CLAVE DE MISIÓN: MATRIMONIO.

Capítulo 18

Sakura corría tan rápido como sus piernas le permitían, tratando de no perder de vista al pequeño canino que lideraba el camino hacia su amado, podía sentir su corazón latir con intensidad, tratando de alejar los peores escenarios de su mente, solo quería llegar a su lado lo más pronto posible. Habían pasado cerca de 20 minutos, hasta que la pelirosa reconoció el paraje por el cual iban y enseguida apresuró el paso al reconocer el destino, dejando atrás a Pakkun.

Cuando por fin estuvo frente a la desgastada cabaña donde su maestra solía esconderse para pensar, no pudo evitar frenar en seco temerosa de lo que le pudiera esperar dentro, pero necesitaba verlo así que sin aguardar un segundo más, atravesó la puerta.

Una vez dentro lo primero que pudo observar fue a Kakashi casi consciente sobre una vieja cama y después a Obito de pie junto a su amigo cubierto de lodo y sangre.

-Está fuera de peligro, no fue grave- hablo Tsunade al otro lado de la habitación llamando su atención- Fue una herida aguda pero superficial en la espalda, tardará dos semanas en cicatrizar, aunque si hace movimientos bruscos serán 3 semanas- al terminar de hablar Sakura soltó un suspiro de alivio que no sabía estaba conteniendo, así que se apresuró a los pies de la cama para estar cerca de su esposo.

- ¿Qué pasó? - preguntó sujetando la mano del peliplata.

-Enviaron a algunos novatos con él, uno fue muy idiota y nuestro héroe tuvo que intervenir- respondió Obito un poco molesto por el descuido del equipo, Sakura solo asintió y acaricio el rostro aun con mascara.

-Sakura- habló suavemente Kakashi tratando de abrir sus ojos sin mucho éxito.

-Aquí estoy -respondió Sakura presionando con mayor fuerza su mano y él en respuesta la jalo hacia su pecho, sorprendiendo un poco a la pelirosa.

-No quería quedarse quieto, así que tuve que usar un par de sedantes y algo más- continuo Tsunade diciendo lo ultimo casi en un susurro y sin mirar a la pelirosa a los ojos algo que le pareció muy curioso, pero no le dio importancia, tal vez solo estaba agotada - Será mejor que pasen aquí la noche, tu casa es un caos y no lo quiero cerca del enemigo, vendré mañana cuando despierten, ya sabes donde esta el agua y la comida, será bueno que en unas horas vuelvas a revisar la sutura- dijo preparándose para salir.

-Si suishou- respondió la pelirosa.

-MOCOSO , VEN CONMIGO - Gritó Tsunade desde el umbral de la puerta.

Obito la miró con inseguridad y un poco de molestia y luego dirigió su mirada a su amigo, con gran angustia, acción que no pasó desapercibida para la chica, quien palmeó suavemente su espalda, llamando su atención.

-Tranquilo ve a descansar, yo cuidaré de él- sonrió dulcemente la joven.

-Sakura, yo...- el pelinegro intentó decir algo pero se detuvo como si se arrepintiera y le dio la espalda, la chica asumió que solo se sentía culpable por no cuidar de su amigo o algo por el estilo.

-Obito, gracias por traerlo de vuelta- le dijo mientras observaba cómo se retiraba, el Uchiha mayor solo detuvo su andar ante esas palabras, pero no respondió nada y salió de la cabaña.

Pronto la pareja se encontró sola en medio del inmenso y oscuro bosque, solo se podía escuchar la suave brisa golpear las ventanas y el pequeño riachuelo que fluía justo fuera de la casa.

-Me asustaste mucho, que se supone que haga si te pasa algo- susurro la joven dejando caer su cabeza sobre el pecho del peliplata, como si tratara de escuchar sus latidos para asegurarse de que seguía ahí.