3 meses después
Melody
La cuarentena se acabó hace dos meses aproximadamente. Pero por desgracia el maldito virus sigue jodiendo la vida de miles de personas y familias.
Mi familia es una de las afectadas. Mi abuela fue una de las muchas víctimas que se cobró el coronavirus.
En unos meses mi vida cambió radicalmente. Pero para que lo entendáis será mejor que os cuente lo que pasó tras mi despedida con Camerón en el aeropuerto.
Me subí a ese avión y estuve llorando durante todo el vuelo.
El reencuentro con mis padres no fue tan gratificante como esperaba. Supongo que quería que fueran otros brazos los que me consolaran.
Durante los primeros días lo único que hacía era llorar y quedarme en la cama durante todo el día. Ignoraba lo que me decían mis padres, y lo único que quería era una llamada por parte de Cameron que nunca llegó.
Así pasaron dos semanas hasta la llamada que cambió todo, y no, no era por parte de Cameron.
La que me llamaba era Lorena. Hablamos durante horas, le conté todos mis miedos y le confesé que no había tenido noticias de Cameron.
Ella me aguantó y dejó que me desahogara con ella. Me dio su punto de vista y entendí que no podía dejar que mi vida girara en torno a un hombre.
Ella me tranquilizó y me dijo que le diera tiempo. Que uno de los motivos por los que me fui era ver si podíamos funcionar como pareja en la vida real, y para ello tenía que dejar de lamentarme en la cama.
Y eso hice. Empecé una nueva rutina en casa, e incluso empecé a hacer ejercicio (lo sé, increíble).
Ahora no solo tenia a Theo sino que había echo una nueva amiga. Lorena y yo habíamos organizado un día a la semana para hacer videollamada y cotillear durante horas. Incluso hablaba con Liam de vez en cuando.
Sin embargo me seguía faltando él. No entendía porque no se había puesto en contacto conmigo si habíamos decidió intentar una relación a distancia, supongo que se arrepentiría.
Así pasé el primer mes en casa, y creía que con el tiempo ya no le echaría de menos pero la verdad es que no fue así.
Me repetía a mi misma que no debía llamarlo pero un día no pude más y le llamé.
Los segundos que estuve esperando hasta que me cogiera fueron los más largos de mi vida. ¿Queréis saber lo primero que me dijo el cabrón cuando contestó la llamada?
"Supongo que ya te has dado cuenta que no puedes vivir sin mi"
No voy a decir todos los insultos que le dije porque a lo mejor me cancelan, pero a mi favor diré que estaba realmente enfadada con él, hasta que me explico las razones las cuales no había querido hablar conmigo.
Cuando llego a casa después de dejarme en el aeropuerto se dio cuenta de que estaba complemente solo y que no tenía ni idea de que cojones hacer con su vida.
Cuando yo estaba en el piso él tenía un distracción y se dio cuenta de había dejado que prácticamente fuera yo la que diera sentido a todo.
Me explicó que había empezado a trabajar para un gimnasio como entrenador y que daba clases online. También me contó que estaba pensando en dejar la universidad en la que estaba porque no le apasionaba.
Yo le escuchaba con atención y me alegraba que se hubiera encontrado a sí mismo, pero no pude resistirme a preguntarle si tenía pensado llamarme.
Me dijo que pensaba en llamarme todos los días pero que sabía que primero tenía que recomponer su vida, que no quería volverse dependiente de alguien.
Al principio me costó entender pero sabía que no podía echarle nada en cara. Para el fue mucho más difícil nuestra despedida aunque no lo demostrara.
Retomamos nuestra relación poco a poco, e incluso conoció a mis padres por FaceTime (he de decir que no le vi tan nervioso en mi vida).
Durante esos meses las aguas volvieron a su cauce y la cuarentena terminó.
No voy a mentir, fue duro, una relación a distancia es más jodido de lo que puede parecer a simple vista... Por eso finalmente decidimos tomar la decisión.
Nuestra relación a distancia no funcionaba así que decidimos acabarla.
Por eso ahora mismo estoy subida a un avión para reencontrarme con Cameron, y esta vez no me voy temporalmente, sino que, tras mucho pensar, hemos decidido mudarnos juntos.
No se lo que me esperará, sé que no todo será de color rosa, pero pienso darlo todo en esta relación.
Si me dijeran que resumiera esta aventura en unas líneas, la describiría así:
Fugacidad.
Es algo en lo que normalmente no piensas.
Todos creemos que lo que tenemos nos va a durar para siempre.
Que ilusos somos los humanos.
Incluso en las cosas que más seguro estás que no vas a perder pueden desaparecer en cuestión de segundos.
De un día para otro todo el mundo perdió aquello que nadie pensaba que nos podían quitar.
Nuestra libertad.
Sin saber cómo estábamos encerrados en nuestras casas sin poder salir a caminar, sin poder ver a tu familia, a tus amigos.
Y por muy jodido que era todo le conocí a él.
El destino a veces puede ser muy irónico, te quita cosas para devolverte otras.
Porque a veces no necesitas salir a la calle para sentirte libre, a veces, solo necesitas a una persona.
***
¿De que os suenan estas líneas?
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Cuarentena con mi crush
Genç KurguDos semanas en tu casa sin ir a la escuela y sin obligaciones es el sueño de cualquier adolescente. Ahora imaginaros que debéis pasar esas dos semanas sola en un piso con tu crush del instituto, que resulta no ser como te imaginabas. La convivencia...