El tiempo corría relativamente rápido , en menos de lo que pensaban ya habían pasado 4 días desde la llegada de Ryuuji y su acompañante, a excepción de las pequeñas provocaciones que solía soltar en ocasiones el pelirrojo dirigidas a Kakashi , prácticamente todo había sido tranquilo y los invitados no solían entrometerse mucho en sus vidas, pero eran bastante inoportunos ,cosa que había dificultado la puesta en marcha de Sakura para conquistar al peliplata, algo que la exasperaba bastante.
Sin embargo esta mañana parecía ser su oportunidad, Ryuuji decidió cocinar para ellos algunos de los platillos típicos de su aldea razón por la cual había salido junto con su escolta , dejando al matrimonio solo.
Desde el momento en que fue consciente de sus emociones, algunas acciones que le eran bastante sencillas antes ahora le provocaba incontables sonrojos o que su corazón estuviese cerca de una taquicardia, múltiples veces se regañaba a sí misma por sus reacciones, parecía una adolescente que se enamora por primera vez y ahora estaba en un punto sin retorno y sin la menor idea de cómo actuar.
-Necesito agua y muy fría- se dijo a sí misma mientras caminaba hacia la ducha, sin duda la sensación del agua cayendo sobre sus hombros era algo que la relajaba , sin embargo en su mente todo giraba en torno a Kakashi, él era una de las pocas personas que se había quedado para ella en los peores momentos, incluso si él no era consciente de aquello que provocaba sus lágrimas en aquel entonces, la había consolado y permanecía constante, disfrutaba cada momento que pasaba a su lado , ya fuera para comer, hablar mal de otros, entrenar o incluso solo sentarse uno junto al otro en absoluto silencio disfrutando de un libro.
Cerró la llave lista para salir, pero estaba tan distraída en sus pensamientos que no se percató del suelo húmedo y terminó resbalando.
Hacía algún tiempo que no disfrutaba de un tranquilo momento como ese, recostado en el sofá y de la luz del sol, en los últimos días había caído en casi todas las provocaciones del par de niños que se escondían en su casa, y no solo eso, tambien Sakura había comenzado a actuar algo distante con él y eso era lo que más lo molestaba, ¿acaso había hecho o dicho algo malo? o peor aún ¿se había interesado en aquel niño?, aunque de ser así, el que podría hacer, no tenía el derecho de interferir, después de todo aquel pelirrojo molesto, era atractivo, tenía la misma edad de ella y parecía que tenían muchos intereses en común, solo pensar en eso lo hacía sentirse inmerso en una gran tristeza una que estaba decidido a ignorar hasta que un fuerte golpe y un grito en la planta superior, lo hicieron reaccionar con urgencia.
¿Sakura?- pregunto el peliplata entrando apresurado a la habitación que compartía con la joven.
-En el baño- pudo escuchar la voz de la pelirosa con dolor así que sin pensar en más se apresuró a abrir la puerta.
-Espera- hablo tarde la joven, tratando de parar al hombre que ya se encontraba paralizado frente a ella observándola de pies a cabeza, ambos se quedaron así unos segundos hasta que la pelirosa recordó su desnudez y pego un grito que despertó al peliplata de su ensoñación y salió corriendo del lugar cerrando la puerta detrás de él.
Kakashi estaba totalmente fuera de sí, su corazón no paraba de latir y sentía su cuerpo arder, era casi imposible de creer, acababa de ver a Sakura por completo y peor aún se había quedado como un maldito pervertido embobado tratando de memorizar hasta el último detalle, en definitiva no quedaba duda de que Sakura ya era toda una mujer.
-Idiota ¿Qué haces?, trae una toalla y ayúdame - Hablo Sakura, haciendo reaccionar al peliplata que se había olvidado de su primer objetivo.
-Cierra los ojos- hablo la pelirosa avergonzada mientras su compañera entraba con los ojos cerrados y con una toalla en sus manos misma que lanzó cubriendo el cuerpo de la joven.
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CLAVE DE MISIÓN: MATRIMONIO.
RomanceAños han pasado desde que la cuarta guerra terminó y ahora el equipo siete se vuelve a unir para una nueva misión que definirá el futuro de su pequeño cerezo, y de un lobo solitario, ¿Podrá una enredada trama ser capaz de sanar corazones?. Los pers...