15. ¿Qué pasó anoche?

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Melody

Abrí los ojos lentamente. La cabeza me daba vueltas y estaba mareada.

Puta resaca.

Me acuerdo del estúpido juego que propuso Cameron "vamos a hacernos preguntas y si no respondes bebes un chupito".

Sabía que era una mala idea, nunca había bebido tanto alcohol en mi vida. ¡Es que ni siquiera me gusta!

Los recuerdos de la noche anterior estaban borrosos y no tenía la capacidad para pensar claramente.

Me levanté de la cama y me di cuenta de lo que había en la mesilla de noche.

Un vaso de agua, una aspirina y una carta.

Antes de tomarme la pastilla leí la carta.

Tengo una reunión por Zoom de la universidad, estaré en el salón.

Disfruta de tu resaca.

Cameron.

Vale definitivamente esa era la carta más cutre que había leído en mi vida. Pero el detalle es lo que cuenta, ¿no?

Me tomé la pastilla y me volví a tumbar en la cama, no tenía fuerzas ni ganas para hacer nada.

Poco a poco los ojos se me fueron cerrando hasta volver a quedarme dormida.

No sé cuánto tiempo pasó pero el roce de algo contra mi espalda hizo que me volviera a despertar.

Pronto unas manos comenzaron a acariciar mis piernas desde atrás.

Empezó a recorrer mis piernas delicadamente y con la otra mano me apartó el pelo dejando mi cuello al descubierto.

Los besos en el cuello no tardaron mucho en llegar. Primero fueron delicados pero ahora habían subido de tono, al igual que sus caricias.

La mano fue subiendo hasta llegar a mi zona íntima. Los besos ya no eran tiernos sino húmedos y agresivos.

Apararon el elástico de mis bragas y la mano empezó a masajearme.

La otra mano se coló por mi camiseta y cogió mis pechos apretándolos y acariciando mis pezones.

Uno de sus dedos se introdujo en el interior de mi humedad y seguidamente metió otro. Empezó a hacer movimientos y no pude evitar soltar un leve gemido.

Sus movimientos se intensificaron y metió un tercer dedo volviéndome loca.

Empecé a temblar y sabía que el final estaba cerca.

Me agarré a las sábanas y dejé que el orgasmo me envolviera.

Mi respiración estaba agitada, necesitaba ver quien era la persona que me acaba de tocar así.

Me giré y cuando vi sus ojos verdes y su pelo rubio fue como si cayera a un vacío gigante.

Y así fue porque me desperté de un salto abriendo los ojos inspeccionando y dándome cuenta que, efectivamente, había sido un sueño.

Oh Dios mío, acaba de tener un sueño erótico con Cameron Holt.

Salí de la cama aún con la respiración agitada. Había sido tan real.

Cogí ropa limpia y me metí en el baño, necesitaba una ducha.

Me desnude y dejé que el agua cayese sobre mi cuerpo.

Ahí, bajo los chorros, un recuerdo de ayer me vino a la cabeza.

Estaba en el salón, de fondo sonaba una canción de reggaeton y yo bailaba sensualmente delante de Cameron.

Cuarentena con mi crushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora