- dice finalmente y me tenso, el no me caía mal, pero sabía las consecuencias de conocerlo, así que decido mentir.
- mira Derek, simplemente no me agradas, ni siquiera se que te vio mi amiga para seguir enamorada de ti, pero tranquilo, respeto su decisión y siempre voy a respetar la relación de ambos, se que la quieres y ella a ti, pero eso no quiere decir que tu me tengas que agradar.
- ni siquiera me conoces- puedo ver la molestia en sus ojos, así que se que hago un buen trabajo.
- pues tampoco quiero conocerte- el frunce el seño, yo le doy la espalda y me voy, camino lejos de él, no me doy siquiera la vuelta pero sigo sintiendo su mirada en mi.
Al llegar a casa le cuento a mi madre de la gran noticia, de que Morgan se está recuperando muy bien pero la noto distraída, hasta veo como los ojos se llenan de lágrimas cada vez que me da una mirada y no lo puedo soportar.
-¿ qué sucede?, y no me digas que nada mamá,porque te conozco.- ella abre y cierra la boca hasta que da un respiro hondo y lo suelta.
- tu padre quiere conocerte- siento como el mundo se me viene encima, mamá quiere acercarse a mi pero doy un paso hacia atrás, cierro los ojos con fuerza,¿ por que?,¿por que después de tantos años quiere conocerme?,¿que había cambiado en estos diecisiete años ? - Tara el vendrá a verte mañana.
- no quiero verlo.
- pidió un permiso en el juzgado cariño.
- ¿te demando?- ella desvía la mirada y el enojo se apodera de mi- es un maldito.
- Tara aunque no quieras el sigue siendo tu padre y...
- no, él no es mi padre, lo dejó muy claro, siempre me negó mamá,¿por que quiere verme?,¿por que diablos lo hace?.
- escucha Tara, también estoy furiosa pero no puedo hacer nada, acaba de ir a un juzgado y pide verte y hasta que vayas a pasar los findes de semana con él, no se lo que se trae entre manos, pero si no quieres que el juez te mande con él todo un año hasta que cumplas los dieciocho años lo vamos a recibir.- de tan solo pensar que el podría solicitar mi custodia legal por todo un año me hace reaccionar, yo no soportaría estar en su casa todo un año, quizás el no quería saber nada de mi, pero yo si sabia cosas de él, como el gran detalle de que se caso con una mujer cuando yo cumplí los cinco años, una mujer que ya tenía dos hijos, también sabía que tuvieron un bebé cuando cumplí los diez años, sabía hasta cuando se iban de vacaciones, porque después de todo mi padre era un hombre rico, uno que despreció a mi madre y decidió negarme a mi, veo a mamá quien ha luchado por mi siempre y la rabia comienza a desaparecer, no puedo ser una idiota con ella.
- de acuerdo, tienes razón y lo siento mamá, no quice hacer este drama.
- tranquila cariño, reaccioné igual ante el juez hoy- eso me saca una sonrisa, ella me abraza y permanecemos así por unos dos minutos hasta que alguien toca la puerta.
- ve a darte un baño, iré a ver quién es.
- claro.- ella camina hacia la entrada y yo voy a mi habitación.
Caminar desde el hospital hasta mi casa fue un acto demencial, pero necesitaba aclarar mi mente ante los sentimientos que aparecieron nuevamente, me saco la ropa en el baño y abro la ducha, el agua está helada pero me meto de todas formas, quizás si me enfermo el sujeto quien supuestamente es mi padre se asuste y salga corriendo, de tan solo imaginar aquello me da risa.
Al terminar me secó y voy a buscar un par de ropa hasta que alguien me toca la ventana, ruedo los ojos, se perfectamente de quien se trata, así que voy y le abro para que entre, apenas entra me rodea con sus brazos y pega su rostro al mío, no puedo evitar sonreír.
- estoy realmente caliente Tara, dejamos de follar hace una mes.- su voz sale ronca y melosa.
- ¿en serio?- digo y llevo mi mano derecha hacia su entrepierna, el gime apenas siente mi toque, y no estaba mintiendo, su amigo se encontraba más que listo.- supongo que hay que arreglar esto.
- definitivamente mi pequeño mundo perfecto- ruedo los ojos y el suelta una risita.
Eric es mi vecino, mi compañero de clases, es mi amigo y también un amante, ambos solo queríamos una cosa del otro, pasar el rato y hasta ahora nos ha funcionado bien, bastante bien, el era muy atractivo, hasta era un año mayor que yo pero había repetido el año y ahora éramos compañeros.
El me tumba en la cama y la toalla se abre, el se toma el tiempo para ver cada detalle de mi cuerpo como siempre, como si no lo hubiera visto nunca, yo no era una diosa pero el me hacía sentir una al realizar actos así, el se lame los labios y sonríe con malicia.
- sabes pensaba en darte duro, pero ahora quiero hacerlo tan lento para que me lo pidas, no, para que me supliques que quieres que lo haga duro.- sus palabras eran un deleite.
Pero no puedo evitar reírme, me abro de piernas para él y veo el deseo en sus ojos, se que no cumplirá su promesa, una vez que empieza siempre lo hace duro y eso me encantaba.
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Hasta Que Ella Te Recuerde.[finalizada].
Novela JuvenilUna serie de acontecimientos termina colocando la vida de Tara Miller de cabezas, desde una amiga que tras un accidente termina perdiendo la memoria, la aparición de un padre y hasta darse cuenta de que ha entregado el corazón a un amor prohibido d...