[glosario]
SUV: Acrónimo designado para nombrar a cualquier vehículo turismo todoterreno.
Scuola media: En italia, la scuola media sería el equivalente a los tres años de secundaria, y viene después de la scuola elementare, el equivalente a la primaria, la cual dura cinco años en dicho país.
Dal lunedi al venerdi: De lunes a viernes.
Maggiori: Mayores.
Signora/Signore: Señora/Señor. Título para dirigirse respetuosamente a alguien mayor o una figura de autoridad.
Stupidaggine: Estupidez.
Capretta: Cabrita/cabritilla.
I ragazzi: Los muchachos.
Ragazza: Muchacha.
Filetto: Conocido como Tic, Tac Toe, Tres en línea o Gato.
Regola magica: Regla mágica.
Topo: Ratón (Por eso Topogigio se llama así, porque es un ratón).
Presto, scriviate!: ¡Muévase, escriba!
Mi dispiace/Io sono spiacente: Lo siento/Lo lamento.
Carissima: Queridísima.
Mannaggia a te!: Expresión usada para decir que a alguien se lo lleve el diablo o que sea maldito.
Salsa di pommodoro: Salsa de tomate.
L'Avvocato del Diavolo: El abogado del diablo.
Asilo/Asili: El preescolar o jardín de niños/Preescolares o jardines de niños.
Per favore: Por favor.
Direttrice: Directora.
Dottore: Doctor.
Grazie: Gracias.
Povera cara: Pobrecita querida.
[fin del glosario]
—¡Vamos a llegar tarde!
Su vaso de plástico con leche, apurólo Amélie de un trago para poderlo arrojar al fregadero. Del piso tomó su mochila, lanzóse balística al sendero. De un salto trepó a la SUV familiar y dio un tremendo portazo. Intencional, por supuesto: con el gruñido de nostro ragazzo al volante, un cosquilleo malsano de placer y satisfacción le corrió por el cuerpo desde las plantas de los pies. Y no se arrepintió: el querer contrariarlo era un nuevo rasgo, tan novedoso, que recién acababa de aceptarlo y adquirirlo en su carrera por las piedrecillas del camino.
Las hermanas Batrezzio se dejaron llevar a Santa Teresa, ahora por decreto oficial, el único colegio hasta scuola media de Buolloromo. Asistían todos los niños del pueblo en edad, unos cincuenta, a Santa Teresa, cúmulo de edificios cuadrados y macizos que habían sido construidos en las épocas de la muerte del conde de Cavour. Bastante quedaba de los edificios originales; bien conservados y renovados, erguíanse orgullosos para que los stranieri, supervisados por una severa Hermana Prefecta, pudieran tomar fotos de su exterior. Lo exterior, lo externo, la imagen de una escuela perfecta y bonita, era lo único que los stranieri conocían y llegarían a conocer jamás sobre Santa Teresa.
«¡Qué hermosa y bien conservada arquitectura tiene Santa Teresa!», solían exclamar nativos y extranjeros por igual.
Pero la estructura interna luchaba por no hacerse trizas. El hecho de que los adolescentes varones de catorce años en adelante tuvieran que abandonar Buolloromo para completar su educación en el liceo, el istituto tecnico o el istituto professionale, se había convertido en objeto de discusión y crisis cada vez más habitual en el Consejo Ciudadano Pastoral. El éxito de Cristina, la primera muchacha de Buolloromo graduada del liceo classico en Historia, habíalos convencido del progreso: las mujeres también deberían estudiar. No obstante, ¿qué había de la gradual, posible contaminación por exposición al mundo gentil? Cada que se mencionaba la fornicación o los embarazos como argumento en contra de la profesionalización educativa de las mujeres, los consejeros sucumbían al pánico. Solo las intervenciones de Ervino Pizio, tan orgulloso de su estudiada, embarazada joven esposa, impedían que el decreto, el cual pendía de la endeble y sibilante voz de Pizio, diera marcha atrás.
ESTÁS LEYENDO
[B3rm3llon]
General FictionAmélie Simone Batrezzio, de dieciocho años, ha superado sus problemas y conflictos de cría porque aprendió a no pudrirse por dentro con las palabras no dichas. Dejó de creer en el infierno del lore católico al que, en su infancia, pensó que iría por...