(34) De eles y vocales

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[glosario]

Non è illegale: No es ilegal.

Delusa: Decepcionada.

Fregata: Engañada.

Sarai una ipocrita: Serás hipócrita.

Comunicazione: Comunicación.

Le sorelle: Las hermanas.

Nen, pa: Doble negación en dialecto piamontés.

Pointe: Término de ballet, el cual designa a un tipo de movimientos en los que las bailarinas van en puntas. También es usado para designar a las zapatillas especiales de ballet que facilitan dichos movimientos.

Rosso levanto: Tipo de mármol de color rojo oscuro, muy intenso, que además posee un veteado blanco.

Catwalk: en primera instancia, se refiere al pasillo o pasarela por el que las modelos van caminando. Y el modo elegante de caminar de las modelos es muy distintivo.

Believe: Cree.

Think big: Piensa en grande.

[fin del glosario]



       Massimo Batrezzio quiso colocarle una lonja de tocino extra al desayuno de su piccolina, y se quedó deseándolo. Su hija, quien se dirigió hacia la mesa a zancadas por las tablillas del linóleo a imitación madera, se retiraba de su tiro alcance. Émilie, intercambiando una expresiva mirada con su papà, tomó de las manos de él el cuenco con su desayuno especial de ballerina.

       Continuaban cayendo las precipitaciones en las inmediaciones del Gran Londres y fue a preguntarse Amélie, sosteniendo la forchetta con mano diestra, si debía presentar sus respetos a la normalidad y la variabilidad de la vida. Si conseguía comentarles algo afable sobre el clima a su hermana y a su padre, antes de que ellos decidieran abrir primero la boca...

       —Puedo llevarlas a la escuela, piccolina.

       «Ya estamos otra vez».

       Piccolina sacudió la cabeza y bajó la sua forchetta, mientras intentaba hacerse a la idea de que se pasaría por la garganta, sin tener ni una arcada, los huevos benedictinos que su papà Massimo le había preparado con tanta dedicación. Parpadeó unas cuantas veces en un intento de ganar tiempo y disipar la amenazadora humedad acumulada; los ojos de ángel de las lámparas en el cielo, pues vivía Dios entre luces led, se miraban al espejo en la prístina superficie del cristal de la mesa de debajo.

       —Gracias, papà, pero ya te he dicho que no. No se me han caído las manos ni me he quedado ciega. Vete al trabajo o llegarás tarde.

       Al darle su padre una palmada suave en la cabeza a guisa de despedida, la prima bambina de los Batrezzio experimentó otro aguijoneo diablesco e inmisericorde a la altura del pecho. Desde su posición estratégica, la cual le permitía distraerse de refilón con la fija contemplación de la sala, a él pudo verlo apagando la chimenea y las luces de las decoraciones navideñas del árbol... excepto por el Nacimiento. A su papà le encantaba el Nacimiento de figuritas de barro de rústico aspecto importadas y pintadas a mano.

       Un papà habría intentado por todos los medios, desde el arribo temprano a casa de la hija mayor, que su piccolina le confesara por qué parecía una torre ojerosa al borde del colapso. La misma piccolina, Simone para su madre, sintióse doblemente desgraciada cuando las hadas abandonaron sus realidades para apoderarse del mundo. Su mum, quien se apresuró a sofocarla en un abrazo, ¿cómo demonios se atrevía a pedirle perdón por ser mala madre? ¡La culpa no era suya!

[B3rm3llon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora