20. Buscando la perfección

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Cameron

Despertarme y tener a Melody entre mis brazos fue mejor que ganar la lotería. Tenía los ojos cerrados y dormía profundamente.

Por la noche pude ver como se le iban cerrando los ojos hasta quedarse dormida sobre mi, estuve una hora quieto ya que tenía miedo de moverme y despertarla, pero finalmente me tumbé a su lado. No sé cómo acabamos en esta posición pero no me quejo.

Pensaba quedarme así con ella todo lo que pudiera pero recordé que ayer me había dicho que tenía que levantarse temprano para las clases y, aunque seguro que se había perdido la primera, no quería que faltara a más por mi culpa.

– Melody... Vamos despierta tienes clase. – Sus ojos se fueron abriendo lentamente y estiró los brazos mientras se erguía quedando sentada encima de la cama.

– ¿Que hora es? – Tenía el pelo revuelto y los labios hinchados de dormir. Joder estaba guapísima.

A pesar de haber dormido casi dos semanas con ella nunca la había visto despertarse ni dormirse. Normalmente cuando me iba a dormir ella ya estaba durmiendo y nunca nos despertábamos a la vez.

– Van a ser las once y media. – Dije con una sonrisa tonta en la cara que no era capaz de quitar.

– ¡Mierda! Que yo tengo clases! – Salió de la cama de un salto y tuve que reprimir las ganas de arrastrarla de nuevo conmigo.

Abrió el armario y cogió algo de ropa, cuando se giró pude ver como tenía los pantalones cortos un poco subidos, madre mía que culazo le hacían.

Casi corriendo salió de la habitación y se encerró en el baño. Yo me volví a tumbar en la cama y empecé a pensar.

Solo me quedaban dos días con ella y no había tenido los cojones de darle un puto beso. ¿Que me estaba pasando? Me paso las veinticuatro horas del día pensando en ella y convenciéndome de que no me gusta. Le he comprado chocolates, le he enseñado a cocinar, le he montado un jodido cine en casa, he visto su película favorita...

Antes no era así, ni de coña le dedicaría tanto tiempo a una chica, y aquí estoy ahora, encoñado de una maldita cría.

Aún recuerdo la sonrisa de Melody mientras veía Rapunzel, me pasé la mitad de la película mirando hacia ella.

No podía esperar más me quedaban dos días y necesitaba, al menos, besarla y hoy iba a ser el día, puede que me gane una hostia pero de hoy no pasa.

Cuando iba a levantarme escuché el ruido de la puerta de la habitación abrirse y ahí estaba Melody de nuevo.

– Me han puesto una falta y me han castigado, no me van a permitir ir hoy a clases. – Lo dijo con una mueca triste en la cara pero no parecía muy afectada por ello. Nunca entendí los castigos de quedarte sin clase, son más un regalo.

– Mejor, ¿quieres desayunar? – Volvió a sonreír, que obsesión tiene con la comida.

Fuimos a la cocina y, como ya era rutina, ella puso la mesa y yo empecé a preparar el desayuno, decidí hacer tortitas. Mientras cocinaba llamaron a Melody al teléfono y como buen cotilla que soy me puse a escuchar, por si volvía a ser el tal Theo.

– ¡Abuela! Hacia varios días que no me llamabas. – Al escuchar eso me relaje un poco y recordé el aprecio que le tiene Melody a su abuela. Dejé de escuchar la conversación hasta que algo me llamó la atención.

– Que si abu, todo bien, me trata bien no te preocupes. – Supe que estaban hablando de mi porque Melody bajó el volumen de su voz. – Abuela por favor no digas tonterías, claro que no es mi novio.

Tuve que aguantar las ganas de reírme, por lastima mi abuela ya no esta viva pero cuando lo estaba siempre me interrogaba por si tenía alguna novia. En ese momento me hubiera gustado poder llamarla y hablarle de Melody.

– Te lo prometo, hasta luego abuela te quiero mucho. – Colgó el teléfono y se sentó en la barra de la cocina en el momento en que le llevaba los platos con tortitas y servía el café.

– ¿Era tu abuela? – Aunque ya supiera la respuesta quería tener algo de que hablar con ella.

– Si, es un amor soy su única nieta así que me adora. – Un brilló en sus ojos apareció cuando mencionó a su abuela.

– Tienes suerte. – Melody me miró y supe que se estaba preguntando por mis abuelos y cuando pareció que iba a decir algo cerró la boca y se centró en sus tortitas y desayunamos en silencio.

– Oye. – Dijo Melody levantando la vista y mirándome con una sonrisa. – Ayer no acabé la peli, ¿me cuentas el final?

– Ni de coña te voy a contar el final, tienes que verla entera, vale la pena. Es más a partir de ahora vamos a ver más películas porque es un pecado no ver las míticas.

– Está bien, pero de vez en cuando vemos algunas de las mías, ¿trato?

– Está bien, hay trato. – Me vería mil películas de Disney con tal de estar tumbada al lado de ella. – Ya que no puedes ir a clase deberíamos hacer algo especial.

– ¿Especial? La última que se te ocurrió una idea "innovadora" – Hizo comillas con los dedos. – Acabé borrachisima con una resaca de la hostia.

No pude evitar sonreír ante el recuerdo, fue ese día cuando me confesó que era su crush. Ella también pareció recordarlo porque se puso roja y agachó la cabeza.

– Te prometo que no te emborracharé, además, solo nos quedan dos días tenemos que aprovecharlos. – Le dediqué una sonrisa traviesa y me levanté para recoger la mesa.

¿Que cojones podía hacer para acercarme a Melody? Tenía que ser algo especial, se merece algo bonito pero ¿que cojones puedo hacer aquí en el piso?

Melody y yo nos pasamos toda la mañana recogiendo la casa y hablando de tonterías y riéndonos. Juro que cada vez que veía esa sonrisa mil mariposas recorrían mi cuerpo.

A pesar de las risas seguía preocupado porque aún no se me ocurría que podía hacer para Melody, pero mientras hacía la comida se me encendió la bombilla.

– ¡Ey! ya se que vamos a hacer. – Melody se giró hacia mi mirándome expectante. – Quiero que te vistas elegante porque vamos a tener una cena de gala.

Melody soltó una risa ¿tan mala era mi idea?

– Me encanta la idea. – Ufff menos mal porque no se me ocurría otra cosa. – Pero te recuerdo que yo estaba en la cuidad para visitar la universidad, no tengo ropa de gala.

– Seguro que puedes pensar en algo, te recojo a las diez en la puerta de la habitación. – Le giñé un ojo y ella se sonrojó.

Esta noche te pienso besar Melody, tenlo claro.

***

¡Holaaa! Quería daros las gracias por los mil votos, os adoro demasiado demasiado enserio. También quería agradecer a todos los que estáis leyendo la historia y los que comentáis, me parto de risa con los comentarios.

Instagram / TikTok: @madameofbooks

Cuarentena con mi crushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora