El miedo me recorre todo el cuerpo en menos de un segundo, mi instinto es cerrar la puerta pero antes de que la cierre por completo el coloca uno de sus pies, él es mucho más grande que yo por lo que la lucha será corta,¿ahora que voy a hacer?.
-¡auxilio!- grito lo más fuerte que puedo , la garganta me arde, el terror me invade, el empuja más fuerte y la puerta se abre por completo, retroceso mientras el se acerca lentamente a mi.
-¡por favor ayuda!- busco con la mirada algo con lo que puedo defenderme, pero no veo nada, se lo que puede pasar y siento como la fuerza de mi cuerpo me abandona, no, por Dios, tengo miedo- ¡ayuda!- vuelvo a gritar con todas mis fuerzas en el momento en el que mi espalda choca contra la pared, voy a volver a gritar cuando él me interrumpe, helando mi sangre por completo.
- si vuelves a gritar te cortare el cuello- lo dice con una calma tremenda, por el terror no había visto el cuchillo que tiene en su mano derecha, mientras que con la mano izquierda me toma del brazo y suelto un sollozo, comienzo a temblar de miedo y asco cuando siento sus labios en el cuello, sé que lo siguiente que haré será estúpido, pero prefiero morir a que este ser odioso abuse de mi.
Levanto la rodilla dándole en la entrepierna, el maldice y con la fuerza que no se de donde saco lo empujo lo necesario para poder irme por un costado y lo hago, pero también siento como el cuchillo me corta en el brazo, estoy por cruzar la puerta del baño cuando me toma del cabello, me jala hacia atrás y caigo al suelo, quiero levantarme pero el se coloca arriba mío, me toma de las muñecas, la coloca arriba de mi cabeza, siento que en cualquier momento voy a vomitar, las lágrimas salen sin detenerse, no, yo no quiero.
-¡Mateo!- Jerry llega justo a tiempo y lo separa de mi, veo la furiosa en sus ojos y acto seguido lo golpea, en el rostro, el estomago, Mateo ya ha soltado el cuchillo y yo intento levantarme, cubrirme con la toalla y alejarme lo que más pueda de ese monstruo.
Helena suelta un grito al ver lo que pasa y sale corriendo, las piernas me tiemblan, el susto fue tan grande que creo que hasta podría desmayarme, junto mis rodillas y me abrazo a mi misma, Jerry saca a Mateo del baño dejándome sola, suelto sollozos sin poder contenerme, ese chico estuvo apunto de violarme, la rabia y la impotencia me sobrepasan, por un momento pienso en 6elena, por Dios mi hermana viviendo bajo el mismo techo que ese desgraciado.
Jerry vuelve al baño con una sábana, me rodea con esta y me ayuda a levantarme, no puedo parar de llorar, así que me abraza.
- lo siento Tara, lo siento hija, por Dios, lo siento tanto cariño- su voz se quiebra, llora conmigo, es mi soporte y yo el suyo, suelto más sollozos, siempre quice un padre para que me defendiera, para que me proteja y Jerry lo era, no podía seguir mintiendome a mi misma, Jerry es mi padre y aunque me ha hecho mucho daño lo quería mucho.
Una vez que nos tranquilizamos Jerry me deja sola para vestirme, luego me lleva a la enfermería del hotel para que me den algunas puntadas al corte que me hizo el desgraciado de Mateo.
-¡ no puedes dejar que lleven a mi hijo a la cárcel!- la esposa de Jerry entra gritando, creando todo un escándalo.
-¡casi viola a mi hija!, asi que va a estar en donde debe.
- sabes perfectamente que Mateo está enfermo, me ocultó que dejó de tomar sus medicamento Jerry.
- eso lo sabrá el juez.
-¿hablas en serio?,¿te pones así por tu hija bastarda?.
- no vuelvas a referirte así a Tara o te juro que me voy a divorciar de ti Florencia- todo se queda en silencio por un momento hasta que la enfermera les pide que abandonen la sala para continuar con su trabajo, ellos lo hacen.
Jerry me lleva a casa y le cuenta lo ocurrido a mamá, al final ambos pelean, yo termino en mi habitación y me quedo ahí hasta que mamá sube.
- cariño mañana mismo iremos a un psicologo.
- mamá ya estoy...- no, no estaba bien, las lágrimas caen por mi rostro sin permiso, mamá corre a abrazarme y se duerme conmigo esa noche.
Por la madrugada despierto dos veces por tener pesadillas.
El lunes no voy al colegio, voy al psicólogo, le cuento lo sucedido y me da varias tareas que hacer estos días para superar lo acontecido, aunque no creo poder superarlo, siento miedo al salir a las calles, siento como si Mateo está vigilandome y que en cualquier momento va a aparecer para terminar lo que había hecho.
- recuerda, solo camina hasta donde te sientas segura Tara y por ahora no irás a clases, le daré a tu madre una notificación para el director de tu escuela, indicando que necesitas reposo.
- gracias por todo.
- no es nada- la psicóloga me sonríe y salgo de su consultorio.
Tres días después ya me siento mucho mejor y más al saber que jerry mandó a Mateo a un manicomio, al parecer sufría de esquizofrenia y dejó sus medicamentos, no puedo creer que nadie de esa familia lo notase.
Por la tarde alguien toca el timbre y como mamá se encuentra en el trabajo bajo a abrir, abro la puerta encontrándome con Derek.
- hola señorita perdida.
-¿pero que haces aquí?.
- no fuiste a clases, vine a ver que te encontrabas bien,¿puedo pasar?.- me lo pienso por un momento, Derek aún está prohibido y lo último que necesito ahora es que esos diminutos sentimientos hacia a el se extienda y luego ya no pueda controlarlos, pero por otra parte me moría de ganas de tener con quien hablar o al menos que esté conmigo, me siento bastante sola.
- si puedes pasar- digo finalmente y me hago aún lado.
- gracias.
Es un error, lo sé, pero me sentía bien a su lado, después de lo que me ha pasado tan solo quizás me merezca un poco de tiempo junto a él fruto prohibido, por ahora.
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Hasta Que Ella Te Recuerde.[finalizada].
Teen FictionUna serie de acontecimientos termina colocando la vida de Tara Miller de cabezas, desde una amiga que tras un accidente termina perdiendo la memoria, la aparición de un padre y hasta darse cuenta de que ha entregado el corazón a un amor prohibido d...